Por Agencias
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El máximo tribunal de Nueva York declinó el martes escuchar la apelación de Donald Trump a la orden mordaza que se le impuso en el juicio en el que estaba acusado por haber pagado para ocultar información perjudicial, dejando las restricciones vigentes tras la condena dictada el mes pasado.
El Tribunal de Apelaciones determinó que la orden no suscita problemas constitucionales “sustanciales” que ameriten una intervención inmediata.
Es el más reciente revés judicial para el expresidente republicano, que reiteradamente ha fustigado la orden que le prohíbe comentar sobre testigos, jurados u otras personas involucradas en el juicio. Pero la situación podría cambiar pronto: se tiene previsto que el juez del caso, Juan M. Merchan, falle en breve sobre la solicitud de la defensa de levantar la orden mordaza.
Los abogados de Trump presentaron una notificación de apelación ante el máximo tribunal del estado el 15 de mayo, durante el histórico juicio penal contra el expresidente. Argumentaron que la orden de mordaza restringía el “discurso político básico de Trump sobre asuntos de importancia central en el momento álgido de su campaña presidencial.”
Pero el Tribunal de Apelaciones no estuvo de acuerdo. En una lista de decisiones publicada el martes, el tribunal dijo que no escucharía automáticamente el caso, escribiendo que “ninguna cuestión constitucional sustancial está directamente involucrada.”
Los abogados de Trump estaban esencialmente buscando un atajo para acelerar su apelación, que fue rechazada por el tribunal de apelaciones de nivel medio del estado el mes pasado. Ahora tienen 30 días para presentar una moción de autorización para apelar, según el portavoz del tribunal Gary Spencer.
Merchan impuso la orden mordaza el 26 de marzo, unas semanas antes del inicio del juicio, después de que los fiscales expresaran su preocupación por la tendencia del virtual candidato presidencial republicano a atacar a las personas implicadas en sus casos.
Durante el juicio, Merchan declaró a Trump culpable de desacato y le impuso una multa de 10.000 dólares por violar la orden de silencio. El juez amenazó con meter a Trump en la cárcel si volvía a hacerlo.
La orden sigue en vigor semanas después de la conclusión del juicio, que terminó con la condena de Trump por 34 cargos de falsificación de registros comerciales derivados de lo que, según los fiscales, fue un intento de encubrir un pago de dinero por silencio a la actriz porno Stormy Daniels justo antes de las elecciones de 2016. Daniels afirma que tuvo un encuentro sexual con Trump una década antes, lo que él niega. Su audiencia de sentencia está programada para el 11 de julio.