Suicidio: un problema que puede ser evitado

Por Víctor Rosas
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La semana del 15 al 22 de septiembre, se ha declarado como la semana de concientización acerca del suicidio, un mal social, que sigue en aumento y que deja una huella devastadora en familiares de las víctimas, (la persona que se suicida se considera una víctima de si misma), y en la sociedad en general.

NUMEROS ALARMANTES

El suicidio es un mal social que se registra en todos los países del mundo y que parece no estar ligado ni con la situación económica de los mismo, ni con los niveles de educación, inclusive ni con las leyes de control de armas de fuego, como se podía pensar.

Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, publicado con estadísticas recolectadas durante el 2018, 5 de las naciones con un índice de suicidio más alto en el mundo, corresponden a países de la Europa Oriental, con Lituania ocupando el primer lugar, con un índice de 31.9 personas que se quitan la vida, por cada 100 mil habitantes, el segundo lo ocupa Rusia, con 29.2 está la isla caribeña de Guyana, y cerrando los primeros cinco está Corea del Sur con 26.9.

El único país de Europa del Oeste con un alto índice de suicidios de 20.7 por cada 100k habitantes es Bélgica, que se encuentra en el lugar número 11 de la lista publicada, cabe destacar que Bélgica tiene una de las leyes más liberales en suicidios asistidos por un doctor (eutanasia), que puede ser un factor determinante en el alto índice .

Sorpresivamente, algunos de los países con graves problemas de violencia tienen relativamente bajos índices de suicidios, por ejemplo, Afganistán, tiene un índice de suicidios de sólo el 4.7, e Irán y Siria solamente tienen únicamente 1.9 suicidios por cada 100 mil habitantes.

El país de América con un mayor índice de suicidios es Uruguay, con un 18.4, mientras que los Estados Unidos registra un promedio de 15.3 por cada 100 mil personas.

En la lista, Cuba, El Salvador y Trinidad y Tobago, ocupan los lugares 35, 36 y 38 con índices de 13.9, 13.7 y 13.6 suicidios por cada 100 mil habitantes.

Costa Rica ocupa el lugar número 90 con 7.9 de promedio, mientras que México ocupa el lugar 131 con 5.1 suicidios por cada 100 mil habitantes.

UN PROBLEMA GLOBAL

Según datos del año 2017, el suicidio fue la décima causa de muerte en el Estados Unidos, comparable a las personas que mueren en accidentes automovilísticos, sin embargo, una cifra más alarmante es el número de intentos de suicidio fue de 1,400,000.

En California, nueve californianos mueren diariamente por cometer suicidio, comparable también, al número de personas muertas en accidentes de tráfico.

El suicidio devasta a las familias y a las comunidades.

El índice de suicidios en California está entre los adultos de más de 85 años de edad, que se cree, ocurren debido a enfermedades crónicas y a depresión que entre otros factores, es debida a la soledad.

La mayor cantidad de suicidios ocurren en individuos en edad entre los 45 y los 54 años de edad, en este rango de edad, los factores que influyen para que las personas tomen esta decisión es el fracaso profesional, y la pérdida de la familia, muchas veces debido a divorcios.

El suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 16 a 25 años, que se atribuyen a problemas de abusos de sustancias como drogas y alcohol, desintegración familias, entre otros.

En California, la población blanca tiene el índice de suicidios más alto, seguido por los nativos indígenas estadounidenses, los provenientes de las islas del pacífico, y aquellos de dos o más razas, y los latinos.

A nivel local, en el Condado de Ventura durante el 2017, se cometieron 94 suicidios y 58 en el Condado de Santa Bárbara.

Acerca de la devastación que un suicidio produce en los familiares, Fermín Hernández, quien trabaja para el Departamento de Policía de Oxnard (OXPD) en la unidad de servicios comunitarios, relata como, por su trabajo, es una de las primeras personas en acudir cuando hay un reporte de suicidio.

“Normalmente, los familiares tienen una actitud de enojo y resentimiento hacía la víctima, recuerdo una señora cuyo esposo se suicidó ahorcándose en la parte trasera de la vivienda, cuando llegué a la casa, la señora repetía, ‘¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? Mira lo que nos has hecho’, y miraba con rencor el cuerpo del esposo muerto”.

Fermín afirma, que de acuerdo a su experiencia y a los entrenamientos recibidos, la persona que tiene tendencias suicidas, “no las desarrolla de la noche a la mañana”.

UNA SITUACIÓN COMPLEJA PERO CON ESPERANZA

El Oficial Hernández asegura que la víctima no es que ese día amaneció con ganas de suicidarse, sino que es un proceso que dura mucho tiempo, incluso años, donde presenta síntomas que deberían alertar a los familiares de que hay un proceso de decadencia en ella.

“Es común que las personas que están pensando en suicidarse, pasen mucho tiempo aisladas, se les nota pensativas, y empiezas a verbalizarlo con plásticas pesimistas, acerca de todo, la economía está mal, las sociedad ha perdido valores, pasan por largos periodos depresivos, etc.”.

Hernández también afirma, que es muy común que cuando una persona ya ha tomado la decisión de quitarse la vida, empieza a “despedirse”, regala las cosas que tiene, aún aquellas que tienen gran valor sentimental, en ocasiones gastan dinero de las tarjetas de crédito, haciendo compras para los seres queridos, etc.

“Hay un periodo de unos cuantos días antes, donde estos individuos, que ya han tomado la decisión de suicidarse, donde se les ve contentos, alegres y pareciera que han superado cualquier problema que los tenía muy mal, sólo para unos días después, cometer el suicidio”, asegura.

De acuerdo con el Oficial, esto aumenta el sentimiento de culpa entre los familiares porque tienden a pensar que fue su culpa no haber detectado los planes de la víctima.

Hernández afirma que la mejor arma para luchar contra el suicidio que la familia y la sociedad tienen es el amor, mostrar a las personas que son importantes, demostrarles que se les quiere, que son parte de la familia y la sociedad.

“Es esto, lo que hará que una persona cambie su forma de pensar acerca de la vida y deje de pensar en tomar una solución definitiva para un problema temporal”, enfatiza el Oficial.

Elisa Marinero, terminó su carrera de sociología en la Universidad de California en Channel Island, desde entonces, trabaja en Las Islas Medical Group de Oxnard, tratando de ayudar a familias que no hablan inglés y tampoco cuentan con un seguro médico que les pueda proporcionar servicios de salud mental, porque están enfrentando una situación potencial de suicidio.

“Mi trabajo consiste en encontrar un lugar donde puedan atender a estas personas, pero no es fácil, generalmente los lugares cercanos donde pueden atenderlos, no hay quien hable español, y donde hablan español, están lejanos y estas personas no pueden manejar hasta allá”, relata Marinero quien es trabajadora social.

Además Marinero señala que se ha implementado lo que se llama un plan de ayuda, que consiste en escribir, en hojas de papel, en primer lugar, los números de teléfono de personas a las que llamarían en un momento de crisis, y hacer muchas copias para que tengan en su casa, en el trabajo, en el automóvil, etc., segundo, es reconocer los sentimientos y pensamientos que tienen antes de que aparezca una crisis, por ejemplo, tristeza, nostalgia, etc.

“Algunas personas me dicen que se sienten tristes cuando ven una fotografía de un familiar que falleció, o un novio que las dejó, etc. Identificar estos sentimientos que desencadenan la ansiedad o la depresión es vital”, asegura Marinero.

Parte del método para ayudar a las personas en crisis es escribir lo que harán si sienten que están por sufrir o están sufriendo una crisis, por ejemplo, salir a caminar, hablar con alguna persona de las que escribieron su número, escuchar música, etc.

Por último, también les recomiendan escribir el número de emergencia de crisis de suicidio, para que en el último de los casos, puedan llamar y recibir ayuda de inmediato.

“Otra de las cosas que hago, cuando termino la entrevista, es preguntarle, ¿Tiene ya un plan de cómo cometerá el suicidio? Si la respuesta es no, solo lo he pensado, entonces las dejamos ir a su casa, pero si su respuesta es afirmativa, es decir, ya cuentan con un plan específico para cometer el suicidio, entonces, de inmediato se llama a la línea de ayuda para crisis y no se le deja ir a su casa, hasta que viene por ella alguien del centro de crisis y darles la ayuda necesaria”.

“No soy especialista en suicidios, pero hemos tenido que fabricar un plan para estas personas que no pueden recibir la ayuda necesaria de inmediato, y ha sido satisfactorio, cuando les llamo para darles seguimiento, me dicen haber encontrado ayuda en nuestra entrevista, y he podido desarrollar buenas relaciones con estas personas”, indica Marinero.

Al igual que el Oficial Hernández, la trabajadora social coincide en que una relación de amor y amistad con las personas es la mejor medicina para combatir la depresión, y esa ansiedad que casi siempre preceden a los intentos de suicidio.

Por último, el pasado lunes 16 de septiembre, ofrecieron una conferencia de prensa en la explanada del Centro de Gobierno en la Ciudad de Ventura, donde la Congresista federal Julia Brownle y la asambleísta estatal Jacki Irwin, en la que anunciaron que Jacki Irwin ha introducido una legislación, para que las armas que se venden en California, tengan escrito el número de teléfono de la agencia de ayuda para crisis de suicidio, y que la representante Bronley planea hacer algo similar a nivel federal.

Cabe destacar, que el 52% de suicidios que se cometen en los Estados Unidos, son llevados a cabo con armas de fuego, sin embargo, la mayoría de ellas se han adquirido de manera ilegal.

Otro dato importante, es que si bien los intentos “exitosos” son mayormente con armas de fuego, eso no significa que sea el mayor número de intentos, es decir que hay muchos más intentos de suicidio que no involucran las armas de fuego