Hace 3 años 8 meses, en noviembre de 2019, llegué a Oxnard como cónsul titular con la ilusión y el compromiso de servir a una comunidad mexicana que se calcula ronda el medio millón de personas en los condados de Ventura, Santa Bárbara y San Luis Obispo.
La presente es la última columna que un servidor escribe para El Latino.
Agradezco infinitamente a Carlos Hernández, Editor en Jefe de esta publicación por el generoso espacio que cada dos semanas brinda al Consulado de México.
A partir del 1 de julio regresaré a México para seguir sirviendo a mi país en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Como diplomático de carrera con 25 años de experiencia, el reto era el más importante que hasta ese momento había tenido en mi carrera; uno de los primeros desafíos fue retornar el Consulado de México a su ubicación original en la calle 5a. en Oxnard.
Por una situación administrativa complicada, el consulado tuvo que irse a un edificio temporal en el downtown de Oxnard a inicios de 2019; sin embargo, esa ubicación no tenía las instalaciones adecuadas y dignas para brindar un servicio de calidad a la comunidad.
Así, después de intensas negociaciones con el dueño del edificio, y en medio de la pandemia por Covid, el 3 de agosto de 2020 el Consulado de México retornó a su ubicación actual.
Sin duda, el reto más importante para el cual nadie estaba preparado fue la pandemia por Covid que azotó al mundo entero durante más de dos años.
Oxnard y los condados vecinos fueron afectados de manera muy importante, y nuestra comunidad se vio sujeta a situaciones muy difíciles de enfrentar; por una parte, la mayoría de nuestra fuerza laboral fue considerada por el gobierno de EUA como “esencial” por lo que no tuvieron el lujo de permanecer aislados para evitar el contagio.
A su vez, mucha gente dejó de trabajar y su condición indocumentada no los hacía acreedores a los beneficios económicos que el gobierno otorgó al resto de la población.
Decenas de mexicanos murieron por Covid, y tuve que enfrentar por mucho tiempo la difícil pena de firmar sus actas de defunción, es así como a todas sus familias, deseo hayan encontrado resignación.
De manera particular, destacaría como un gran reto, el atender a más de 130 trabajadores agrícolas con visa H2A que se contagiaron en su albergue de vivienda en el centro de Oxnard; el personal del Consulado estuvo atento para asistirlos de distintas maneras durante esos difíciles días hasta asegurarnos que todos estaban en condiciones de regresar a México.
A diferencia de muchas entidades, el Consulado de México únicamente cerró sus puertas por 5 semanas; no obstante, fue tiempo suficiente para generar un gran rezago en la expedición de pasaportes y matrículas consulares y para enfrentarlo, siempre conté con la disposición de mi personal, que a pesar del riesgo que representaba el inminente contagio, siempre se mostraron dispuestos a servir a la comunidad durante esos tiempos difíciles; a todo el personal y cónsules, mi reconocimiento y agradecimiento.
Durante estos casi 4 años, hubo también innumerables buenos logros aunque por razón de espacio en esta columna, sólo me permitiré destacar algunos de ellos.
Gracias al gran liderazgo de personas como la hoy extinta Supervisora del Condado, Carmen Ramírez, el Consulado de México reforzó la colaboración con diversas agencias entre las que destaca la Human Services Agency y su Programa de Recursos para Trabajadores Agrícolas.
Con el último se inició un mecanismo de colaboración por el cual su personal que habla los idiomas mixteco, zapoteco y purépecha, acuden varios días de la semana al consulado para asistirnos en brindar servicios consulares a la comunidad mexicana, que habla principalmente estas lenguas.
Igualmente, el área de Comunidades del Consulado reforzó las ventanillas financieras y de educación, y mantuvimos los constantes apoyos económicos a través de becas con nuestros aliados.
En cuanto a temas legales que llamamos de Protección Consular, el Consulado de México se consolidó como un actor importante para salvaguardar los derechos de nuestra comunidad; se suscribieron acuerdos de entendimiento con las agencias de protección a la infancia (Child Family Services) para que el Consulado esté involucrado en casos de custodia de menores sujetos a negligencia o abuso y defienda los intereses de las partes.
También, se reforzó el diálogo e interacción con las oficinas de atención a víctimas dependientes de las respectivas fiscalías de los condados (District Attorney), y en materia de Trata de Personas, se suscribieron acuerdos para atender a las víctimas de esta terrible e ilegal actividad de abuso contra nuestra comunidad.
Muchos de los casos legales que atiende el consulado de manera gratuita, fueron posibles gracias al programa de asesorías legales externas conocido como PALE por sus iniciales, por medio del cual 13 distintas firmas de abogados y organizaciones han representado los intereses legales de la comunidad en decenas de casos, con un costo reducido o gratuito.
El personal consular que atiende estos casos cuenta con una amplia experiencia y sensibilidad para velar por los intereses legales de nuestra comunidad; a ellas y ellos, también mi sincero agradecimiento y reconocimiento por su incansable labor.
En materia cultural, el Consulado de México se reactivó como un espacio para las artes gráficas; en estos años hemos tenido varias exhibiciones de pinturas de reconocidos artistas como Tamayo, Toledo, Siqueiros, entre otros, así como de artistas locales, desde el reconocido John Nava y actualmente una serie de jóvenes creadores de arte en el área de Oxnard.
Lo anterior, no hubiera sido posible sin la colaboración de entidades como OPAC, que han promovido al consulado como un escaparate para las artes gráficas en la Costa Central.
Finalmente, ocupo estas últimas líneas para despedirme y agradecer a toda la comunidad mexicana en la costa central sus innumerables expresiones de reconocimiento por el trabajo que el personal del Consulado de México realiza día a día.
A toda la comunidad mexicana mi reconocimiento por su incansable labor, que de sol a sol realizan para mantener a la economía de este gran estado de California, poniendo en alto el nombre de México, pero sobre todo el de sí mismos y de sus familias.
Sinceramente
Euclides Del Moral Arbona, Cónsul de México