Por Agencias
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En Naica, una pequeña comunidad minera, ubicada en la profundidad de la cierra del estado de Chihuahua, México, es habitual que las personas se encierren en sus casas a las 10 de la noche, porque sus habitantes aseguran que a partir de las 10:30, desde las profundidades de las minas abandonadas, salen unas bolas de fuego del tamaño de un balón.
Según ellos estas bolas de fuego que parsimoniosamente danzan en el cielo, no son otra cosa que malvadas brujas, las cuales salen en busca de presas.
Si es un hombre adulto, ahí mismo lo matan, le arrancan el corazón y el hígado, para llevárselos para preparar su desayuno.
Si es una mujer adulta también la matan, pero de ella solamente se llevan los ojos, si es un joven o un niño, lo dejan ir, únicamente lo erran como ganado, le ponen una marca en la espalda como señal de advertencia, que si sus caminos se vuelven a cruzar ya no será digno de clemencia.
Finalmente, si la desafortunada es una joven o una niña, las brujas se las llevan, para luego en su guarida convertirlas en brujas para aumentar el tamaño de su clan; y si la jovencita comete el error de negarse a unirse, por medio de un poderoso hechizo la convierten en un cristal de selenita, y de estos cristales es donde las brujas toman energía para mantenerse jóvenes y bellas por la eternidad.
Una noche de abril del año 2000, los jóvenes hermanos Eloy y Javier Delgado, en compañía de sus novias regresaban al pueblo, después de asistir a una boda en una comunidad cercana.
Dentro del automóvil todo era alegría y risas, hasta que de repente tres bolas de fuego aparecieron en su camino, Eloy intento acelerar para escapar, pero el motor dejo de funcionar, en cuanto el automóvil se detuvo, las esferas de fuego desaparecieron.
Asustados e incrédulos, los cuatros jóvenes bajaron del auto, para tratar de hacerlo arrancar, entonces 3 bellas mujeres vestidas de negro aparecieron a sus espaldas; posiblemente paralizados por el miedo o por un hechizo, los jóvenes no se movieron.
Una de las brujas metió su mano en la espalda de los jóvenes, causándoles un fuerte ardor y provocándoles un desmayo, las otras dos brujas tomaron de la mano a las chicas, haciéndolas caer en un trance y aprovechando que no podían defenderse las raptaron.
Cuando Eloy y Javier despertaron, y tras comprender que sus novias habían sido raptadas, se armaron de valor y fueron a la montaña, para tratar de rescatarlas.
Después de un par de horas su búsqueda dio frutos, en la vieja mina de plata encontraron un largo y estrecho pasadizo, el cual los condujo a una impresionante galería subterránea, donde encontraron enormes cristales de selenita de hasta 15 metros de largo y 2 metros de espesor, sin duda alguna los cristales más grandes descubiertos en el planeta.
Desafortunadamente llegaron en el preciso momento cuando sus novias eran transformadas en cristales, por negarse a unirse al aquelarre.
La falta de aire por las altas temperaturas del interior de la mina los hizo desmallarse, cuando recobraron el conocimiento, ya no había rastro alguno de las brujas ni de sus novias.
Cuando el gobierno se dio cuenta de lo sucedido, envió un escuadro de soldados y un grupo de científicos a investigar y tratar de desenmarañar el misterio que por generaciones se cuentan en ese lugar, son tantas las historias que la gente cuenta, que hacen que Naica sea la ciudad con más avistamientos de brujas a nivel global.
Pero de la expedición nadie regreso con vida, por lo cual los altos mandos militares después de revisar los últimos videos que los científicos enviaron decidieron sellar la entrada, con la esperanza de que lo que sea que vive ahí abajo nunca más vuelva a salir a la superficie.