Por Redacción
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El verano de 2021 será de vital importancia mientras los estudiantes y familias tratan de recuperarse del aislamiento, el trauma y la pérdida de aprendizaje que causó la pandemia.
Pero un nuevo estudio que analizó exhaustivamente los programas educativos de verano en el 2019 y el 2020 reveló que la participación de los estudiantes latin@s en los programas sigue siendo baja a pesar de un reciente aumento y de la notable satisfacción de los padres de familia con los programas.
Solo 44% de las familias lantina@ con hij@s reportó que sus hij@s participaron en un programa educativo de verano en el 2019, un aumento en comparación a 39% en el 2013 y 29% en el 2008.
Aunque 2.7 millones de niños lantix participaron en una experiencia de verano estructurada en el 2019, los padres de familia reportaron que casi 4.4 millones más hubieran podido participar si hubiera habido un programa disponible para ellos.
Estos son algunos de los hallazgos de la encuesta Summertime in America for Latin Families and Communities (Verano en Estados Unidos para las familias y comunidades latinas) que fue publicada esta semana.
Comisionada por Afterschool Alliance y realizada por Edge Research, la encuesta reveló que 47% del total de las familias reportó que por lo menos uno de sus hij@s participó en un programa de verano en el 2019 en comparación con solo 44% de las familias con estudiantes latin@s.
“Hoy más que nunca nuestros niños necesitan ayuda académica, apoyo socioemocional y oportunidades de interactuar con compañeros y adultos comprensivos, ser físicamente activos y divertirse”, indicó Jodi Grant, directora ejecutiva de Afterschool Alliance.
En el 2020 la participación en los programas de verano se redujo aún más mientras la pandemia cambiaba radicalmente la vida educativa, profesional y familiar.
Solo 28% de las familias hispan@s reportó que su hijos participaron en una experiencia de verano estructurada el año pasado en comparación con el 34% del promedio general de las familias.
Más de la mitad de los estudiantes lanti@s que participaron en un programa de verano el año pasado (56%) lo hicieron virtualmente.
La definición del estudio de una experiencia de verano estructurada incluye programas educativos de verano, programas deportivos, campamentos de verano, escuela de verano y empleos o pasantías de verano, pero se diferencia de los servicios de cuidado infantil.
“Debemos mejorar las cosas y darles a todos los estudiantes acceso a los programas educativos de verano que necesitan. Este verano tenemos la responsabilidad de satisfacer las necesidades de la juventud latina mientras trabajamos para satisfacer las necesidades de todos los niños y jóvenes”, indicó Grant.