Por Agencias
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Encorvados, uno de ellos en silla de ruedas y todos con aparentes signos de haber sido golpeados. Así aparecieron ante un tribunal de Moscú cuatro hombres a los que Rusia acusa de ser los autores de los ataques en una sala de conciertos donde murieron al menos 139 personas.
Todos fueron acusados de cometer un acto de terrorismo.
El pasado viernes, hombres armados irrumpieron en Crocus City Hall, en Krasnogorsk, un suburbio del norte de Moscú y dispararon contra el público. Unas 6.000 personas asistían a un concierto de rock.
Los atacantes también causaron incendios que se esparcieron por el lugar y provocaron el colapso del techo.
Además de los muertos, las autoridades rusas dijeron que más de 100 personas resultaron heridas.
El grupo Estado Islámico, o EI, afirmó haber perpetrado el atentado, mientras que las autoridades rusas dijeron en un principio que la declaración de esta organización era «falsa».
El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció por primera vez este lunes que «islamistas radicales» están detrás del ataque, pero sugirió que el atentado encaja en una campaña de intimidación más amplia liderada por Ucrania.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) informó que arrestó a estos cuatro hombres en la región de Bryansk, unos 400 kilómetros al suroeste de Moscú, 14 horas después de producirse el ataque.
Los hombres comparecieron ante el tribunal este domingo y las autoridades rusas los identificaron como Dalerdzhon Mirzoyev, Saidakrami Murodali Rachabalizoda, Shamsidin Fariduni y Muhammadsobir Fayzov.
Según la agencia estatal de noticias rusa Tass son naturales de Tayikistán, país al norte de Afganistán.
En un comunicado del tribunal en Telegram, afirman que Mirzoyev había «admitido su culpabilidad plenamente» y que Rachabalizoda también la reconoció.
Los cuatro permanecerán en prisión preventiva hasta, al menos, el 22 de mayo, añadió el tribunal.
Otras siete personas han sido arrestadas en Rusia sospechosas de ayudar en el ataque.
Con signos de golpes
En un video se pudo a ver cómo agentes de la policía con la cara cubierta llevaban a los acusados ante el tribunal del distrito de Basmanny, en la capital rusa.
Durante su estancia en el tribunal, los cuatro permanecieron dentro de una cabina con paneles de vidrio y custodiados por policías que tenían el rostro cubierto.
En las imágenes se aprecia signos de golpes en los detenidos.
Cuando se le preguntó sobre la supuesta tortura, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, se negó a hacer comentarios al respecto durante una rueda de prensa que dio este lunes.
Los hombres que el tribunal identificó como Mirzoyev y Rachabalizoda tenían los ojos morados y la oreja de este último estaba vendada, al parecer debido a que se la cortó parcialmente durante su arresto.
Mirzoyev también parecía tener una bolsa de plástico rota alrededor de su cuello.
El rostro del hombre identificado como Fariduni estaba muy hinchado, mientras que el hombre llamado Fayzov pareció perder el conocimiento cuando lo llevaron al tribunal en silla de ruedas y vestido con una fina bata de hospital.
Según la agencia de noticias Reuters, daba la impresión de que le faltaba un ojo.
Investigación en curso
La organización Estado Islámico (EI) se atribuyó en su canal de Telegram el atentado del pasado viernes y publicó pruebas en video de los atacantes disparando contra la multitud dentro de la sala de conciertos.
Peskov dijo este lunes que no era apropiado hacer comentarios al respecto hasta que no hubiera concluido la investigación.
Sin embargo, las autoridades rusas han sugerido que Ucrania ayudó a los atacantes. Putin dijo que Kyiv había «preparado una ventana» para permitirles cruzar la frontera y escapar hacia territorio ucraniano.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, rechazó el domingo las acusaciones y su dirección de inteligencia militar dijo que es «absurdo» sugerir que los hombres estaban tratando de cruzar una frontera fuertemente minada, repleta de cientos de miles de soldados rusos, para ponerse a salvo.
Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo que EI es «el único responsable de este ataque. No hubo participación ucraniana en absoluto».
Rusia en la mira de EI
Estados Unidos advirtió a Moscú a principios de este mes sobre un posible ataque en Rusia con foco en grandes reuniones. Más tarde emitió un aviso público a sus ciudadanos en el país.
La alerta fue desestimada por el Kremlin como propaganda y un intento de inmiscuirse en su elección presidencial.
Washington dijo después del ataque que no tenía motivos para dudar de la afirmación de EI.
No sería la primera vez que EI y sus aliados atacan a Rusia o sus intereses en el exterior.
El grupo reivindicó el bombardeo de un avión ruso sobre Egipto en 2015 con 224 personas a bordo, la mayoría ciudadanos rusos. También se adjudicó un atentado con bomba en 2017 en el metro de San Petersburgo, en el que murieron 15 personas.
Los analistas de seguridad dicen que el grupo considera a Rusia un objetivo principal por varias razones, incluido el papel del país en la destrucción de la base de poder de EI en Siria mientras apoyaba el gobierno del presidente Bashar al Assad.
También por las dos guerras brutales de Moscú en Chechenia, de mayoría musulmana, entre 1994 y 2009, y la invasión de Afganistán en la era soviética.
El grupo ISIS-K opera principalmente en Afganistán y partes de Asia Central y su nombre se basa en un antiguo término para la región.
Se encuentra entre las ramas más capaces y activas de EI y fue responsable de ataques suicidas mortales en el aeropuerto de Kabul, la capital afgana, durante la caótica retirada estadounidense de agosto y septiembre de 2021.
La filial critica frecuentemente al presidente Vladimir Putin en su propaganda.