Por Agencias
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Ruth Handler y su esposo Elliot fundaron la compañía de juguetes Mattel en un taller de su garaje en el sur de California en 1945.
Ruth creó la muñeca Barbie, que se lanzó en 1959. Cinco años antes de su muerte en 2002, Ruth habló en compañía de su hija Bárbara sobre los pormenores de la icónica muñeca.
1. Por qué algunos hombres se disgustaron con la idea de una muñeca con figura de mujer adulta
El 9 de marzo de 1959, Handler llevó a Barbie a la Feria del Juguete en Nueva York.
RH: A la mitad de nuestros clientes realmente no les gustó. Los hombres pensaron que las mujeres no comprarían una mujer con el cuerpo de mujer -con senos y cintura angosta y tobillos delgados- esta muñeca de apariencia adulta y sexual.
Los hombres pensaron que sus esposas no las querrían y que no era apropiada para menores, pero estaban equivocados.
Las mujeres, por otro lado, inmediatamente quedaron enganchadas con la muñeca. Tan pronto se pusieron en los estantes, las mujeres las arrebataron para comprárselas a sus hijas.
2. Cómo le llegó la idea a Handler de crear una nueva muñeca modelo
RH: Mi propia hija Barbie solía jugar con muñecas de papel. Y durante años la observé jugando a las muñecas de papel con sus amigas, y quedé fascinada con la manera en que jugaban y se proyectaban a sí mismas.
Trataba de expresarle esta idea a Elliot y a los otros diseñadores de Mattel, pero no conseguía una reacción favorable de ninguno. Así que, gradualmente, fui abandonando la idea.
3. La inspiración de la figura adulta de la muñeca vino de una tienda en Suiza
Sin embargo, Handler tuvo una epifanía cuando estuvo de vacaciones con su familia en Suiza.
RH: Pasamos frente a una tienda de juguetes y ahí en la vitrina había un hermoso arreglo de una muñeca con figura adulta de unos 30 cm de alta, y esta muñeca estaba sentada en un columpio de cuerdas, vestida en un atuendo de esquí muy europeo.
Y había otras seis o siete muñecas como ella con diferentes tipos de atuendos europeos de esquí, que Barbara y yo pensamos que eran simplemente hermosas.
Quedamos enloquecidas; el nombre de la muñeca era Lilli.
Lilli, una muñeca alemana basada en un tira cómica publicada en un diario nacional, se promovía tanto para el mercado infantil como el adulto. Aunque Bárbara tenía 15 años, quería tener una.
RH: No podía decidirse sobre cuál quería porque cada atuendo de esquí era diferente. Así que le pregunté a la vendedora, “¿Podría comprar este estilo y comprar ese atuendo?” y la mujer me miró como si estuviera loca. Sólo una estadounidense loca haría esa pregunta.
“No, si quiere ese atuendo, tiene que comprar esa muñeca; si quiere este atuendo, compra esta muñeca”, contestó. Para entonces ya se me había encendido el bombillo.
Así nació la idea de una muñeca vendida con todo un ropero de atuendos.
4. Cómo respondió la “Barbie” original a la muñeca
Barbara, la hija de Handler tenía 18 años cuando se lanzó la muñeca
RH: Barbara odiaba que la conocieran como la inspiración de la muñeca Barbie. Le molestaba.
BH: Era muy raro. La gente se me acercaba a pedirme un autógrafo.
Cuando llegaban y me decían “Oh, tú eres la Barbie verdadera”, no podía entenderlo porque ese fue simplemente el nombre que le dieron a la muñeca, pero muchos creían que yo había sido la modelo y que se parecía a mí y que se suponía que yo era ella. Pero eso no es verdad.
5. El debate sobre los genitales de Ken
En 1961, Ruth y Elliot lanzaron a Ken, el nombre del hijo de la pareja, pero hubo polémica sobre su diseño.
RH: Fue un decisión consciente el diseñar a Ken sin genitales. Esa fue una discusión que tuve con los diseñadores que perdí.
Los hombres del equipo de diseño consideraban que Ken no debería tener genitales. Yo no estaba tan segura.
Abogué por un pequeño bulto. Y sí tuvimos un pequeño bulto con el paso de los años.
6. A pesar de las críticas de algunas feministas sobre la visión caricaturesca de mujer que representaba Barbie, Handler era una motivada mujer profesional
RH: Tuve un tremendo sentimiento de culpabilidad de ser una madre alejada de mis hijos, porque en aquel entonces, no había mujeres profesionales.
Las otras mujeres no sabían cómo relacionarse conmigo. Si salíamos socialmente, me encontraba sentada con los hombres que hablaban de negocios.
7. Handler no quería que Barbie intimidara a las niñas
RH: Intentamos no hacerla demasiado hermosa.
No estábamos tan ansiosos de tener una muñeca hermosa, porque sentíamos que si las niñas se iban a proyectar en esta muñeca, no queríamos que una niña pequeña se sintiera amenazada por la belleza de Barbie.