Por Agencias
[email protected]
¿Cuántos amigos tenemos? ¿Cuán buenos o cercanos son? ¿Cómo elegimos los hombres y las mujeres nuestras amistades? ¿Qué privilegiamos? ¿Cuán duraderas son?
El célebre psicólogo, antropólogo y biólogo evolucionista británico Robin Dunbar, profesor emérito de la Universidad de Oxford, lleva años estudiando el tema de la amistad.
Especializado del comportamiento de primates, es más conocido por haber sido el primero en formular el llamado número de Dunbar, de valor 150 en humanos, que representa una medida del «límite cognitivo de individuos con los cuales se puede mantener una relación estable».
Autor de más de una veintena de libros, entre ellos «Amistad», «La ciencia del amor» y «La odisea de la humanidad», se habló con él para indagar más en las diferencias en las amistades masculinas y femeninas y qué tienen de cierto los estereotipos que se les suelen atribuir.
Dices que las amistades entre hombres y mujeres son diferentes. ¿En qué se diferencian?
Se diferencian principalmente en cuanto a la intensidad de sus relaciones.
Las amistades entre mujeres suelen ser mucho más intensas emocionalmente, lo que las hace más diádicas (dos personas que terminan vinculándose muy estrechamente).
Sus círculos de amistad se basan más en amistades duales que en grupos, mientras que los hombres tienden a formar clubes de amigos.
Por lo general, las amistades de las mujeres son parecidas a un modelo de centro y radios donde cada amiga tiene una amistad particular con la amiga que está en el centro, pero no necesariamente con las otras amigas en un grupo pequeño.
Mientras que los círculos masculinos están mucho más integrados.
Todos son amigos de todos, pero la calidad e intensidad de las relaciones son menores.
¿Qué buscan las mujeres y los hombres en una amistad? ¿Qué es lo más importante?
Para las mujeres es más importante quién eres como persona y no qué eres.
Mientras que a los hombres les importa mucho más lo que eres, a qué club perteneces.
Les importa menos quién eres.
Las amistades entre hombres son un poco más anónimas en ese sentido.
¿Cómo dirías que son esos clubes de amigos?
En ellos, el hecho de que pertenezcas al club parece ser lo más importante. Es lo que define la amistad.
Muchos hombres saben muy poco de sus amigos, pero los aceptan porque son parte del mismo club.
Los clubes de amigos suelen ser muy informales y esto refleja la naturaleza mucho más casual de las amistades entre hombres.
La membresía del club a menudo también es casual.
Son amigos que juegan fútbol sala o los chicos que van a tomar todos los viernes por la noche.
La elegibilidad para ser miembro de un club no es muy exigente.
¿Puedes tomarte una cerveza sin derramarla en la mesa? Sí puedes hacer eso, entonces eres parte de nuestro club.
Se dice que las mujeres tienden a hablar más de sus emociones y de sentimientos. ¿De qué hablan los hombres?
De nada (risas).
Los hombres no hablan tanto de emociones, suelen relacionarse en torno a actividades, a diferencia de las mujeres que expresan sentimientos. Por eso las mujeres suelen tener amistades de mayor calidad.
Las actividades en los grupos de amigos son lo que le dan al club su naturaleza.
En ese contexto, los hombres crean lazos de amistad a través de la risa, mientras las mujeres lo hacen en torno a conversaciones y emociones.
Por eso las mujeres pueden decirte exactamente de qué hablaron ayer, con detalles y trasfondo, mientras que los hombres que estaban sentados en la misma mesa no recuerdan nada.
Entonces, ¿dirías que los hombres necesitan más una presencia física, un amigo que esté físicamente presente?
Sí, los hombres necesitan poder hacer cosas con sus amigos. Tienen que verlos. Si no los ven, la relación se evapora. No siempre, claro, pero ocurre con frecuencia.
Las amistades entre mujeres suelen perdurar en el tiempo, incluso cuando no pueden verse con regularidad, porque hacen un esfuerzo por hablar o estar en contacto seguido.
Esas cosas son menos frecuentes entre hombres.
Eso no quiere decir que las amistades masculinas no duren; algunas pueden durar más que las femeninas.
Pero si la amiga de una mujer se muda a otro país para siempre y no pueden verse, intentan mantener la amistad a través de las redes sociales o por teléfono.
Y los hombres pierden al amigo que se muda…
Los hombres no suelen mantener un contacto regular con el amigo que se fue, sino que simplemente lo reemplazan.
Por ejemplo, Jimmy es un miembro del grupo de amigos que va a beber al bar todos los viernes por la noche, pero se mudó a Tailandia.
En lugar de tratar de mantener contacto con Jimmy, los demás amigos se dicen: “Bueno, Jimmy era genial, pero ya no está. Conozco a Peter que encajaría muy bien, podemos incluirlo al grupo ahora que Jimmy se fue”.
Esto va cambiando con los años.
A partir de una cierta edad, algunos hombres prefieren abandonar el club y quedarse con un solo amigo con el que van a beber al bar muy tranquilamente.
Se convierten en mejores amigos.
¿Sigue siendo pobre la comunicación?
Probablemente muchos sigan sin tener muchas conversaciones profundas.
Hay una fotografía maravillosa, que se ve mucho en los periódicos y revistas, de dos ancianos griegos afuera de una taberna sentados a ambos lados de la mesa mientras el sol brilla.
Se sientan en silencio y de vez en cuando levantan el ouzo (licor griego) o su café para tomar un pequeño sorbo.
Siempre digo: esa es la imagen de dos hombres comunicándose.
¿Dirías que los hombres son socialmente más perezosos?
Definitivamente. Muchos hombres mayores terminamos perteneciendo al club de los esposos de las amigas de su esposa, o de su pareja, y eso se debe a que las mujeres son mucho más activas socialmente.
Son más propensas que nosotros a organizar eventos sociales, ya sea una cena o lo que sea.
A veces los hombre que asisten forman su propio club, pero lo único que lo mantiene unido es el hecho de que son los maridos o parejas de las mujeres.
Es completamente circunstancial.
¿Qué tan importante es tener amigos cuando envejecemos?
Aquí podemos ir a las razones por las que tenemos amigos.
Una de ellas es para tener apoyo moral y social, y ayuda, si la necesitamos.
Los buenos amigos terminan convirtiéndose en una especie de protección y hasta pueden ser un amortiguador económico.
Por otro lado, las amistades proporcionan beneficios para la salud realmente considerables.
La mejor manera de predecir tu salud física y psicológica es ver la cantidad y calidad de buenos amigos que tienes.
El número óptimo eres tú y otros cuatro amigos, según varios estudios.
¿Ese número es de amigos cercanos o amigos en general?
Amigos cercanos, pero incluye a la familia también.
Cuando envejecemos, tendemos a darle prioridad a la familia.
También se dice que mejora la salud mental.
Por el lado psicológico, reduce en gran medida el riesgo de caer en depresión.
Las actividades que hacemos con amigos, hablar, reírse, contar historias tristes, cantar, bailar, comer… todas estas cosas activan el sistema de endorfinas, que se activa en la parte del cerebro que controla el dolor.
Te dan un subidón emocional que simplemente te hace sentir bien, en paz con el mundo, confiado.
Cuando caes en la depresión, tu sistema inmunológico se deprime y es mucho más probable que seas susceptible a enfermedades, particularmente virus y bacterias, porque tu cuerpo no puede atacarlos de manera efectiva.
Al final, cuando no tienes amigos o tienes muy pocos, tu esperanza de vida se ve afectada.