Por Agencias
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El ganador de tres Grand Slams, a sus 36 años, pone posible fecha a su adiós. Los Juegos Olímpicos de París podrían poner el broche a su leyenda.
A sus 36 años y con una prótesis de cadera, Andy Murray, el jugador que más cerca estuvo del Big Three en el punto álgido de la rivalidad entre Federer, Djokovic y Nadal, atisba su retirada. “Probablemente, no jugaré más allá de este verano”, dijo este miércoles tras caer contra el francés Ugo Humbert (6-2 y 6-4) en el ATP 500 de Dubái. “Me preguntan sobre esto después de cada partido que juego, de cada torneo que juego. Para ser honesto, estoy aburrido de la pregunta. No voy a hablar más sobre eso desde ahora hasta cuando llegue el momento. No creo que pueda parar. Pero sí, no planeo jugar mucho más allá de este verano”, desarrolló el británico después de unas semanas en las que su adiós ha sido tema recurrente.
Tras caer en primera ronda del Open de Australia, Murray ya dejó caer que la retirada estaba merodeando por su cabeza. Como mínimo, el ganador de tres Grand Slams no se veía jugando otro año en el major oceánico. “Puede que sea la última vez que juegue aquí”, dijo en la rueda posterior a su derrota. La semana pasada, en Doha, tras ceder contra una de las sensaciones de la temporada, Jakub Mensik, la bola de nieve se hizo más grande. “Este deporte ya no es para mí”, se pudo leer en sus labios después de perder contra el checo de 18 años. La escena y su repercusión, sin embargo, llevó al británico a desmentir una retirada cercana: “Estoy en un momento terrible, lo sé. Mucha gente se rendiría en mi situación, pero yo no soy así. No me rendiré”, compartió en sus redes sociales.
Las últimas palabras, además, vinieron acompañas de un enfado que, en Dubái, Murray volvió a hacer patente. “¿Marchar mi legado?”, añadió en aquella ocasión, de forma irónica, respondiendo a un artículo en el que se debatía sobre si Murray debía despedirse definitivamente de las pistas. Pese a ello, el adiós parece coger forma. Como mínimo, eso sí, el británico quiere estar en los Juegos de París. Siendo doble campeón olímpico (y plata en dobles), podrían poner el broche a su leyenda. “Probablemente, estaré en Roland Garros. Si quiero tener un buen desempeño en los Juegos Olímpicos, tendré que jugar algunos torneos en tierra. Incluso, si los Juegos Olímpicos no fueran después de Wimbledon, todavía querría jugarlos”, desgranó este miércoles sobre sus futuros planes, que pasarían, como grandes escenarios, por las dos citas en París y el All England Club, donde fue campeón en 2013 y 2016.
Un amago y la prótesis
Situado en la 61ª posición del ranking, Murray ya amagó con la retirada en 2019. “Donde me gustaría poner fin a la competición es en Wimbledon, pero no estoy seguro de que vaya a poder hacerlo. Creo que hay posibilidades de que el Abierto de Australia sea mi último gran torneo”, declaró en el mencionado año en una escena muy similar a la del pasado enero. Entonces, estaba muy reciente una operación de cadera a la que se sometió en enero de 2018. Las molestias, que empezaron en 2017, desembocaron en una prótesis de cadera que, tal y como explicó en una entrevista con este periódico, “le cambió la vida”. La intervención le permitió dar continuidad a una carrera con las tres medallas olímpicas y los tres Grand Slams mencionados, además de 14 Masters 1.000, 41 semanas como número uno o 47 títulos en total. La leyenda, sin embargo, se cerca a su fin.