Por Agencias
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El último trabajo de estudio del colombiano, con un nombre muy significativo para la escena urbana, marca su regreso.
J Balvin (José Álvaro Osorio Balvín, Medellín, 1985) es sin duda una de las figuras pioneras en el reggaetón en la era del streaming.
Aprendiendo las lecciones de los fundadores del género en Puerto Rico como Daddy Yankee, Don Omar o Tego Calderón, combinado con el flow urbano de referentes en Estados Unidos como Kanye West y Pharrell Williams, Balvin consiguió explotar internacionalmente con un estilo propio a mediados de la década de 2010.
Después de años de éxitos e himnos y de convertirse en el rey de la nueva escena urbana, en 2022 Balvin se retiró temporalmente de la música y la mirada pública. Ahora ha vuelto con Rayo, su último disco de estudio.
Rayo es, en realidad, el nombre del primer coche del artista, un elemento determinante para la expansión de su carrera. A partir de 2010, en pleno desarrollo de las escenas urbanas en países como Colombia, artistas que luchaban por el sueño de triunfar en la música recorrían universidades, coros y festividades en todo el país para darse a conocer.
Ese fue el caso de Balvin, pero también de otros artistas que explotaron posteriormente como Karol G. Aquí entra Rayo.
“La historia es muy especial. Rayo fue mi primer carro, mi padre me lo regaló con todo el esfuerzo del mundo para empezar a moverme en mi carrera, visitar los estudios, los colegios y llegar a las entrevistas. Así suena Rayo, a ese inicio, a ese apoyo de mi familia, a esa energía”, escribía hace unos días Balvin en su cuenta de Instagram.
De hecho, también ha creado un perfil propio para el disco.
Deconstruyendo ‘Rayo’
Rayo rememora la esencia started from the bottom que J Balvin ha impregnado a lo largo de su carrera. Siendo uno de los primeros intérpretes en representar la internacionalización del reggaetón a partir de 2010, su posición de referencia ha contribuido a aumentar la popularidad de otros grandes artistas que ahora mismo lideran el género, como Bad Bunny, con quien trabajó en el mítico álbum colaborativo OASIS (2019), la explosiva Qué Más Pues? junto a María Becerra e incluso Brillo junto a la intérprete española Rosalía.
Su primer álbum de estudio, La Familia(2013) fue certificado con discos de oro, platino y multiplatino a nivel internacional, y su sencillo 6 AM llegó a lo más alto de las listas Billboard, convirtiéndose en su primer tema en ganar un disco de diamante en Estados Unidos. En 2015, hits como Ginza y Bobo reforzarían su reconocimiento internacional, de la misma forma que su trabajo de estudio Energía (2016).
Su verdadero peak vendría con Colores(2020) y Jose (2021), álbumes que delimitan el paradigma que el colombiano había afianzado en la escena urbana, como una de sus figuras de referencia. Balvin fue, de hecho, de los primeros intérpretes de reggaetón en triunfar con un trabajo de estudio conceptual.
Ahora, después de un paréntesis de casi dos años, varias polémicas y beefs, el artista ha aprovechado su temporada fuera de juego para hacer un reset artístico y volver con su versión más renovada en Rayo. Y es que pareciera que aquí el colombiano haya querido hacer una limpieza de aura, convertirse en el superhombre matando al dios del reggaetón que invoca su legado, porque lo que se escucha marca una reflexiva evolución.
Balvin presenta un trabajo que sigue llevando el reggaetón modo bellakeo por bandera, pero ha querido dar unos pasos más allá: introduce una combinación compleja de diferentes estilos, incluyendo afrobeat, música electrónica, regional mexicano y fusiones que suenan a pop y experimental. La temperatura del tracklistva fluctuando, con pequeños espacios para ponerle banda sonora a la nostalgia y el enamoramiento: desde Cosa de locos que es una oda al perreo, hasta Sólido, un reggaetón romántico.
Además, otras de las particularidades del album es su abrazo a la nueva generación de intérpretes que vinieron después de Balvin. Él mismo ha entendido y reivindicado el triunfo de otras figuras ahora referentes en la actualidad, incluso parece haberse inspirado en el estilo YHLQMDLG de Bad Bunny o en el FERXXOCALIPSIS de Feid. Con este último, en Doblexxó inaugura la lista de colaboraciones con las figuras más demandadas de la nueva ola, como los españoles Saiko, Bad Gyal y Quevedo en GAGA, Gato y En Alta, respectivamente, o los colombianos Ryan Castro y Blessd en Origami, con puro estilo chiptune. También se une a la ola de la música mexicana de la mano del referente del estilo norteño Carín León en Stoker.
Rayo es una apuesta que intenta volver a las raíces, sin dejar de reinventarse. No deja de ser una propuesta que incorpora las últimas novedades y tendencias de una escena que no ha dejado de evolucionar desde que Balvin desapareció del mapa. Un proyecto complejo que plasma el renacimiento moderno de un artista que quiere seguir despuntando en las listas, recordando que él también viene desde abajo. Partir de esa invocación a “lo real” que siempre ha reinado en lo urbano, pero sin abandonar el proceso de experimentación que caracteriza al artista.
Dejando al margen las polémicas
Una de las razones que apuntaban al retiro de Balvin en 2022 fue su encontronazo con el veterano del hip hop latino Residente, antiguo vocalista de Calle 13. La mala vibra pública entre ambos comenzó a finales de 2021, tras una crítica de Balvin a los Latin Grammy por “no valorar el reggaetón”, a lo que el puertorriqueño le contestó acusándolo de vender su música como si fuera comida rápida (“hot dogs”).
Un año después, le dedicó su BZRP Music Session Vol. 49, tachándole con multitud de adjetivos (ninguno positivo): “mentiroso”, “racista”, “pendejo” o “bobolón” fueron solo algunos de ellos, además de acusarle de instrumentalizar la salud mental por marketing.
J Balvin aclaró hace unos meses por qué nunca había llegado a responder a Residente, como sí hizo con la polémica que levantó el vídeo de Perra, su colaboración con la artista dominicana Tokischa, un vídeo musical —finalmente retirado de YouTube por el colombiano— que recibió acusaciones de racismo y misoginia. “No vale la pena responder a eso.
Tengo que dar un ejemplo. Por encima están mis valores y la ética, por encima del negocio. No estoy para entrar en circos ni vainas que no son mi vibra. Así que gracias a los que estuvieron ahí y no creyeron en esa falsa narrativa, porque es falsa, muy falsa”, afirmó J Balvin en un clip que compartió en sus redes a finales de 2023.
En Rayo parecía que Balvin iba a contestar a una de las últimas canciones de Residente,Bajo y Batería, pues en su tracklist hay una canción que se llama igual. La del exintegrante de Calle 13 es una tiraera a la industria musical que casi alcanza los 10 minutos, pero en cambio, la de Balvin no hace ninguna referencia a la polémica. Más bien parece llamarse así por los instrumentos que utiliza, aunque no puede descartarse que sea un guiño a su viejo archienemigo en la escena.