Sheinbaum busca pacto con Trump para deportar migrantes no mexicanos directamente a sus países de origen


Por Redacción
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En su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum reiteró que su administración está preparada para manejar un posible aumento en las deportaciones masivas, una de las promesas clave de campaña de Trump, aunque confía en que no será necesario enfrentar ese escenario.

“Somos solidarios con todos, pero nuestra prioridad es recibir a las y los mexicanos. Esperamos llegar a un acuerdo con la administración Trump para que ellos también envíen a los migrantes de otras nacionalidades a sus países de origen”, declaró la mandataria.

Sheinbaum recordó que actualmente existe un entendimiento con la administración de Joe Biden, en el cual Estados Unidos deporta directamente, vía aérea, a migrantes de diversas nacionalidades a sus países de origen. En casos donde esa deportación directa no es posible, el acuerdo incluye la colaboración de México para facilitar el retorno de esas personas.

“Con la administración Biden hemos trabajado para que, cuando no exista una relación directa, haya colaboración desde México para garantizar que estas personas sean enviadas a sus países de origen. Esto también lo buscaremos con Trump”, explicó.

La presidenta subrayó que su gobierno continuará implementando una estrategia “humanitaria” frente a la migración, manteniendo el enfoque en el respeto a los derechos humanos y la cooperación internacional.

El pasado 27 de noviembre, Sheinbaum sostuvo una llamada telefónica con Trump, la primera desde su elección. Según la mandataria, la conversación fue “excelente” y reafirmó su disposición a trabajar en temas de interés mutuo.

Sin embargo, la relación inició con ciertas tensiones. Trump afirmó en una publicación en Truth Social que Sheinbaum había aceptado “cerrar, en efecto, la frontera sur” de México para detener la migración. Estas declaraciones fueron rápidamente desmentidas por la presidenta, quien aclaró que la postura de México es “tender puentes, no cerrar fronteras”.

Sheinbaum también destacó que su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, había reconocido públicamente la relación respetuosa que mantuvo con Trump durante su primer mandato, y confía en continuar en esa línea.

Desde que asumió la presidencia, el gobierno de Sheinbaum ha enfrentado un aumento significativo en el flujo migratorio. Entre el 1 de octubre y el 3 de diciembre, las autoridades mexicanas detuvieron a 349,625 migrantes, un promedio de 5,234 por día, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

La creciente presión migratoria ha llevado a México a fortalecer sus operativos de control fronterizo y deportaciones, lo que ha generado críticas de grupos defensores de derechos humanos. A pesar de esto, Sheinbaum asegura que su gobierno prioriza una gestión migratoria que combine seguridad con principios humanitarios.

La presidenta dejó claro que México seguirá trabajando para garantizar una cooperación eficaz con Estados Unidos en temas migratorios. Con la transición en la Casa Blanca, el objetivo es mantener un diálogo abierto y establecer acuerdos que beneficien a ambas naciones, especialmente frente al desafío que representa la migración en la región.

Aunque aún no se define la estrategia final de Trump en torno a la migración, Sheinbaum insiste en que México está listo para enfrentar cualquier escenario, siempre buscando proteger los derechos de las personas migrantes y la soberanía del país.