Por Redacción
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que viajará a China a inicios de 2026 después de una llamada telefónica con su homólogo Xi Jinping, en la que ambos líderes sellaron un acuerdo que permitirá a TikTok seguir operando en territorio estadounidense. El pacto pone fin, al menos temporalmente, a meses de tensiones sobre la red social y abre la puerta a nuevos encuentros diplomáticos.
Según Trump, los mandatarios se reunirán en octubre durante la cumbre de la APEC en Corea del Sur, antes de su visita a Pekín. Xi también tiene previsto viajar a Washington “en el momento oportuno”. La conversación, calificada como “muy positiva”, abordó comercio, seguridad tecnológica y conflictos internacionales, incluyendo la guerra en Ucrania.
TikTok como punto de encuentro diplomático
TikTok, con más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos, estaba bajo la amenaza de una prohibición aprobada en 2024 por el Congreso durante la administración de Joe Biden, que exigía a su empresa matriz china, ByteDance, vender su filial estadounidense por motivos de seguridad nacional. El Tribunal Supremo ratificó la medida, pero Trump había postergado su entrada en vigor en tres ocasiones.
El principio de acuerdo alcanzado tras reuniones recientes en Madrid establece que ByteDance permitiría a un consorcio liderado por Oracle, Silver Lake y Andreessen Horowitz adquirir el control de sus operaciones en Estados Unidos. Además, se garantizaría la supervisión local del manejo de datos y algoritmos, considerados el corazón tecnológico de la aplicación.
Trump celebró el pacto en su red Truth Social, asegurando que el avance representa “mucho más que un acuerdo comercial”, pues involucra también cooperación en temas como el combate al fentanilo y los intentos de poner fin a la guerra en Ucrania.
“La conversación fue muy positiva; agradezco la aprobación de TikTok y ambos esperamos reunirnos en la APEC”, escribió.
Desde Pekín, Xi recalcó que “China y Estados Unidos pueden prosperar en común, beneficiarse mutuamente y contribuir al mundo”, destacando la necesidad de respeto mutuo y cooperación. Agregó que el Gobierno chino apoya los acuerdos empresariales siempre que se realicen dentro de las reglas del mercado, y pidió a Washington garantizar un entorno abierto y no discriminatorio para las inversiones chinas.
El acuerdo, que parecía imposible meses atrás, fue interpretado como un gesto de distensión en una relación marcada por años de tensiones arancelarias, sanciones cruzadas y disputas tecnológicas.
Entre treguas comerciales y rivalidad tecnológica
La llamada entre Trump y Xi llegó tras una semana de señales conciliadoras. Delegaciones de ambos países se reunieron en Madrid, donde acordaron avanzar en la venta parcial de TikTok y discutir los aranceles que Trump había suspendido temporalmente hasta noviembre. Estas conversaciones fueron parte de un proceso iniciado en mayo en Ginebra, seguido por encuentros en Londres y Estocolmo.
Durante su primer mandato, Trump impuso fuertes aranceles a las importaciones chinas, a lo que Pekín respondió con restricciones sobre bienes estadounidenses y recursos estratégicos. En 2025, ambas naciones pactaron reducciones temporales, pero los roces continuaron en torno a semiconductores, energía y comercio digital.
El caso TikTok se convirtió en un símbolo de esa rivalidad. Washington insistió en que la aplicación representaba riesgos de seguridad nacional por sus vínculos con el Partido Comunista Chino. Pekín, por su parte, acusó a Estados Unidos de expandir el concepto de seguridad nacional para justificar sanciones unilaterales.
Las tensiones también alcanzaron a la industria de chips. China acusó recientemente al fabricante estadounidense Nvidia de prácticas antimonopolio, reavivando la batalla por el acceso a semiconductores avanzados. Estas disputas muestran que, aunque el acuerdo sobre TikTok alivia un frente de fricción, la relación bilateral sigue marcada por una competencia estratégica de largo plazo.
Trump, sin embargo, ha intentado dar un tono más optimista. En una conferencia de prensa en Londres junto al primer ministro británico, Keir Starmer, elogió el valor de la red social: “Me gusta TikTok; me ayudó a salir elegido. Tiene un valor tremendo y Estados Unidos tiene ese valor en sus manos porque somos quienes debemos aprobarlo”.
El mandatario republicano insinuó incluso que podría extender la tregua comercial con China bajo los mismos términos actuales.
“Estamos muy cerca de llegar a un acuerdo […] La relación sigue siendo muy sólida”, declaró.
La diplomacia en torno a TikTok revela el carácter volátil de la relación entre Washington y Pekín, que oscila entre amenazas de confrontación y momentos de cooperación pragmática. Aunque el pacto genera expectativas de estabilidad, expertos advierten que la tregua podría ser temporal en una dinámica que ha demostrado ser impredecible.
