Por Agencias
[email protected]
Jóvenes indocumentados que entraron siendo niños al país y se les conoce como dreamers, pidieron este miércoles al Congreso que no apruebe fondos para la maquinaria de deportaciones del presidente Donald Trump.
“Los jóvenes inmigrantes llamamos a los miembros del Congreso a recortar el financiamiento de los organismos de deportación del presidente Trump, y proteger DACA”, dijo Greisa Martínez, de la organización United We Dream.
La solicitud se registra en momentos que el Caucus Hispano Demócrata del Congreso se reúne a puertas cerradas con el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), John Kelly.
“Estamos pidiendo a los miembros del Congreso que se opongan al presupuesto del DHS”, que debate el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, agregó Martínez.
El presupuesto del DHS para el 2018 incluye una partida de 1,600 millones de dólares para concluir la construcción del muro en la frontera con México.
El plan de Trump también incluye fondos para aumentar la capacidad de respuesta de la maquinaria de deportaciones heredada del gobierno del presidente Barack Obama, que entre 2009 y 2017 expulsó a más de 2.7 millones de indocumentados, el 43% de ellos, en promedio, sin antecedentes criminales.
“Este proyecto de ley desperdiciaría miles de millones de dólares que serían utilizados para aterrorizar a las familias inmigrantes”, dijo Martínez.
United We Dream también advierte que, se der aprobados los fondos, ICE aumentará su capacidad de detención, de 39,000 camas diarias a 44,000, un aumento que pre3ocupa a la comunidad inmigrante.
Durante la campaña presidencial, Trump prometió que deportaría a los 11 millones de indocumentados, pero tras ser electo en noviembre del año pasado aseguró que sólo expulsaría hasta cuatro millones de extranjeros con antecedentes criminales.
Sin embargo, el 25 de enero, cuando firmó dos órdenes ejecutivas migratorias, el mandatario decretó que la presencia indocumentada constituía una amenaza a la seguridad nacional y pública, y pidió al DHS aumentar los arrestos y acelerar las deportaciones.
Los republicanos esperan aprobar el presupuesto del DHDS antes del receso de agosto.
Los dreamers también le piden al gobierno de Trump que confirme su respaldo a la permanencia del programa DACA, beneficio concedido por Obama en 2012 que ampara de la deportación a unos 800,000 jóvenes indocumentados, y les concede un permiso de trabajo renovable cada dos años.
A finales de junio Texas y otra decena de estados fijaron un ultimátum al secretario de Justicia, Jeff Sessions, para que cancele el beneficio.
De no hacerlo antes del 5 de septiembre, amenazan con llevar el caso a los tribunales de justicia en un esfuerzo para sacarlo de circulación.