Por Agencias
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El español se repone con brillantez tras perder el primer set contra Medvedev y el domingo volverá a enfrentarse al serbio Djokovic.
Cuando Carlos Alcaraz perdió hace tres años contra Daniil Medvedev en Wimbledon, es posible que aún no imaginara lo superior que sería algún día, no muy lejano, al ruso, seis veces finalista de Grand Slam y campeón del US Open 2021. Pese a la derrota, se ganó la admiración del público. Y ya le pasó por en cima en la pasada edición del torneo británico, camino del título. Este viernes, de nuevo en las semifinales, remontó tras perder el primer set con la misma sensación de poderío. El español ganó por 6-7 (1), 6-3, 6-4 y 6-4 en 2h55, y el domingo (15:00, Movistar+) jugará por segunda vez consecutiva la final en la Central del All England Club. Será repetida, ante Novak Djokovic. Porque el serbio venció al italiano Lorenzo Musetti en la otra semifinal.
Por fin al aire libre, el vigente campeón se abrió paso con brillantez después de un comienzo de tanteo y nervios. Demostró que, pese a tener tan solo 21 años, ahora mismo no hay nadie mejor que él en el circuito, si siquiera el gran Djokovic. Porque sin haber alcanzado su 100% de manera permanente en el campeonato, está en el partido por el título con clara vitola de favorito. A Medvedev ya le ha comido completamente la moral (5-2 en el cara a cara) y lleva cinco victorias consecutivas contra tenistas del Top-5 (dos ante Sinner y el ruso, y otra frente a Zverev). Es el cuarto jugador que alcanza más de una vez la final de Wimbledon con su edad, después de Becker y Wilander. En iguala a Courier, en cuanto a esa precocidad, en la quinta plaza de más finales de Slams, con cuatro.
“Primero de todo, estoy muy contento por jugar sin techo por fin. Son condiciones diferentes, y estoy muy feliz con mi actuación. Empecé muy nervioso, él dominaba el partido jugando un gran tenis, con su servicio y su resto. Fue difícil para mí, pero intenté quitarme los nervios al principio del segundo set. Me ayudó el ponerme 3-1, y después pude hacer mi juego, pude disfrutar más e intenté dar buenos golpes. Me he movido bien y creo que he jugado un muy buen partido”, sentenció Charly en la entrevista postpartido.
No era sencillo que jugando con muy pocos primeros (48%), pudiera ganar el primer set. Y, aun así, tuvo opciones. Con mucho revés cortado, no pudo evitar que Medvedev lo hiciera de maravilla desde el fondo de la pista y le enviara golpes cruzados para sacarle de su zona de confort, de una posición estática de ataque. Después de salvar un punto de quiebre en el primer juego, Daniil tomó el mando en el cuarto. Y, pese a que enseguida perdió la ventaja, la recuperó también de inmediato y amenazó con el doble break. Eso sí, al sacar para apuntarse el parcial, le tembló el pulso y estuvo cerca de meterse en un buen lío al dirigirse en términos poco respetuosos a la jueza de silla Eva Asderaki. La griega le había dado el punto de rotura a Alcaraz, al estimar que Medvedev había devuelto una dejada después de que la pelota hubiera botado dos veces. La impertinencia se saldó con un aviso y el número 5 del mundo se recompuso para asegurar, al menos, un desempate en el que fue muy superior. Un resto ganador y defensas maravillosas le dieron la delantera en el encuentro.
Otra remontada
A Carlos le tocaba intentar remontar de nuevo, como hizo con éxito ante Tiafoe en tercera ronda y contra Paul en cuartos. Hasta entonces había cometido 15 errores no forzados. En la segunda manga hizo siete menos. Un winner tras un intercambio largo le enfiló hacia la reacción. Después encontró otro break con un passing precioso en carrera y mantuvo la distancia sin demasiadas complicaciones hasta igualar el marcador. El control ya era suyo y Medvedev se diluía poco a poco sin que el servicio le ayudara. Para su desgracia, la suerte empezó a sonreírle a Alcaraz. Varias dejadas ajustadas le acabaron entrando tras tocar la red. Y ahora el que se defendía con la rapidez de un felino era él. La rotura para el 2-1 le fue suficiente para voltear el resultado y, más importante, las sensacione