Por Agencias
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Solo medio partido ya de diferencia por la última plaza de play in… y esta noche Mavericks-Lakers, en principio sin LeBron ni Anthony Davis.
Martin Jr pudo forzar la prórroga.
Kenyon Martin Jr, hijo de aquel durísimo ala-pívot que fue número 1 del (pobre) draft de 2000, es un alero que fue número 52 del draft de 2020 y que se abre camino en la NBA en Houston Rockets.
En los últimos segundos del partido de su equipo, que se mantiene como el peor de la Liga (20-56) empatado con Orlando Magic, contra San Antonio Spurs, anotó un triple que acercaba una remontada milagrosa: 117-120 con 21 segundos por jugar.
Poco antes, la cosa estaba 111-118, y la diferencia había superado la decena de puntos hasta bien entrado el último cuarto.
Después, Dejounte Murray anotó tres tiros libres de cuatro, uno después de ese triple (117-121) y dos para dar respuesta (120-123) a otro de Josh Cristopher (número 24 del último draft).
Los Rockets tuvieron una bola para empatar, pero el tiro de Kenyon Martin hijo, otra vez, se salió cuando parecía literalmente dentro del aro.
Los Spurs respiraron. Se evitaron la prórroga y sumaron su cuarta victoria seguida.
Y, desde la distancia, los Lakers se llevaron las manos a la cabeza.
En una temporada en la que todo lo que puede salir mal sale muchísimo peor que lo peor que se pueda imaginar, era difícil esperar un guiño de la suerte.
Con la victoria, los Spurs (31-44) están ya a medio partido de los angelinos (31-43), que son décimos del Oeste.
Los de Gregg Popovich tienen mejor calendario, y los Lakers juegan esta noche en Dallas, contra los Mavericks, con muy pocas posibilidades de que vuelva Anthony Davis (que no juega desde el 16 de febrero) y escasas también de que esté en pista LeBron James, que se torció el tobillo en la última debacle de su equipo, en pista de los Pelicans.
Así que un escenario que parecía distópico hace no tanto está ahora realmente cerca: los Lakers están cerca de quedarse incluso sin play in y los Spurs pueden escalar a esa repesca, ahora mismo ya sin hacer nada realmente especial.
Lo más difícil, recortar la ventaja estar tener a tiro a un rival en caída libre, ya lo han hecho.
Con golpes de suerte como este de Houston en un partido de dos realidades muy diferentes: en triples, 20/49 para los Rockets y 7/29 para los Spurs. En la pintura, 30-72.
Apabullante diferencia para los Spurs, que ya sumaron 82 puntos cerca del aro en otro duelo, el 25 de enero, contra los Rockets. Un derbi texano venido a menos.
Dejounte Murray alcanzó el techo anotador de su carrera (33 puntos) y sumó también 7 rebotes y 11 asistencias. Es el obvio corazón de un equipo en el que están a muy buen nivel Keldon Johnson 821+9+4) y Jakob Poeltl (17+13).
Y en el que han venido muy bien las irrupciones del recuperado Zach Collins (13 puntos, 8 rebotes) y el traspasado Josh Richardson (15+6+5).
Los Spurs están en una pelea para la que apenas contaban hace no mucho, los Rockets van a lo suyo, dando minutos y tiros a los jóvenes: 30+4+4 con un 6/15 en triples para Jalen Green; 20+6+6 para Cristopher, 127+3 para Alperen Sengun y, completando el cuarteto de primeras rondas del último draft, 5 puntos y 3 rebotes en 14 minutos para Garuba, que volvió a jugar tras su esguince de tobillo y que quiere acabar así, en pista, su dificilísima primera temporada NBA.
Además, Kevin Porter Jr acabó en 26+9+7 con un 9/22 en tiros. Los Rockets miran al draft, los Spurs… a los Lakers, a los que pueden adelantar en cuestión de horas. Más drama en California.
