Mucho más que Bad Bunny: la importancia de los famosos en la movilización del voto latino

Por Redacción
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En especial, las campañas dirigidas a los votantes latinos se han intensificado, con famosos liderando la convocatoria para acudir a las urnas y, en algunos casos, inclinando la balanza hacia uno de los candidatos principales. Según encuestas recientes, el 70% de los votantes latinos registrados tiene intención de votar en estas elecciones, lo que representa una oportunidad crucial para movilizar a una comunidad que en 2024 podría aportar más de 36 millones de votos.

A menudo considerados una minoría, los latinos constituyen en realidad una fuerza considerable en Estados Unidos. Con uno de cada cinco habitantes del país identificándose como latino, su impacto en las elecciones es innegable. En los comicios de 2020, 32 millones de latinos eran elegibles para votar, pero solo alrededor de 16.5 millones lo hicieron. Sin embargo, este año, las expectativas son altas, con encuestas como la de Entravision/Altamed pronosticando una participación de hasta el 70%, lo que marcaría un aumento significativo. Estos números subrayan el poder del voto latino, que podría ser determinante en estados clave como Pensilvania, Arizona y Nevada, donde las poblaciones latinas son lo suficientemente grandes como para inclinar la balanza.

De cara a estas elecciones, tanto los demócratas como los republicanos son conscientes de la importancia del voto latino. Ninguno de los dos candidatos tiene un camino claro hacia la Casa Blanca sin el respaldo de esta comunidad, lo que ha llevado a un aumento de campañas dirigidas específicamente a los latinos, muchas de ellas apoyadas por celebridades influyentes.

El uso de figuras públicas en las campañas políticas no es nuevo, pero en esta ocasión, la participación de celebridades latinas ha cobrado mayor relevancia. Jessica Alba, America Ferrera, Anuel AA y Liza Colón-Zayas son solo algunos de los nombres que se han unido a los esfuerzos para movilizar a los votantes latinos. Cada uno ha utilizado su plataforma para incentivar la participación y, en algunos casos, promover a candidatos específicos.

Una de las campañas más destacadas es Vota con Ganas, una iniciativa de la Fundación Voto Latino, que desde hace 20 años anima a los latinos a registrarse para votar. Lanzada el 18 de septiembre, esta campaña cuenta con un financiamiento de cinco millones de dólares, según The New York Times, y ha movilizado a figuras como Rosario Dawson, quien ha sido una de las primeras en alzar la voz. En un video publicado en redes sociales, Dawson enfatiza la importancia del voto joven, afirmando que “el voto joven puede literalmente decidir los comicios”.

Otra campaña significativa es Vote Like a Madre, que está dirigida principalmente a mujeres latinas preocupadas por el cambio climático y la protección de los niños. Esta iniciativa, parte del proyecto Latino Victory, cuenta con el respaldo de celebridades como Jessica Alba, Gina Torres y Camila Cabello, quienes han utilizado su influencia para generar conciencia sobre temas ambientales y apoyar a la fórmula demócrata Harris-Walz.

Aunque las encuestas indican una alta intención de voto entre los latinos, no hay un claro favorito entre los dos candidatos principales. En 2020, el 65% de los latinos se inclinó por Biden sobre Trump, pero este año las cifras son más ajustadas. Según un estudio de The New York Times/Siena, solo el 55% de los latinos apoya a Harris sobre Trump, lo que demuestra que los latinos no son un bloque monolítico y que la competencia sigue siendo reñida.

Este escenario ha llevado a ambos bandos a intensificar sus esfuerzos para atraer a los votantes latinos. Mientras que las celebridades de tendencia más liberal suelen apoyar a los candidatos demócratas, algunas figuras notables como los raperos Anuel AA, Justin Quiles y Nicky Jam han expresado su apoyo a los republicanos. El papel de los famosos en estas campañas es indiscutible, pero, como señala el profesor A.K. Sandoval-Strausz de Penn State, “es difícil medir cuánto impacto real tienen en el voto”. Aun así, ambos partidos políticos consideran crucial el respaldo de figuras públicas en esta contienda tan ajustada.

Los latinos, en especial en los llamados estados “pendulares”, podrían tener un rol decisivo en las elecciones. Pensilvania, con 19 votos electorales, alberga una población latina de aproximadamente un millón, de los cuales 580,000 son elegibles para votar. Teniendo en cuenta que las dos últimas elecciones presidenciales se decidieron por márgenes estrechos, la importancia del voto latino en este estado no puede ser subestimada.

Arizona y Nevada también cuentan con significativas poblaciones latinas, representando el 25% y el 22% de los votantes potenciales, respectivamente. En estos estados, el esfuerzo por movilizar a los votantes latinos es clave, y las campañas están invirtiendo millones de dólares en publicidad y eventos enfocados en esta comunidad.

Uno de los nombres más esperados en la campaña electoral es Bad Bunny. El cantante puertorriqueño, cuyo impacto cultural es innegable, aún no ha respaldado oficialmente a ningún candidato, pero su influencia podría ser determinante. Bad Bunny ha alentado a sus compatriotas a votar en anteriores ocasiones, y muchos expertos creen que su apoyo a la fórmula Harris-Walz podría movilizar a miles de votantes latinos, especialmente entre los jóvenes.

En un pódcast reciente, Bad Bunny subrayó la importancia del voto, afirmando que, aunque no se involucra directamente en la política, es consciente de cómo las decisiones políticas afectan a Puerto Rico y a la comunidad latina en general. “La política se mete en mi vida porque afecta a mi país”, dijo el artista, en una emotiva declaración sobre la necesidad de que los jóvenes latinos tomen las riendas de su futuro mediante el voto.

A medida que se acercan las elecciones del 5 de noviembre, la movilización del voto latino sigue siendo un factor crítico en el resultado. Ya sea a través de campañas organizadas o del respaldo de figuras influyentes como Bad Bunny, los latinos tienen en sus manos la posibilidad de decidir el rumbo político del país.