Por Agencias
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El portugués hizo su segundo hat-trick consecutivo en una primera parte memorable con una asistencia y manita de Al Nassr. Ghareeb, Mané, Al Elewai y Al Sulaiheem se unieron a la fiesta. Partido para olvidar de Tatarusanu.
Festival, recital, vendaval, tsunami goleador, cualquiera de estos términos se puede aplicar para definir el partido de Al Nassr ante Abha. Una goleada por 0-8 merece estos calificativos con creces. La diferencia diferencia entre el segundo equipo más goleador, que acabó igualado con Al Hilal como el primero, y el segundo más goleado, que acabó como el que más ha encajado, era abismal y se hizo patente desde que Cristiano quiso. El portugués es un ‘killer’ sin piedad en busca de ser pichichi en Arabia Saudí. Con Mitrovic lesionado, el capitán de Al Nassr aumentó su renta de los cuatro hasta los siete goles de diferencia. Le bastó con un hat-trick y una asistencia en la manita de la primera parte. En resumen, 29 goles en 26 jornadas de las que sólo se ha perdido dos.
Cristiano salió con el gol entre ceja y ceja. El portugués, que ya había ampliado su colchón con Mitrovic gracias al hat-trick ante Al Taee, agigantó las grietas defensivas de Abha. El primer gol sólo era cuestión de tiempo y lo pudo hacer Ghareeb con un primer aviso a los pocos segundos de juego. Llegó poco después tras una falta de Naji a Al Sulaiheem que parecía propia para Telles y que fue para Cristiano. El cinco veces ganador del Balón de Oro golpeó el balón raso y Tatarusanu hizo el resto. Diez minutos después la posición de la falta era prácticamente calcada. Cristiano cogió el balón de nuevo para tirar por alto y pasar entre la cabeza de dos rivales ante la atónita mirada del meta de Abha. Noche desastrosa y para olvidar del que fuera portero del Milan e internacional rumano. Doblete de falta del que Al Nassr dijo que era una historia interminable de éxito.
La fiesta del atacante siguió en la primera parte con una asistencia que bien pudieron ser dos de no haber tocado en el guante del meta. Ocurrió cuando parecía que el balón se le iba fuera al de Madeira, pero el capitán de Al Nassr puso el balón atrás para que Mané, tras el toque del meta, firmara el tercero a los 33 minutos de juego. Pitso Mosimane, entrenador de Abha, buscó frenar la sangría con un primer cambio en defensa en el 37′. Al Qahtani entró por Naji. Ni con esas. La media de un gol cada diez minutos iba en camino de romperse con el tercer gol de Cristiano. Un balón picado ante Tatarusanu. El cancerbero sólo pudo rozarla con la yema de los dedos antes de un nuevo ‘siuuuuh’. Si la asistencia a Mané no se contó, sí sumó una más a su casillero con el pase a Al Sulaiheem en la manita antes del descanso. Un auténtico monólogo del gol con once tiros entre los tres palos.
El suflé bajó con el inicio de la segunda parte. La salida de Cristiano y Mané dejó con ganas de ver al portugués marcar más goles. Con su segundo hat-trick consecutivo llega a las 29 dianas en lo que va de temporada. Sin los citados atacantes se quedaban Ghareeb y Otávio como pareja de gol. El saudí, que tuvo la primera ocasión de la segunda mitad, hizo el sexto tras un pase del portugués. Entretanto la única luz en la oscuridad de Abha eran los escasos intentos de un Krychowiak jugando por detrás del punta.
El martillo pilón de Al Nassr bajó ligeramente el ritmo con un carrusel de cambios en el que brilló Al Elewai con un doblete. La goleada de Al Nassr pudo ser mayor de no haber anulado un gol a Al Nemer por una falta previa. El 0-8 se queda como el segundo mejor registro goleador de la temporada en Arabia Saudí. Superan los siete goles que hizo Al Hilal al propio Abha y se quedan a uno de los nueve que hicieron los de Jeddah ante Al Hazem. Mordisco de Cristiano para ser pichichi en la Saudi Pro League.