Por Redacción
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Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio, obtuvo el domingo una ajustada victoria en la segunda vuelta presidencial de Uruguay, marcando el regreso de la izquierda al poder tras cinco años.
Orsi, de 57 años, liderará un gobierno que, según sus palabras, estará basado en una izquierda “moderna” y “renovada”, con énfasis en la unidad nacional.
En su discurso de victoria desde el centro de campaña, rodeado de fuegos artificiales y simpatizantes, Orsi agradeció a quienes contribuyeron al triunfo y destacó que “triunfa una vez más el país de la libertad, de la igualdad y también de la fraternidad”. Asimismo, mostró respeto por su rival, Álvaro Delgado, candidato de la coalición oficialista.
Con más del 99% de los votos escrutados, Orsi obtuvo el 49.8% frente al 45.9% de Delgado, en una jornada electoral que registró una participación cercana al 90%, según datos preliminares de la Corte Electoral.
“Es una sensación rara. Son cosas que uno espera, pero nunca se tienen por seguras”, dijo Orsi a The Associated Press desde su hotel tras conocerse los resultados. “A partir de mañana, a trabajar muchísimo; hay mucho por hacer”.
Unidad nacional como prioridad
Orsi prometió trabajar por un gobierno que fomente la unidad. “Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional, que construya una sociedad y un país más integrados. No hay futuro si le ponemos un muro a las ideas”, declaró ante sus seguidores.
El presidente saliente, Luis Lacalle Pou, felicitó a Orsi por su victoria, mientras que Delgado reconoció su derrota desde la sede del Partido Nacional en Montevideo. “Con tristeza, pero sin complejos, felicito al ganador”, expresó Delgado.
La jornada electoral, descrita como tranquila por la Corte Electoral, consolidó la reputación de Uruguay como una de las democracias más estables de América Latina.
Un cambio impulsado por el descontento
La victoria de Orsi coloca a Uruguay entre las naciones que este año han optado por cambiar de liderazgo, reflejo de un malestar global con los partidos gobernantes ante desafíos económicos.
Durante su campaña, Orsi abogó por una redistribución de ingresos para impulsar el crecimiento económico y propuso incentivos para sectores clave como la agroindustria, el turismo y las pequeñas empresas. Su enfoque buscó equilibrar una izquierda progresista con un discurso favorable al mercado.
“Voy a ser un presidente para todos, también para aquellos que hoy no nos apoyaron. Los necesitamos para construir un mejor país”, afirmó en su discurso.
Un contraste de estilos y propuestas
Delgado, de 55 años y exsecretario de la presidencia, apostó por ser la cara de la continuidad, destacando logros de la administración de Lacalle Pou. Propuso reformas para hacer al Estado más eficiente y promover una mayor apertura económica, pero no logró convencer a un electorado que optó por un cambio.
La docente Carina Rodríguez, partidaria de Orsi, expresó su esperanza en un futuro mejor: “Hoy es la victoria de la gente. Hay mucha pobreza y necesitamos invertir en educación, salud y políticas sociales”.
Un cierre marcado por figuras clave
La campaña estuvo marcada por la participación de líderes históricos como José “Pepe” Mujica, quien respaldó a Orsi, y Lacalle Pou, quien apoyó a Delgado. Mujica, de 89 años y en recuperación de un cáncer, destacó la importancia de preservar la estabilidad democrática del país.
“Uruguay es un país pequeño, pero reconocido por su estabilidad y respeto a las instituciones. Eso no es poca cosa en nuestra golpeada América Latina”, señaló Mujica tras emitir su voto.
Orsi asumirá la presidencia el 1 de marzo de 2025, enfrentando grandes expectativas en un contexto global y regional desafiante.
