Por Agencias
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Cuando las tormentas invernales nos obligan a prepararnos para la lluvia helada, el viento, el aguanieve y la nieve, las vidas pueden correr peligro.
El desarrollo de una «bomba ciclónica» hizo que se emitieran alertas para decenas de millones de personas desde el estado de Washington hasta Maryland, según el Servicio Meteorológico Nacional.
La tormenta afectará a gran parte del país, pero los efectos más graves serán a causa de una tormenta de nieve en el Medio Oeste el jueves y el viernes.
El Servicio Meteorológico Nacional también advierte que la sensación térmica en la región central de EE.UU. puede poner en peligro la vida de sus habitantes, con temperaturas de entre 45 y 48 °C bajo cero. Cerca de 40 millones de personas están bajo alerta de sensación térmica tan al sur como Alabama y Texas.
Los bebés y los ancianos son los más expuestos a enfermedades o lesiones relacionadas con el frío, ya que pierden calor corporal más fácilmente y los ancianos tienden a producir menos calor corporal.
Pero hay medidas que puedes tomar para protegerte y proteger a los demás cuando llega el frío extremo.
Consejos para estar seguro en interiores
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) ofrecen los siguientes consejos para permanecer en interiores durante las bajas temperaturas o una tormenta invernal:
- Asegúrate de que los niños menores de un año no duermen en habitaciones frías y de que llevan ropa de abrigo adecuada, como mamelucos, mantas de una pieza o sacos de dormir. Retira de la cuna cualquier almohada u otra ropa de cama suave, ya que suponen un riesgo de asfixia o síndrome de muerte súbita del lactante.
- Si tienes amigos o vecinos mayores de 65 años, visítalos con frecuencia para asegurarte de que sus casas tienen la calefacción adecuada.
- Deja los grifos de agua ligeramente abiertos para evitar que se congelen las tuberías.
- Come alimentos equilibrados para mantenerse caliente.
- Evita el alcohol y la cafeína, porque pueden hacer que tu cuerpo pierda calor más rápidamente.
«No utilices nunca generadores, parrillas de gas o carbón, estufas de camping o aparatos similares dentro de tu casa, en sótanos, garajes o cerca de ventanas», dicen los CDC. «Los humos son mortales».
Utilizar la estufa para calentarse no es seguro, advierten los CDC; en cambio, utiliza mantas, sacos de dormir o abrigos adicionales. Una chimenea en buen estado o un calefactor portátil pueden ser una alternativa segura.
Consejos para mantenerse seguro al aire libre
Los CDC y el Servicio Meteorológico Nacional ofrecen algunas recomendaciones para aventurarse al aire libre durante una tormenta invernal:
- Abrígate bien con gorros, bufandas y guantes y usa varias capas de ropa.
- Evita caminar sobre hielo y evita mojarte.
- Si tienes que quitar la nieve o hacer otros trabajos al aire libre, tómate tu tiempo y trabaja despacio. Si tienes vecinos mayores, ofrece tu ayuda para quitar la nieve de sus entradas.
- Si es posible, evita circular por carreteras cubiertas de hielo.
- Si te quedas varado al aire libre, lo más seguro es permanecer en tu vehículo.
- Procura que tus mascotas permanezcan resguardados cuando haga frío, pero si salen, límpiales bien las patas y retira la nieve de la parte inferior de su vientre cuando vuelvan a entrar. No dejes nunca al perro sin correa sobre la nieve o el hielo.
¿Qué le sucede al cuerpo con el frío?
Muchos de nosotros sentimos las bajas temperaturas del invierno en los dedos de los pies y de las manos antes que en cualquier otra parte del cuerpo.
Esto ocurre porque el cuerpo trabaja para proteger los órganos vitales del frío, según explicó la Dra. Suzanne Salamon, jefa asociada de programas clínicos del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston.
«Los vasos sanguíneos de todas las partes del cuerpo se contraerán», dijo. «Se harán más pequeños para intentar conservar el calor”.
«Lo que el cuerpo intenta con todas sus fuerzas es proteger los órganos más importantes, que son los más profundos: el corazón, el cerebro y los pulmones», explica. «El cuerpo intenta mantenerlos calientes redirigiendo el calor de los dedos de las manos y los pies hacia el interior, por lo que los vasos sanguíneos de los dedos se hacen muy pequeños y no pasa suficiente sangre por ellos».
Es importante que el cuerpo haga esto –y que lo haga rápido– porque el tiempo invernal se ha asociado con riesgos para la salud por ataques cardíacos, síntomas de asma, congelación e hipotermia.
En todo el mundo, el frío suele causar más muertes atribuibles a la temperatura que el calor, según un estudio de 2015 publicado en la revista The Lancet.
Un riesgo «helado» para el corazón
El tiempo gélido puede afectar al corazón, sobre todo si se padecen enfermedades cardiovasculares. «Siempre se oye hablar de gente que sale a quitar la nieve y sufre un infarto», explica Salamon.
El frío puede estrechar los vasos sanguíneos, y eso puede estresar al corazón.
«Palear la nieve es un ejemplo de cómo las personas que padecen cardiopatías o tienen factores de riesgo de padecerlas se esfuerzan más de lo que lo harían en otras circunstancias. Palear es un trabajo duro; las personas con enfermedades cardiacas y problemas de espalda corren un mayor riesgo de sufrir lesiones o enfermedades al palear», declaró con anterioridad a CNN el Dr. Reed Caldwell, profesor adjunto del Departamento de Medicina de Urgencias Ronald O. Perelman del Centro Médico Langone de la NYU y médico del servicio de urgencias.
En un estudio publicado en 2010 en la revista BMJ, una reducción de apenas un grado centígrado en la temperatura se asoció a un aumento acumulado del 2% en el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
El estudio incluyó datos de 84.010 ingresos hospitalarios por infarto de miocardio en Inglaterra y Gales entre 2003 y 2006. Los investigadores analizaron los datos para determinar cualquier posible relación entre la temperatura exterior y los casos de infarto.
Sin embargo, el corazón no es la única parte del cuerpo que se puede volver más vulnerable a los problemas de salud en invierno.
Cómo afrontar el asma en invierno
El frío puede causar estragos en los pulmones, ya que el aire seco puede irritar las vías respiratorias, sobre todo en personas con enfermedades pulmonares como el asma, según la Asociación Estadounidense del Pulmón.
«El aire frío provoca broncoespasmos, por lo que las personas con asma y EPOC pueden experimentar un aumento de los síntomas en los meses de invierno», afirma Caldwell.
Si tienes asma y estás expuesto al frío, «ponte una bufanda alrededor de la nariz. Eso sin duda ayuda, porque entonces estás respirando tu propio vapor de la boca», dijo Salamon.
Por otro lado, un problema de salud más conocido relacionado con el frío es la congelación.
Congelación: un peligro incluso para los ojos
La congelación puede producirse a temperaturas bajo cero cuando los vasos sanguíneos se contraen, la temperatura de la piel desciende y se forman cristales de hielo alrededor y dentro de las células, causando daños.
«Hay una serie de lesiones cutáneas relacionadas con el frío. La primera se denomina ‘quemadura leve por frío’ y consiste en el enfriamiento del tejido cutáneo más externo sin que se produzca una destrucción real del tejido. Se sabe que esto está ocurriendo porque la piel puede decolorarse, a veces de un rojo intenso, y puede parecer irritada y muy sensible, lo que es una buena señal de advertencia de que la piel se está enfriando demasiado», explica Caldwell.
«Luego, la congelación o quemadura severa por frío implica la destrucción real de la piel, y la piel congelada suele aparecer pálida, cerosa, y a veces puede volverse incluso morada o negra a medida que el tejido comienza a morir. La piel congelada puede estar entumecida o no doler», explica.
Según Salamon, la congelación puede afectar incluso a los ojos. «Cuando se está al aire libre y hace mucho viento, se pueden congelar los ojos, lo que es muy peligroso», explica.
«El frío empieza a formar pequeñas ampollas en el ojo o pequeños cristales en la piel, que pueden dar la vuelta y dañar la piel o el propio ojo», explica. «Esos vasos sanguíneos se contraen mucho, por lo que no pasa mucha sangre, lo que reduce la circulación de los ojos».
Los vasos sanguíneos se contraen para evitar la hipotermia, una situación peligrosa que se produce cuando el cuerpo pierde más calor del que produce, lo que hace que la temperatura central descienda por debajo de los 35°C.
«El efecto más preocupante de la exposición al frío es la hipotermia, que puede dañar órganos vitales como el corazón, el sistema nervioso y los riñones. En casos extremos, puede producirse la muerte. Esto suele ser consecuencia de ritmos cardiacos anormales», declaró anteriormente el Dr. Jeahan Colletti, especialista en medicina de urgencias de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota.
Los más expuestos a la hipotermia –y a cualquier peligro para la salud relacionado con el frío– tienden a ser los adultos mayores, dijo Salamon.
«Si la gente tiene un vecino que es una persona mayor, cuando hay tiempo que es realmente frío, deben revisar cómo están ellos. Cuando la gente tiene mucho, mucho frío, pueden confundirse mucho y no saber ni siquiera lo suficiente para pedir ayuda», dijo.
Más consejos para mantenerse abrigado y sano
¿Qué más puede hacer la gente para mantenerse abrigada y sana este invierno? Una medida importante para reducir el riesgo es lo que vestimos.
«Es muy importante vestirse por capas, así que… ponte más de un par de guantes y encima una manopla, porque el aire que queda atrapado entre esas capas ayuda a mantener el calor», explica Salamon.
«La ropa ajustada no es buena, porque no se aprovechan las ventajas de las capas. Hay que llevar suéteres más holgados, chales si estás sentado en un espacio cerrado, para intentar abrigarte. Es útil llevar un pasamontañas para protegerte las orejas y la nariz», explica. «Si te mojas, por ejemplo, cuando juegas en la nieve o quitas la nieve, quítate la ropa mojada, porque empeora las cosas. Enfría más. Las botas deben ser impermeables».
Las medidas preventivas no solo implican ponerse ropa adecuada para el frío, sino también evitar tomar demasiados cócteles cuando hace frío, dice Colletti, de la Clínica Mayo.
«Evita beber alcohol cuando haga frío, ya que se deteriora la conciencia mental, lo que limita la capacidad de reconocer los síntomas de una exposición importante al frío. El alcohol también provoca la dilatación de los vasos sanguíneos del cuerpo, lo que aumenta la pérdida de calor», dijo.