Por Agencias
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Sabiri inauguró el marcador y Abouklhal sentenció en una mala tarde de Hazard, De Bruyne y hasta Courtois.
Los norteafricanos, cerca de hacer historia.
Se llama Abdelhamid Sabiri. Nació en Marruecos, pero con apenas 3 años su familia emigró a Alemania. A los 25 y después de rebotar por equipos de la Bundesliga, Inglaterra e Italia, la Sampdoria decidió confiar en él y hacerle un contrato hasta 2025.
Juega de mediapunta o de interior izquierdo y esta temporada comenzó con la camiseta de titular en el equipo de Génova hasta que una lesión, que parecía dejarle sin Mundial, le ha tenido en el dique seco las últimas jornadas.
Regragui confió en él pese a todo, y le ha dado minutos residuales en los dos partidos de este torneo. Ante Bélgica, Sabiri, que eligió Marruecos después de haber jugado hasta la Sub-21 en Alemania, devolvió la confianza al técnico y a todo un país, con el gol que abrió la tercera victoria de los Leones del Atlas en un Mundial.
Un triunfo que les coloca cerca de pasar de la fase de grupos por primera vez en 36 años, desde México 1986. Casi nada.
Hay momentos que cambian la vida de una persona, una selección, un país. Ese momento pudo llegar ya para Marruecos en la última jugada de la primera mitad en Al Thumama: Ziyech, que por cierto luego daría el 2-0 final, tocó con su zurda de seda un tiro libre desde casi la esquina izquierda del área belga.
El balón sorprendió a Courtois y acabó entrando en la portería pero Saiss, que habia intentado cabecear, se encontraba en fuera de juego por centímetros.
El VAR avisó al mexicano César Ramos y éste decidía con buen criterio que el defensa marroquí despistaba al portero belga.
Había tenido suerte Thibaut en esa medio cantada pero, raro en él, la repitió en la segunda mitad.
Y esta vez no logró quitarle la penitencia el videoarbitraje. Sabiri, desde el otro perfil, lanzó también un centro chut que tras botar y también con Saiss de nuevo confusión, volvió a colarse en la meta (0-1, 74′).
Locura en Al Thumama, repleto de aficionados marroquíes y extrañeza en el mundo del fútbol: con De Bruyne y Eden Hazard desaparecidos, que fallara Courtois era lo que le faltaba a los belgas, que pierden un duelo de la fase de grupos en un Mundial tras haber ganado 8 consecutivos.
Una generación empieza a perderse.
La cosa había comenzado torcida para Marruecos, capaz de recuperar a todos sus tocados en defensa (Saiss, Achraf y hasta Mazraoui) pero que en la fotofinish, cuando ya hasta se habían cantado los himnos, perdió al guardameta sevillista Yassine Bono por un problema gastrointestinal.
inseguro en el juego aéreo, el ex del Málaga Munir Mohand desbarató con su cuerpo la primera gran ocasión de los belgas, cuando Batshuayi chutaba tras un gran pase de Thorgan Hazard.
El pequeño de los Hazard fue uno de los retoques de Roberto Martínez respecto a la primera jornada.
No le había gustado al entrenador español lo que vio, a pesar del triunfo contra Canadá, y tampoco le estaba gustando lo que pasaba esta vez.
Eden repetía titularidad y dejó muestras de su calidad a cuentagotas pero todavía le queda para acercarse al menos a su versión de crack, de la que muchos ya ni se acuerdan.
El seleccionador volvió a quitarle al cuarto de hora de la segunda mitad, cuando el partido, tras un primer tiempo de dominio más bien belga, había entrado casi en el terreno de lo caótico ante la esperanza de una grada eminentemente norteafricana.
Boufal hacía perrerías pero sin encontrar remate por la derecha de Marruecos, el recién salido Mertens ponía a prueba de nuevo a Munir pero fue Sabiri, a poco de entrar desde el banquillo, el que declaró instaurado el estado de locura.
Tenían que tirar hacia arriba por inercia los Diablos Rojos.
Roberto Martínez se saltó el guión para meter en el campo a Romelu Lukaku, al que por molestias no se esperaba hasta la última jornada. El gigante del Inter, fuera de forma, se hartó de intentar bajar algún balón dentro del área. Sin éxito.
El marcador sólo se movería otra vez a favor de Marruecos, ya en el descuento.
Peleó Ziyech y definió Aboukhlal (2-0, 94′) para culminar otra gran gesta en este Mundial de las sorpresas.