Por Agencias
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Las autoridades aseguran que los fuegos en el Parque Nacional Los Alerces se iniciaron de forma intencional y que “hay peligro” porque el fuego se está propagando sobre la provincia de Chubut.
Un incendio forestal arrasa ya más de 2.000 hectáreas en la Patagonia argentina. El fuego se inició en el Parque Nacional Los Alerces el jueves y avanza quemando el bosque nativo mientras decenas de brigadistas y voluntarios intentan frenar las llamas. Las autoridades han asegurado que el inicio del incendio fue “claramente intencional”, una práctica que se repite cada temporada sobre estos territorios. Este año, sin embargo, ocurre en un contexto político diferente: mientras el Congreso argentino debate la aprobación de un proyecto de ley que, entre otros cientos de medidas, modifica la legislación medioambiental del país.
Alrededor de 200 agentes trabajan en la zona este miércoles y también se movilizaron vecinos voluntarios, como cada vez que ocurre un incendio de estas características, para ayudar en las labores de extinción. La emergencia que enfrentan desde el jueves coincide con el verano austral y con una ola de calor que tiene en alerta a varias provincias en Argentina. Aunque la provincia de Chubut, en el sur del país, no está entre las que registran las temperaturas más altas, las autoridades han comunicado que el calor y el viento dificultan las tareas de contención de las llamas, que ya han quemado 2.300 hectáreas, según el último parte oficial, de las dos de la tarde (hora local).
El intendente del Parque Nacional Los Alerces, Danilo Hernández Otaño, ha indicado que la meteorología “no es favorable” y el índice de riesgo de incendios es “extremo”. Además, ha señalado que “hay peligro” porque el fuego se está propagando sobre esta área protegida, que abarca una superficie de casi 260.000 hectáreas. “Ninguna persona que esté viva hoy, en este planeta, volverá a ver este bosque en el estado en el que estaba”, lamentó Hernández Otaño en declaraciones televisivas.
Desde hace varios años, estos bosques son amenazados por los incendios cada temporada estival. Uno de los mayores siniestros de los que hay registro ocurrió en 2015, cuando en dos semanas ardieron más de 30.000 hectáreas en esta misma provincia. La legislación argentina cuenta con diferentes leyes que protegen estas áreas y que fueron sancionadas en los últimos 15 años gracias a la lucha de organizaciones ambientales. Sin embargo, una ley con más de 600 artículos que el Gobierno nacional presentó en el Congreso y que empezará a votarse este miércoles modifica parte de la legislación ambiental del país.
La iniciativa incluye un apartado que busca eliminar regulaciones y controles sobre las actividades productivas que pueden llevarse a cabo, por ejemplo, en bosques y glaciares. “El capítulo ambiental es una regresión enorme, de 20 o 30 años”, señala el abogado Enrique Viale, que preside la Asociación Argentina de Abogades Ambientalistas. Los ambientalistas han alertado sobre las modificaciones que introduce la iniciativa de Milei en algunas normas como la Ley de Manejo del Fuego, que creó el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, encargado de la coordinación de los recursos para prevenir y combatir incendios; la ley que controla las quemas de pastizales y humedales, o la ley de protección de glaciares, que para Viale es “la más brutal”.
“Esto [la votación del proyecto de ley] ocurre en un marco de cambio climático global, que hace que eventos como los incendios se multipliquen en el mundo y sean más virulentos. Tiene que haber una política pública”, reclama el abogado. Mientras fue candidato, Milei negó la evidencia científica sobre la crisis climática y expresó que son “mentiras del socialismo”; Victoria Villarruel, su candidata a vice, repudió en la campaña la creación de parques nacionales. Cuando llegaron a la Casa Rosada, su Gobierno rebajó el Ministerio de Ambiente a subsecretaría. “Esto en el marco de un achicamiento del Estado en todos sus niveles”, explica Viale, que agrega que la “precarización” que ya sufren los brigadistas se está profundizando aún más.
Dos focos distanciados
El incendio empezó a propagarse el jueves por la noche a partir de dos focos distanciados entre sí. El fuego avanzó hasta crear un solo frente “muy difícil de controlar”, según han indicado las autoridades. Este martes, un 70% del incendio afectaba el parque, que contiene el sector de selva valdiviana más grande del país y el alerzal más antiguo que se conoce. Hernández Otaño consideró que por la forma y el horario en la que se originó “no hay ninguna duda” de que el incendio fue “claramente intencional”. “No ocurrió por caída de un rayo; no es un fogón que se escapó; no ocurrió debajo de una línea eléctrica…”, dijo en declaraciones a medios nacionales, aunque señaló la dificultad de identificar a los responsables del incendio.
El gobernador de la provincia, Ignacio Torres, del PRO, el partido fundado por el expresidente conservador Mauricio Macri, señaló por la destrucción de los bosques a quienes él considera “pseudomapuches”. “El problema no son los pueblos originarios, el problema son estos delincuentes que bajo falsas banderas toman tierras”, dijo a medios nacionales. No es la primera vez que las autoridades responsabilizan a los mapuches por los incendios. En el pasado, organizaciones como Amnistía Internacional han alertado de la “profunda preocupación” que les provoca la “estigmatización y persecución” de estas comunidades.
“¿Quién se beneficia con los incendios? Es obvio que el pueblo mapuche no”, respondió la activista Moira Millán en una rueda de prensa este martes y criticó las “acusaciones racistas”. La líder mapuche y otros defensores del territorio, en cambio, han denunciado “intereses extactivistas” e “inmobiliarios” en la zona. “Necesita configurar escenarios criminales para inculpar a nuestros pueblos”, indicó Millán y zanjó: “El pueblo mapuche tiene la responsabilidad de cuidar el territorio. El pueblo mapuche nunca prendería fuego los bosques”.