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Resumen internacional

Por Agencias
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Los ahogamientos del 20 de febrero plantearon dudas sobre la insistencia del presidente en que los miembros de la guardia recibieran entrenamiento militar y estuvieran bajo el mando del ejército, a pesar de que realizan trabajos civiles de aplicación de la ley.

El presidente López indicó que un total de 11 reclutas fueron arrastrados por las olas y cuatro sobrevivieron, y que ocurrieron en una playa cercana a una base militar en Ensenada, Baja California.

Los videos publicados por un grupo de apoyo de los familiares de las víctimas mostraban a docenas de cadetes caminando hacia el fuerte oleaje con uniformes completos.

López Obrador indicó en su rueda de prensa que los reclutas “tenían las botas puestas, y pesan mucho”.

Dijo que el oficial al mando había sido detenido.

“Se ha abierto una investigación de los hechos. Lo sentimos mucho, mucho”, indicó López Obrador.

Los familiares han cuestionado por qué se ordenó a los reclutas que ingresaran al Pacífico, cuando en ese momento había alertas meteorológicas locales sobre mares agitados y olas altas.

El Departamento de Defensa de México se ha negado durante mucho tiempo a responder preguntas de la prensa sobre las víctimas.

Cuando cuatro soldados murieron la semana pasada por una bomba colocada al pie de una carretera en el estado de Michoacán, donde los cárteles de la droga están activos, fue el presidente quien confirmó las muertes, no el Ejército.

El silencio del Ejército desde los ahogamientos ha reflejado el nuevo poder de los militares bajo la administración de López Obrador.

El presidente ha insistido en que sólo las fuerzas armadas están libres de corrupción y ha tratado de entregar el control total de la Guardia Nacional al Ejército.

La mayoría de los reclutas de la Guardia Nacional están desplegados en tareas de lucha contra el crimen, donde la policía local dice que su entrenamiento militar los deja mal preparados para realizar tareas simples como completar informes de arresto. Como consecuencia de ello, la Guardia realiza muy pocas detenciones.

Desde que asumió el cargo a finales de 2018, López Obrador no solo ha convertido al ejército en el principal brazo policial.

También ha entregado al ejército la propiedad de trenes, proyectos turísticos, aeropuertos y hoteles gubernamentales.

El ejército ha asumido un papel de liderazgo en la construcción de proyectos de obras públicas y en la operación de la nueva aerolínea estatal de México.

La economía de Brasil creció un 2.9% en 2023, superando las expectativas en el primer año de la administración del presidente Luiz ‘Lula’ da Silva, según el instituto de estadísticas del gobierno.

La cifra anunciada por el IBGE impresionó a muchos economistas, cuya previsión general a principios del año pasado era de sólo un 0.8% de crecimiento en 2023.

La economía de Brasil creció un 3% en 2022, en parte debido a los programas de gasto gubernamental impulsados por el entonces presidente Jair Bolsonaro, en medio de su fallido intento de reelección.

La agencia de calificación crediticia Austin Ratings señaló que la economía de Brasil es ahora la novena más grande del mundo, según las cifras preliminares del producto interno bruto anunciadas el viernes.

Alcanzar $2.17 mil billones (millones de millones) de dólares en PIB el año pasado, colocó a la nación sudamericana por delante de Canadá y Rusia, explicó.

La agencia brasileña de estadísticas informó que la producción récord de soja y maíz de Brasil ayudó a los resultados generales.

«La agricultura representó alrededor de un tercio de todo el crecimiento de la economía de Brasil el año pasado», recalcó en un comunicado Rebeca Palis, coordinadora del IBGE.

El gobierno manifestó después de los resultados que espera que el crecimiento en 2024 sea del 2.2%, lo que nuevamente superaría las expectativas del mercado.

“Lula” ha dicho en foros públicos que quiere elevar la cifra por encima del 3% este año atrayendo más inversión extranjera a Brasil.