Por Agencias
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Una delegación del grupo militante palestino Hamás se encontraba en El Cairo el sábado mientras la prensa estatal egipcia reportaba un “progreso notable” en las negociaciones de cese del fuego en curso con Israel. Por su parte, un funcionario israelí restó importancia a las perspectivas de un final de la guerra.
La presión ha ido al alza para alcanzar un acuerdo —la crisis humanitaria en la Franja de Gaza está agravándose drásticamente mientras que Israel insiste que lanzará una ofensiva en Rafah, la ciudad en el extremo sur del enclave.
Hay mucho en juego para poner fin a la guerra, que ya dura casi siete meses. Más de 1 millón de palestinos están refugiados en Rafah, que es limítrofe con Egipto, muchos de ellos tras haber huido del norte de Gaza, donde, según un funcionario de la ONU de alto rango, se ha declarado una hambruna en toda regla.
En los últimos días, los mediadores egipcios y estadounidenses han reportado indicios de que se está llegando a un compromiso, pero la probabilidad para que se produzca un cese del fuego sigue entrelazado con la cuestión clave de si Israel aceptará el final de la guerra sin alcanzar su objetivo declarado de acabar con Hamás.
El noticiario estatal egipcio Al-Qahera informó el sábado que se había alcanzado un consenso sobre muchos de los puntos en disputa, pero no dio más detalles. Hamás ha pedido el fin total de la guerra y la retirada de todas las fuerzas israelíes de Gaza.
La guerra ha matado a más de 34.000 palestinos, de acuerdo con funcionarios de salud de Gaza. Además, ha causado una destrucción generalizada y ha sumido al territorio a una crisis humanitaria sin precedentes.
El conflicto estalló el 7 de octubre cuando Hamás atacó el sur de Israel, tomando a unas 250 personas como rehenes y causando la muerte de 1.200 más, la mayoría civiles. Israel dijo que los combatientes aún tienen a unas 100 personas como rehén y los restos de más de 30.
Un funcionario israelí de alto rango, que habló bajo condición de anonimato para discutir las negociaciones en curso, restó importancia a las perspectivas de un final completo de la guerra. El funcionario afirmó que Israel está comprometido con la invasión de Rafah y declaró que no aceptará bajo ninguna circunstancia poner fin a la guerra como parte de un acuerdo para liberar a los rehenes.
Los ataques israelíes perpetrados el sábado temprano en Gaza mataron al menos a seis personas. Tres cadáveres fueron recuperados de entre los escombros de un edificio en Rafah y trasladados al hospital Yousef Al Najjar. Un ataque en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, mató también a tres personas, según funcionarios del hospital.
En las últimas 24 horas, los cadáveres de 32 personas que perdieron la vida a causa de los ataques israelíes han sido trasladados a hospitales locales, informó el sábado el Ministerio de Salud de Gaza. El ministerio no distingue entre combatientes y civiles en sus recuentos, pero afirma que las mujeres y los niños representan alrededor de dos tercios de los muertos.
Las fuerzas militares israelíes señalaron que han matado a 13.000 combatientes, sin proporcionar pruebas que respalden su afirmación.