Cartas al editor

Por Victor Tognazzini
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El Santa María TImes cubrió una encuesta hecha por la Asociación de Facultades del Distrito sobre la supuesta baja moral de los maestros.

El presidente de la Asociación, Mark Goodman, informó que votaron aproximadamente 260 de sus 381 miembros y recibió 182 respuestas.

El funcionario dijo a la Junta que 155 respondieron, por lo que entre el 41 al  30 por ciento sufren de baja moral.

Ese número, si es cierto, es inaceptable, pero ni de cerca es tres cuartas partes de la facultad como afirmó el artículo del “SM Times”.

Datos específicos y la verdad se convierten en víctimas durante las negociaciones del contrato con los maestros.

Al día siguiente el Times publicó una historia de docentes que protestaban antes de la reunión de la Junta.

Fue una pena que el reportero no se quedó para la reunión, ya que la verdadera historia tuvo lugar en la sala después que él se fue.

Ahí tanto empleados certificados y retirados fueron reconocidos y honrados por su servicio y el personal docente de la Escuela Delta High fue reconocido al recibir el “Premio de Escuela Modelo”.

Además la Asociación de Facultades recibió la propuesta de contrato de distrito en marzo.

El señor Goodman “enalteció” esa propuesta en la reunión de la junta de mayo, pero no puede ser recibida oficialmente hasta junio.

Como Presidente de la Junta le pregunté a Goodman, en sesión pública, si la Asociación estaría de acuerdo en negociar durante el verano, a lo que él respondió que tendría que consultar con el equipo negociador.

Ellos son los únicos que detienen el proceso y aún así los maestros siguen protestando y llevando pancartas que dicen “contrato ahora”.

Le pregunté si estaría de acuerdo para negociar en público, algo a lo que se negó rotundamente.

La transparencia sería un enorme beneficio y haría que el proceso brillara de honestidad, tanto para los profesores, la administración del distrito y la comunidad.

Como miembros de la junta directiva, tenemos la responsabilidad de proporcionar el mejor ambiente de aprendizaje para nuestros estudiantes.

Una parte importante es asegurarse que los maestros de nuestros distrito gocen del mejor entorno posible la enseñanza.

Nos esforzamos continuamente para equilibrar nuestra administración de fondos de los contribuyentes con nuestra responsabilidad para con nuestros alumnos, maestros, personal, padres de familia y comunidades que servimos y de quienes somos responsables.

Al ser el único medio de comunicación en tomar en serio la “encuesta”, el Times pareció tomar también un mayor interés en promocionar la postura del sindicato que en la verdad.

El editorial del Times, “Viendo los problemas de la enseñanza”, utiliza la llamada “encuesta” para lanzar un ataque a nuestro distrito y lamentó varios males sociales que afectan negativamente a los profesores, como la falta de participación de los padres en el proceso educativo.

Nos sentimos, sin embargo, apoyados por los padres que asisten a las reuniones del consejo de involucrarse en la educación de sus hijos.

Los padres buscan asientos en la Mesa para la toma de decisiones compartidas, un punto que la Asociación inexplicablemente luchó para que no se diera en las últimas negociaciones del contrato.

La participación de los padres en la vida académica de sus hijos tiene un costo negativo.

Uno de ellos fue acosado de manera amenazante en su lugar de trabajo por un miembro del equipo de negociación del sindicato, en un acto despreciable y amedrentador debido al interés de los padres en la expansión de su participación en la toma de decisiones compartida.

Valoramos a nuestros maestros y negociamos de buena fe y de una manera fiscalmente responsable.

La Asociación de Facultades busca crear un ambiente de confrontación con los maestros, los sindicatos crean y envían cartas e inundan los teléfonos de los miembros de la mesa con textos en su mayoría anónimos.

Algunos son irrespetuosos y dañinos, ya que hasta han hecho referencia a la esposa fallecida de un miembro de la junta.

Las tácticas de la Asociación han retrasado las negociaciones y han creado enemistad entre maestros y la administración.

Para terminar, ofrezco como un reto a la Asociación, las palabras de Abraham Lincoln, pronunciadas durante su discurso presidencial inaugural: “No somos enemigos, sino amigos. No debemos ser enemigos. Aunque las pasiones los hayan puesto bajo tensión, no deben romper nuestros lazos de afecto…”.