Por Max Vásquez
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Un tribunal sentenció a varios meses de prisión en un centro de detención juvenil, a tres adolescentes blancos acusados de perpetrar un ataque con motivos racistas contra un grupo de adolescentes frente al Regal Cinema en Simi Valley, poniendo fin a un caso que, según la Fiscalía, expone la creciente violencia juvenil motivada por prejuicios raciales.
El Fiscal de Distrito del Condado de Ventura, Erik Nasarenko, anunció que el último acusado recibió una sentencia de 270 días el 19 de noviembre, incluyendo 240 días en un centro de detención juvenil y 30 días bajo vigilancia electrónica.
Además, otros dos adolescentes fueron sentenciados la semana anterior, con una condena de 240 días y 210 días de prisión preventiva, además de 30 días bajo vigilancia.
Es así como ahora los tres delincuentes deben completar el Programa de Justicia Restaurativa «Daño a Sanación», que se centra en la rendición de cuentas, la concienciación de las víctimas y el impacto en la comunidad, así como un programa educativo de la Liga Antidifamación sobre prejuicios, odio y discriminación.
“Estas sentencias reflejan la gravedad de estos delitos. Los crímenes de odio no serán tolerados en el condado de Ventura. Buscamos justicia para las víctimas y rendición de cuentas para los agresores, lo cual refleja la gravedad de sus acciones”, declaró Nasarenko.
CONSTERNACIÓN PÚBLICA
Las sentencias marcan el último avance en un caso que ha atraído la atención pública desde que la Fiscalía anunció los cargos por primera vez a principios de octubre.
En ese momento, la Fiscalía reveló que tres de los cinco menores involucrados en la agresión del 1 de agosto estaban siendo acusados de delitos de odio agravados, después de que los investigadores revisaran las pruebas en video que mostraban lenguaje con connotaciones raciales y violencia física dirigida.
En un comunicado anterior, la fiscalía describió el caso como “uno de los incidentes de crímenes de odio juveniles más alarmantes que el condado ha manejado en los últimos años”, citando el nivel de violencia, el uso de insultos y el hecho de que un menor grabó el ataque mientras usaba repetidamente la palabra que empieza con «N».
Los documentos de la acusación, presentados ante el tribunal de menores, alegaban que la agresión parecía ser deliberada, coordinada y sostenida, y que se intensificó de una discusión verbal a una persecución, palizas y reiterados actos de humillación contra las víctimas.
LOS HECHOS
Según los investigadores y los documentos judiciales, el incidente comenzó al atardecer en el estacionamiento del Simi Valley Regal Cinema.
Un grupo de cinco menores se acercó a un grupo más pequeño de adolescentes que esperaban cerca de la entrada del cine.
Los testigos describieron la confrontación inicial como verbal, pero se intensificó rápidamente.
Una víctima recibió un puñetazo en la mandíbula y otra fue empujada al suelo y pisoteada.
Un tercero, un adolescente negro, que posteriormente se convirtió en el blanco de los cargos por delito de odio, fue perseguido por el estacionamiento mientras varios adolescentes le gritaban insultos racistas y lo rodeaban.
La agresión continuó mientras la víctima corría hacia la zona de restaurantes.
La Fiscalía afirma que el grupo lo acorraló, le metió la cabeza en un cubo de basura, lo obligó a tirarse al suelo y lo golpeó repetidamente.
En un momento dado, un menor grabó el ataque con un teléfono móvil mientras repetía insultos racistas.
El vídeo fue recuperado posteriormente por las fuerzas del orden y se convirtió en una prueba crucial para establecer las acusaciones de delito de odio.
UN PATRÓN DE COMPORTAMIENTO RACISTA
Para la fiscalía fue especialmente alarmante el hallazgo de que dos de los adolescentes acusados de agravamiento por delito de odio estaban relacionados con un incidente anterior ocurrido en el mismo cine apenas dos meses antes.
Ese episodio es del 30 de mayo, ocurrido en la zona de las bancas para comer del cine, e implicó una amenaza criminal que no derivó en violencia física, pero generó preocupación entre los clientes y empleados del cine.
Si bien la policía documentó el incidente de mayo en su momento, no condujo a la presentación de cargos de inmediato.
Solo resurgió durante la investigación del 1 de agosto, cuando los detectives identificaron a individuos que coincidían en ambos ataques.
Los Discales dijeron más tarde que el incidente anterior demostraba “una progresión preocupante en el comportamiento” y respaldaba el argumento a favor de la detención y un programa de rehabilitación sustancial.
