Por Redacción
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Desde su estreno la semana pasada, Adolescencia, la nueva serie británica de Netflix, se ha convertido en un fenómeno televisivo.
Con solo cuatro episodios, ha sido el programa más visto en la plataforma a nivel mundial durante el fin de semana, y la crítica la ha catalogado como una de las producciones más impactantes de los últimos años.
Tom Peck, del periódico The Times, la calificó como “perfección total”, mientras que Lucy Mangan, de The Guardian, afirmó que es “lo más cercano a la perfección televisiva en décadas”. Entre sus admiradores también se encuentran figuras como el director estadounidense Paul Feig, quien elogió el primer episodio como “una de las mejores horas de televisión que he visto”, y el presentador británico Jeremy Clarkson, quien la describió como “magistral”.
La serie aborda las consecuencias del apuñalamiento de una adolescente, cuyo presunto agresor es un niño de 13 años de su misma escuela. El joven sospechoso, Jamie, es interpretado por Owen Cooper en su debut actoral, mientras que Stephen Graham da vida a su padre.
Una mirada cruda a la influencia de las redes sociales
La historia de Adolescencia pone en evidencia el impacto de las redes sociales y la influencia de figuras polémicas en los adolescentes. Según Stephen Graham, uno de los creadores de la serie, la inspiración surgió tras conocer dos casos reales en los que niños apuñalaron a niñas hasta la muerte.
“Me pregunté qué estaba pasando en la sociedad para que esto se volviera algo habitual”, explicó Graham en una entrevista.
Jack Thorne, co-creador y guionista, señaló que la serie busca explorar la “ira masculina” y cómo ciertos discursos en internet pueden influenciar a los jóvenes. En particular, hace referencia a la influencia de Andrew Tate y otras figuras que propagan ideas misóginas en redes sociales.
“Nuestro personaje central ha sido adoctrinado por voces peligrosas”, dijo Thorne, destacando que Adolescencia no solo plantea el problema, sino que invita a una discusión necesaria sobre el tema.
Erin Doherty, quien interpreta a una psicóloga infantil en la serie, resaltó la importancia de mantener el debate abierto: “Creo que permite que padres, familiares y amigos participen en la conversación sobre lo que ocurre con los adolescentes hoy en día”.
Una proeza técnica y actoral
Uno de los aspectos más innovadores de Adolescencia es su formato cinematográfico. Cada episodio fue filmado en una sola toma ininterrumpida, lo que aumenta la tensión y la inmersión en la historia.
Lucy Mangan, de The Guardian, elogió la combinación de logros técnicos con interpretaciones “dignas de premio” y un guion que equilibra el realismo con una narrativa profundamente evocadora.
Tom Peck, de The Times, expresó su entusiasmo con una reseña que inicia con un contundente: “¡Guau! ¡Guau! Me dan ganas de escribir la palabra ‘guau’ unas 700 veces más, seguida de ‘No te pierdas Adolescencia en Netflix’”.
Anita Singh, de The Telegraph, calificó la serie como una “experiencia devastadora”, destacando que la técnica de una sola toma podría parecer un truco, pero que en Adolescencia se convierte en un elemento que potencia la fuerza de la historia.
Sobre el elenco, Singh subrayó que la actuación de Owen Cooper es una de las más destacadas: “Se mueve entre la vulnerabilidad, la ira, la valentía y el miedo. Lo que hace es asombroso”.
Un drama que trasciende la pantalla
Además del reconocimiento de la crítica británica, Adolescencia ha recibido elogios internacionales. Jake Kanter, de Deadline, la calificó como “el drama televisivo de cuatro horas más impecable que he visto”.
Alan Sepinwall, de Rolling Stone, afirmó que es “una de las mejores producciones que se verán este año”. Por su parte, Margaret Lyons, de The New York Times, la describió como “un trabajo excepcional de crítica social”, destacando que el tercer episodio es “una de las horas de televisión más fascinantes en mucho tiempo”.
En un análisis más profundo, Hayley Campbell, en el programa Must Watch de BBC Radio 5 Live, señaló que la serie no intenta resolver los problemas que plantea, sino que los expone con crudeza.
“No se trata solo de Andrew Tate”, explicó Campbell. “Se trata del horror de no tener control sobre lo que hace un adolescente con su teléfono”.
Scott Bryan, su colega en el mismo programa, resaltó que las actuaciones son “absolutamente fantásticas” y que Adolescencia es “impecable”, con un reconocimiento especial para Owen Cooper, quien con tan solo 15 años entrega una interpretación inolvidable.
Un impacto cultural duradero
Adolescencia no solo ha generado debate sobre el impacto de las redes sociales en los adolescentes, sino que también ha reavivado la conversación sobre el papel de la televisión como reflejo de la sociedad.
Con su audaz narrativa, su impecable factura técnica y sus interpretaciones memorables, la serie se perfila como una de las producciones más influyentes de la década.
La pregunta que queda en el aire es: ¿será este el inicio de un nuevo estilo de narración televisiva?
