Quitarse los zapatos en aeropuertos de EE.UU. podría ser cosa del pasado

Por Redacción
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La medida, que podría comenzar a implementarse desde este mismo domingo, fue reportada por primera vez por el boletín Gate Access. Posteriormente, ABC News citó un memorando interno enviado a oficiales de la TSA, donde se instruye que los viajeros podrán mantener sus zapatos puestos durante los controles estándar en todos los aeropuertos del país.

Este cambio eliminaría una de las medidas más impopulares adoptadas tras el intento fallido de Richard Reid, conocido como el “terrorista del zapato”, quien en diciembre de 2001 intentó detonar explosivos ocultos en su calzado en un vuelo de París a Miami. A raíz de ese incidente, la TSA impuso la remoción obligatoria de los zapatos como parte del proceso de seguridad.

Hasta ahora, sólo los pasajeros inscritos en el programa TSA PreCheck podían evitar esta incomodidad. Este programa, que cuesta unos 80 dólares por cinco años, permite a los viajeros elegibles pasar por controles más rápidos sin tener que quitarse zapatos, cinturones ni chaquetas ligeras.

Además, existen excepciones para adultos mayores de 75 años y niños de 12 o menos, quienes ya están exentos de quitarse los zapatos al pasar por seguridad.

La TSA no ha confirmado oficialmente la nueva política. En un comunicado emitido esta semana, un portavoz indicó que la agencia y el Departamento de Seguridad Nacional “siempre están explorando formas nuevas e innovadoras de mejorar la experiencia del pasajero y mantener una sólida postura de seguridad”. También señaló que cualquier actualización del proceso se anunciará por canales oficiales.

La TSA fue creada tras los ataques del 11 de septiembre por orden del entonces presidente George W. Bush. Desde su fundación, la agencia federal ha asumido la responsabilidad total de la seguridad en aeropuertos, reemplazando a las empresas privadas que hasta ese momento eran contratadas por las aerolíneas.

Con el paso del tiempo, la TSA ha adoptado distintas tecnologías y políticas para optimizar los procedimientos de seguridad, como el reconocimiento facial, el escaneo corporal avanzado y la implementación progresiva del sistema Real ID.

Sin embargo, los puntos de control continúan siendo una de las principales fuentes de queja entre los viajeros. En abril, el secretario de Transporte, Sean Duffy, lanzó una consulta en redes sociales preguntando al público qué cambiarían para mejorar su experiencia en los aeropuertos. “Está muy claro que la TSA es la principal queja en cuanto a viajes en aeropuertos”, escribió Duffy al día siguiente en X (antes Twitter). “Eso recae bajo el Departamento de Seguridad Nacional. Discutiré esto con @Sec_Noem”, añadió, en referencia a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.

De hecho, Noem tiene previsto realizar una conferencia de prensa la noche del martes en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan Washington, donde se espera que anuncie formalmente esta nueva política de la TSA. Según un comunicado de su oficina, la actualización busca facilitar el proceso de control, mejorar la satisfacción de los pasajeros y reducir los tiempos de espera.

Este cambio se da en un contexto de reestructuración en la agencia. En enero, el expresidente Donald Trump despidió al entonces administrador de la TSA, David Pekoske, a pesar de que había sido nombrado por él mismo durante su primer mandato. Pekoske fue posteriormente ratificado por el presidente Joe Biden, aunque actualmente el cargo de administrador permanece vacante, según la información publicada en el sitio oficial de la TSA.