Por Redacción
redaccion@latinocc.com
El intento de Donald Trump de presionar a Brasil con aranceles más altos para apoyar al expresidente Jair Bolsonaro parece haber fracasado, porque fortaleció a l@s oponentes de Bolsonaro y agravó sus problemas legales.
La semana pasada, Trump envió una carta al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva amenazando con un impuesto de importación del 50%, vinculando explícitamente la medida al juicio de Bolsonaro, al que calificó de «cacería de brujas».
«¡Este juicio debe terminar de inmediato!», escribió Trump en una segunda carta a Bolsonaro, afirmando que había «expresado enérgicamente» su desaprobación a través de su política arancelaria.
En lugar de intimidar a las autoridades brasileñas, la intervención de Trump pareció galvanizar a Lula y envalentonar a la Corte Suprema de Brasil, que intensificó el caso.
El viernes, la Policía Federal allanó el domicilio y la oficina de Bolsonaro, le ordenó usar un grillete electrónico, le prohibió el acceso a las redes sociales e impuso nuevas restricciones.
Las amenazas de Trump impulsaron inesperadamente a Lula, quien había estado lidiando con una baja aprobación, la resistencia del Congreso y las dudas sobre su reelección.
Ahora, a los 79 años y en su tercer mandato, Lula ha visto un aumento en el apoyo, con aliad@s que lo instan a postularse de nuevo, para «defender la soberanía de Brasil» contra lo que llaman la interferencia estadounidense.
Desde el anuncio de Trump, Lula se ha mostrado vigorizado.
En una asamblea estudiantil el jueves, lució una gorra azul con la leyenda «Brasil Soberano Nos Une», un marcado contraste con la gorra roja de Trump con la leyenda «Hagamos a América Grande de Nuevo».
«Un gringo no le dará órdenes a este presidente», declaró Lula, calificando los aranceles propuestos de «chantaje inaceptable».
La política exterior de Trump ha fortalecido involuntariamente a sus rivales en el pasado, y los conflictos comerciales también han impulsado a los oponentes de sus aliados en Canadá y Australia.
Las encuestas sugieren que la disputa mejoró la posición de Lula. Según Atlas, su aprobación aumentó del 47.3% en junio al 49.7% tras el impasse arancelario.
También reveló que el 62.2% de l@s brasileño@ considera injustificados los aranceles estadounidenses, mientras que el 36.8% los apoya.
Incluso algunos conservadores criticaron a Trump, como el exvicepresidente de Bolsonaro, el senador Hamilton Mourão, calificó el juicio de parcial, pero la intervención de Trump de «interferencia indebida».
«Trump ha devuelto a Lula al juego», declaró Thomas Traumann, consultor político y exportavoz presidencial, quien semanas atrás argumentó que Lula estaba perdiendo impulso.
VENEZUELA
La Fiscalía General de Venezuela anunció el lunes la apertura de una investigación contra el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, por presuntos malos tratos y violaciones de derechos humanos contra migrantes venezolanos. Los migrantes en cuestión pasaron meses detenidos en una prisión de máxima seguridad en el país centroamericano tras ser deportados por Estados Unidos.
El fiscal general, Tarek William Saab, declaró que su oficina decidió abrir la investigación después de que algunos de los migrantes informaran a las autoridades venezolanas sobre los presuntos malos tratos.
La investigación incluye al ministro de Justicia de El Salvador, Gustavo Villatoro, y al director del sistema penitenciario, Osiris Luna.
Más de 250 migrantes estuvieron recluidos desde marzo en una megaprisión conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), construida para albergar a presuntos pandilleros en la guerra de Bukele contra las pandillas del país.
Fueron liberados el viernes por El Salvador a cambio de 10 ciudadanos estadounidenses encarcelados en Venezuela, como parte de un acuerdo tripartito.
La oficina de Bukele no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
ECUADOR
El jefe de una violenta pandilla ecuatoriana, acusado de contrabandear cocaína y armas de fuego entre Sudamérica y Estados Unidos, se declaró inocente el lunes en Nueva York de los cargos relacionados con drogas y armas.
José Adolfo Macías Villamar, apodado «Fito», compareció ante un tribunal federal en Brooklyn un día después de que Ecuador lo extraditara a Estados Unidos.
Un juez ordenó su detención hasta el juicio y fijó su próxima fecha de comparecencia ante el tribunal para el 19 de septiembre.
La Fiscalía estadounidense acusa a Macías de liderar la despiadada pandilla “Los Choneros”, que utilizaba sicarios, sobornos y armas militares, incluyendo ametralladoras y granadas.
Los sicarios asesinaron, torturaron y secuestraron personas en Ecuador, cometiendo actos violentos contra las fuerzas del orden, políticos, abogados y civiles, según informaron las autoridades.
“Los Choneros” también colaboraron con cárteles mexicanos para enviar cocaína desde proveedores colombianos a través de Ecuador y Centroamérica a Estados Unidos, y enviaron armas de fuego desde Estados Unidos a Sudamérica, según la fiscalía.
“Macías Villamar representa un peligro extraordinario para la comunidad”, escribieron los fiscales estadounidenses en una solicitud para que Macías permanezca detenido sin fianza hasta el juicio.
“El Tribunal debería dictar una orden de detención permanente, ya que ninguna condición ni combinación de condiciones puede garantizar la seguridad de la comunidad ni la comparecencia de Macías Villamar en el juicio”, indicaron los fiscales.
El abogado de Macías, Alexei Schacht, quien presentó la declaración de inocencia en su nombre, expresó su interés por ver las pruebas del gobierno sobre el presunto tráfico de drogas y armas de fuego.
“Que yo sepa, no hizo ninguna de las dos cosas”, declaró Schacht en un correo electrónico.
Macías le declaró al juez que era inocente y que comprendía sus derechos legales.
La magistrada Vera Scanlon también ordenó que los problemas de salud de Macías, incluyendo hipertensión, gastritis y fragmentos de bala en su cuerpo, provenientes de un tiroteo ocurrido hace años, reciban el tratamiento adecuado durante su detención.
Macías se fugó de una prisión en Ecuador en enero de 2024 y no fue capturado hasta el mes pasado, cuando fue encontrado en un búnker subterráneo en la mansión de un familiar en la ciudad portuaria de Manta.
Cumplía una condena de 34 años por narcotráfico, crimen organizado y asesinato cuando escapó.
También huyó de una prisión de máxima seguridad en febrero de 2013, pero fue recapturado unas semanas después.
