Por Agencias
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Los relojes se atrasarán una hora en Estados Unidos este domingo 3 de noviembre, fecha que marca el inicio del horario de invierno 2024.
A las 02:00 a.m. del domingo 3, el primer domingo del mes de noviembre, el horario de verano que comenzó en marzo —conocido en inglés como “Daylight saving time”— llega a su fin y los relojes deben pasar a marcar la 01:00 a.m. (Recuerda que aquellos que están en un dispositivo con conexión a internet generalmente se ajustan de manera automática, y que para los que no lo hacen te conviene hacer el cambio antes de irte a dormir, para despertarte con la hora correcta).
Ese día, por tanto, ganarás una hora de sueño, la que perdiste cuando tuviste que adelantar el reloj en marzo.
En Hawai, Puerto Rico, los territorios de Guam, Islas Vírgenes y Samoa Americana no hubo cambio al horario de verano, por lo que tampoco debe ajustarse ahora. En cambio sí se ajustarán en concordancia con el horario de Estados Unidos áreas de la frontera norte de México.
La historia del horario de invierno y de verano en Estados Unidos
Los cambios de horario se implementan con el objetivo de aprovechar al máximo la luz solar y reducir el consumo de energía. En los meses de verano, como hay luz solar durante más horas, puedes adelantar el reloj y aprovecharla. Pero en invierno es necesario volver a la “hora estándar” para poder tener luz solar en horarios relativamente tempranos. Si no se hiciera así, en algunos lugares no saldría el sol hasta casi las 8:30 a.m.
El sistema actual que sigue Estados Unidos comenzó en 2007, pero el concepto de aprovechar la luz del día es mucho más antiguo. Se discute quién tuvo la idea originalmente, pero parece que Benjamín Franklin la mencionó por primera vez en 1784, cuando escribió una carta al editor del Journal of Paris.
Sin embargo, el horario de verano no se generalizó hasta más de un siglo después. Varios países, entre ellos Reino Unido y Alemania, aplicaron el horario de verano durante la Primera Guerra Mundial. Pero Estados Unidos no estandarizó el sistema hasta 1966, cuando aprobó la Ley de Horario Uniforme.
Durante años, Estados Unidos observó el horario de verano desde el primer domingo de abril hasta el último domingo de octubre. En 2005, el presidente George W. Bush prorrogó el horario de verano cuatro semanas más, cambio que entró oficialmente en vigor en 2007.
En Estados Unidos, los estados no están obligados por ley a seguir el horario de verano, y en ese marco es que Hawai y también la mayor parte de Arizona no lo observan. Otros estados, como Florida y California, están trabajando para seguir el horario de verano durante todo el año.
También en el Congreso avanzan los planes para hacer permanente el horario de verano. En marzo de 2022 el Senado aprobó un proyecto de ley en este sentido de manera unánime. Para que pueda hacerse realidad falta que lo apruebe la Cámara de Representantes y lo promulgue el presidente Joe Biden. En todo caso la medida no entraría en vigor hasta noviembre de 2023.
Momento para implementar un cambio de prácticas
Los cambios de horario suelen estar en el centro del debate por los costos que pueden ocasionar en términos humanos.
Los cambios interrumpen nuestros horarios de sueño y dañan nuestra salud, según los expertos de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño. Los impactos son muy variados e incluyen malas noticias para la salud cardiovascular, posibles accidentes cerebrovasculares y fibrilación auricular, errores médicos, problemas de salud mental y hasta accidentes de tráfico.
Muchas personas esperan la hora extra de sueño que llega con el cambio al horario de invierno, pero esta no es suficiente para borrar la deuda crónica de sueño, explicó a CNN el Dr. Kannan Ramar, profesor de Medicina en el Centro de Medicina del Sueño de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
Sin embargo, la hora adicional de descanso puede hacer que te despiertes sintiéndote más fresco, lo que puede motivarte a dormir más.
Este es un buen momento para implementar prácticas saludables de “higiene del sueño”, que te ayudarán a conciliar el sueño más rápidamente y a permanecer dormido.