Por Agencias
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Los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de El Salvador, Nayib Bukele, chocaron este miércoles en Twitter por sus diferencias de visión respecto de la política carcelaria y los logros obtenidos en materia de seguridad en cada país.
Bukele reaccionó a las críticas que Petro hizo a la megacárcel que el Gobierno de El Salvador construyó con capacidad para 40.000 reos. El mandatario salvadoreño defendió la que considera pieza fundamental en su guerra contra las pandillas.
“De más de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes, ahora estamos en cifras de un solo dígito”, justificó Bukele.
En 2018, según las estadísticas oficiales, El Salvador registró una tasa de 50,4 homicidios por cada 100.000 habitantes y para 2022 esa tasa bajó a 7,8. Para este año, las autoridades proyectan que el promedio sea cercano a 2, según lo reveló este lunes René Merino Monroy, ministro de la Defensa de El Salvador durante una entrevista televisiva.
“Los resultados pesan más que la retórica. Deseo que Colombia en realidad logre bajar los índices de homicidios, como lo hemos logrado los salvadoreños”, agregó Bukele en su tuit.
Petro, por su parte, sugirió a Bukele realizar un foro internacional para comparar las experiencias. “Pasamos de 90 homicidios por cada 100.000 habitantes en 1993, en Bogotá, a 13 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2022. No hicimos cárceles sino universidades”, afirmó el mandatario.
El presidente de Colombia hizo duras críticas al Centro de Confinamiento del Terrorismo de El Salvador durante la entrega de la ampliación de la Universidad Distrital.
“No me puedo meter en otros países, pero hay un campo de concentración en El Salvador. Hay miles y miles de jóvenes encarcelados que le dan a uno escalofríos. Hay gente que le gusta ver a la juventud dentro de las cárceles y creen que eso es la seguridad”, señaló Petro.
El jefe de Estado hizo referencia al traslado de los primeros 2.000 reos hacia la megaprisión, realizado con un amplio dispositivo de seguridad que incluyó vehículos blindados y helicópteros con francotiradores.
«El presidente de El Salvador se siente orgulloso porque logró reducir la tasa de homicidios a partir, dice él, de un sometimiento de las bandas que hoy andan en esas cárceles, en mi opinión, dantescas», afirmó Petro.
La gigantesca cárcel cuenta con ocho módulos. En cada uno habrá 5.000 prisioneros y, en cada celda, poco más de 100 reclusos, quienes no tendrán oportunidad de salir, a menos que participen en una audiencia que se llevará a cabo a través de videoconferencia, explicaron las autoridades a CNN durante una visita guiada.
«Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población», afirmó Bukele en un tuit para dar a conocer el masivo traslado el 24 de febrero. Según Bukele todos los trasladados a la megacárcel ya han sido condenados por la justicia salvadoreña.
El Gobierno de El Salvador ha recibido críticas por su plan de seguridad. Organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y organismos locales de derechos humanos han criticado lo que consideran violaciones a los derechos de la población con la implementación del régimen de excepción que el Gobierno impuso para combatir a las pandillas o maras. Incluso han solicitado, sin éxito, su derogatoria, ya que las autoridades han dicho que continuarán con su implementación porque la seguridad ciudadana nacional ha mejorado.