Por Carlos Hernández
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“Cuadrado es bueno”, así decían en una película de los 80, cuando hablaban de los Volvo, que en esa época bajo la propiedad Sueca y sin mucha tecnología, eran buenos autos.
Como Ford paso a ser propietaria de volvo en una época desastrosa de la automotriz sueca, antes de venderla a la China Geely, Ford se pudo haber acordado de que “Cuadrado es bueno”, y lanzó el Flex.
El Flex fue desarrollado bajo el ex jefe de diseño J Mays. El auto fue lanzado como un nuevo tipo de vehículo para personas de alto nivel y según asegura el fabricante, disfrutó de una recepción positiva en su debut.
Pero si fue positiva, pasó a negativa, como cualquier gobierno latinoamericano, ya que Ford ha anunciado que está finalizando la producción del nada carismático Flex.
El modelo ha estado revoloteando los concesionarios durante los últimos años, pero Ford lo mantenía porque era un vehículo distinto, ante su tropa de aburridos productos, claro, menos el Mustang.
Cuando llegó como concepto llamado el Fairline, el Flex era más bajo que un SUV, pero espacioso, con un toque retro, con tracción total pero no todoterreno, algunos modernos e intrigantes detalles hizo que Ford lo llevara a la producción.
El Flex fue presentado en el 2009, con un diseño que parecía una mezcla de una pick up de la vieja escuela y un moderno Range Rover.
El Flex tenía un buen andar con un motor V6 EcoBoost de 365 hp, que con mucho era el motor más potente del segmento en el que Ford quería penetrar.
Pero Ford, y como está pasando hoy, no supo cómo comercializar el Flex, ni a qué mercado dirigirse, ya que a pesar de que era un vehículo familiar, los anuncios no llegaban a las familias, ni menos a los hispanos, mientras su precios no ayudaban.
Para cortar gastos, Ford lanza el nuevo Explorer en el 2011, que llegó compartiendo la misma plataforma del flex, a un precio similar. Ahí empezó a encandilar al Flex.
El Explorer le ganó al Flex la carrera de ventas, además de era mucho más fácil de encontrarlos en los lotes de los concesionarios, que no querían al cuadrado modelo.
Ford le dio un retoque al flex en el 2013, dándole la última oportunidad, con una tecnología interior actualizada y mejores detalles, pero no funcionó. El modelo estaba en la puerta de salida.
Salvo California, donde se podía vender algo más, ya que era distinto, como les gusta a los habitantes de ese estado, el Flex continuó vendiéndose pobremente en la mayoría de los mercados, sin mucha suerte.
Pero California da y quita, y no fue suficiente para justificar una nueva generación para el ya moribundo Flex.
Ford cancelo la producción del Flex, sin pena ni gloria, y dejando sin trabajo a 450 operarios en Canadá donde se estaba fabricando.