Por Agencias
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En momentos en que va desapareciendo el acceso al aborto en Luisiana, la batalla legal en torno a una ley que prohíbe el procedimiento en el estado continúa con una audiencia judicial el lunes.
La ley de Luisiana es una de las “leyes gatillo” aprobadas por diversos estados de Estados Unidos de tal manera que pudieran entrar en efecto tan pronto la Corte Suprema federal anulara el derecho al aborto, lo que ocurrió el mes pasado.
Activistas a favor de la libertad de decisión, incluyendo una de las tres clínicas del estado, han combatido contra la ley en diversos tribunales y hasta el momento han dos amparos temporales que permiten seguir ofreciendo el procedimiento mientras los trámites legales siguen su curso.
Sin embargo, ante la fuerte oposición al aborto en Luisiana y una legislatura que varias veces ha demostrado tener los votos suficientes para restringir la práctica, lo más probable es que las gestiones judiciales no sean más que un freno temporal a la restricción total en el estado.
En el suceso más reciente, el juez estatal Donald Johnson emitió una orden temporal la semana impidiendo la aplicación de la ley mientras se estudia una demanda según la cual la ley es demasiado ambigua.
Los abogados de una clínica en el norte de Luisiana y otros partidarios de que el aborto sea legal desean que Johnson siga bloqueando la aplicación de la ley mientras la demanda es considerada.
“Los tribunales son un recurso sumamente importante en esta lucha”, declaró la semana pasada Joanna Wright, abogada de la clínica que es la principal demandante. “Creo que estamos en un momento nacional, en medio de un diálogo nacional, y que los tribunales son uno de los canales por los que estamos teniendo ese diálogo”.
El secretario de Justicia de Luisiana, Jeff Landry, argumentará que la prohibición sí es constitucional y no debe seguir siendo bloqueada.
La orden emitida por el juez Johnson la semana pasada permitió que las tres clínicas en Luisana —en Shreveport, Baton Rouge y Nueva Orleans— sigan operando. Una, la Hope Medical Group for Women en Shreveport, advirtió que de momento seguirá ofreciendo ayuda para interrumpir embarazos.
Una vocera de las otras dos clínicas dijo que éstas seguirán abiertas, pero no programarán abortos hasta después de la audiencia del lunes.