Por Agencias
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La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, criticó duramente a la justicia de su país tras ser condenada a 6 años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio del Estado, cargo que niega.
La expresidenta fue condenada por haber otorgado obras viales millonarias a un socio durante los 12 años que gobernaron ella y su difunto marido, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2015), y fue inhabilitada para ocupar cargos públicos de por vida.
No obstante, no irá a prisión en lo inmediato ya que primero el fallo debe ser ratificado por la Cámara de Casación y la Corte Suprema, lo que podría tardar años.
También podrá presentarse en las elecciones generales de 2023, aunque tras el fallo informó que no será candidata «a nada».
«La condena estaba escrita», señaló minutos después de que se conociera la sentencia, reiterando lo que había dicho en 2019 ante el Tribunal, cuando anticipó que la declararían culpable.
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«Como ustedes me habrán escuchado durante los alegatos, probé absolutamente, y así lo hizo también nuestra defensa, que de acuerdo a la Constitución, yo no tengo el manejo de las leyes del Presupuesto, porque lo curioso es que el delito lo cometí por la sanción de leyes», afirmó, en referencia a que la financiación de las obras cuestionadas fue aprobada por el Congreso a través de la ley de Presupuesto.
«Yo no legislo. No sancioné las leyes del Presupuesto, esos fueron los diputados y senadores», reiteró.
Hablando desde su despacho en el Senado, que preside por ser vicepresidenta -y desde donde escuchó por videoconferencia el fallo- Kirchner afirmó que su juicio había sido más que un caso de lawfare o guerra jurídica, entablada por el «Partido Judicial», como venía advirtiendo.
«Esto es un Estado paralelo y mafia judicial», acusó. «Y la confirmación de la existencia de un sistema paraestatal donde se decide sobre la vida, el patrimonio, la libertad de los argentinos, que está afuera de los resultados electorales».
La exmandataria señaló que la «confirmación» de ello fue una filtración ilegal de un chat de Telegram, difundida por algunos medios el lunes, que presuntamente reveló la existencia de un viaje secreto que compartieron funcionarios de la oposición, magistrados, fiscales y exagentes de inteligencia.
El mismo lunes, el presidente argentino, Alberto Fernández, hizo referencia por cadena nacional al citado chat para informar que pediría una investigación sobre ese encuentro y sobre los intentos de esconderlo.
«Presa o muerta»
Al final de su discurso, que duró casi una hora, la vicepresidenta fustigó al «poder económico y mediático» que, según dijo, busca proscribir a su fuerza política.
La vicepresidenta acusó al Grupo Clarín de estar detrás de su condena.
«Es el poder en la Argentina (…) una suerte de Estado paralelo, que coarta constantemente. Es un sistema disciplinador. Hay que disciplinar a la dirigencia política argentina. No a los que piensan como ellos, como Juntos por el Cambio (…) hablo fundamentalmente del peronismo, los que tenemos un compromiso con los derechos de la gente», señaló.
«Me condenan porque condenan un modelo de desarrollo económico y de reconocimiento de los derechos del pueblo. Por eso me condenan», aseguró.
También aseguró que el objetivo del juicio era sacarla del poder.
«La condena no son los 6 años en la cárcel. La condena real que dan es la inhabilitación perpetua para ejercer cargos políticos electivos. Cuando todos los cargos a los que accedí fue siempre por el voto popular. Cuatro gobiernos ganamos con el apellido Kirchner. Esto es lo que me están cobrando. Por esto me inhabilitan. Esta es la verdad de la milanesa, que la cuenten como quieran», afirmó.
«No van a tolerar jamás que alguien, como cuando me tocó a mí gobernar en dos oportunidades, no hagan lo que ellos dicen», dijo.
Sus palabras finales las reservó para quien ha sido el principal antagonista de su gobierno: el Grupo Clarín, al que acusó de montar una venganza porque ella no aceptó fusionar al grupo con Telecom.
Al borde del llanto, le dirigió un mensaje al CEO del principal multimedios del país, Héctor Magnetto:
«No voy a ser candidata (en 2023), es más, es una muy buena noticia para usted, Magnetto, ¿sabe por qué? Porque el 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fueros, no voy a ser vicepresidenta, así que le va a poder dar la orden a sus esbirros de la [Cámara de] Casación y de la Corte Suprema que me metan presa. Pero mascota de usted nunca jamás. No voy a ser candidata a nada», sentenció.
«Me va poder meter presa después del 10 de diciembre (…) eso es lo que usted quiere: verme presa o muerta».
Con esta sentencia, Cristina Kirchner se convirtió en la primera vicepresidente argentina en ejercicio de sus funciones en ser condenada por cargos de corrupción.
Los jueces señalaron que presentarán los fundamentos de su decisión el 9 de marzo de 2023, tras lo cual la vicepresidenta podrá apelar el fallo.