Por Agencias
[email protected]
Los árboles empiezan a mecerse, el cielo se oscurece y, de repente, oyes el sonido lejano de un trueno.
Esa es la señal de que se avecina un peligro potencial.
De hecho, es probable que esté a menos de 16 kilómetros de ti, según el Servicio Meteorológico Nacional.
No ignores ese sonido, porque donde hay un trueno, hay un rayo, y un rayo puede matar o causar daño de la forma menos esperada. Eso incluye cuando estás en la ducha, en la bañera o incluso lavando los platos.
Dado que los rayos pueden viajar a través de las tuberías, «es mejor evitar todo tipo de agua durante una tormenta eléctrica. No te duches, ni te bañes, ni laves los platos, ni te laves las manos», señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
«El riesgo de que un rayo atraviese las tuberías puede ser menor con las de plástico que con las de metal. Sin embargo, es mejor evitar cualquier contacto con las tuberías y el agua corriente durante una tormenta eléctrica para reducir el riesgo de ser golpeado por un rayo», añaden los CDC.
Ese no es el único peligro bajo techo. Mantente alejado de los porches y balcones, no te acerques a las ventanas o puertas, y «NO te acuestes ni te apoyes en suelos de concreto», señala la agencia.
Además, «NO utilices nada conectado a una toma de corriente, como computadoras u otros equipos electrónicos», señalan los CDC. «Aléjate de los teléfonos con cable. Los teléfonos celulares y los inalámbricos son seguros… si no están conectados a una toma de corriente a través de un cargador».
Más caliente que la superficie del sol
Un trueno se produce cuando cae un rayo al calentar el aire alrededor del rayo hasta «27.760 °C, 5 veces más caliente que la superficie del sol», dijo el Servicio Meteorológico Nacional. «Inmediatamente después del destello, el aire se enfría y se contrae rápidamente. Esta rápida expansión y contracción (crean) la onda sonora que oímos como trueno».
Los rayos pueden ser letales de muchas maneras.
Según los CDC, un impacto directo suele ser mortal, pero pueden producirse lesiones como traumatismos, lesiones cutáneas y quemaduras, así como lesiones cerebrales, musculares y oculares, por tocar un auto o un objeto metálico alcanzado por un rayo.
La corriente también puede viajar por el suelo, rebotar en una persona u objeto, o incluso salir despedida de objetos cercanos al suelo.
El servicio meteorológico aconseja calcular la distancia entre tú y el rayo, pero desde un lugar seguro para no correr el riesgo de ser alcanzado.
«Cuenta el número de segundos entre el destello del rayo y el sonido del trueno, y luego divídelo por 5», cada cinco segundos equivalen a 1 milla, 15 segundos equivalen a 3 millas (casi 5 km), y cero segundos significa que se encuentra demasiado cerca, indicó el servicio.
Según los CDC, la mayoría de las muertes y lesiones se producen cuando la gente está en el exterior, especialmente durante los meses de verano, por la tarde y la noche.
Unas 180 personas al año resultan heridas por un rayo, y el 10% de las personas alcanzadas por un rayo pierde la vida.
Las personas que trabajan al aire libre, especialmente en el sureste, son las que corren mayor riesgo.
Los CDC añaden que Florida y Texas registran el mayor número de muertes relacionadas con los rayos.
Si te agarra la tormenta mientras estás fuera, «NO te eches al suelo. Los rayos provocan corrientes eléctricas a lo largo de la superficie del suelo que pueden ser mortales a más de 30 metros de distancia. Métete a un lugar seguro; ningún lugar del exterior es seguro», dicen los CDC.
«Evita cualquier cosa que aumente el riesgo de ser alcanzado por un rayo, como estar cerca o debajo de árboles altos. Si no hay refugios seguros a la vista, agáchate en una posición similar a la de una pelota: junta los pies, ponte en cuclillas, mete la cabeza entre las rodillas y cúbrete los oídos. Pero recuerda que este es el último recurso. Busca primero un refugio seguro».