
Por Redacción
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El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos anunció este jueves una drástica reestructuración que resultará en el despido de 10,000 empleados y el cierre de varias agencias clave.
La medida, impulsada por el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., afectará la supervisión de miles de millones de dólares en financiamiento para servicios de adicción y centros de salud comunitarios.
Kennedy, en un video publicado en redes sociales, calificó al departamento como una “burocracia desmesurada e ineficiente” y responsabilizó a sus 82,000 trabajadores por el declive en la salud pública del país. “Quiero prometerles ahora que vamos a hacer más con menos”, declaró.
El anuncio pone fin a semanas de especulación sobre posibles recortes masivos, la revocación de $11,000 millones en fondos de salud pública y la respuesta del departamento a un brote de sarampión. Sin embargo, expertos advierten que la reestructuración podría poner en riesgo la salud de millones de personas en Estados Unidos.
Impacto de los recortes en la salud pública
El Departamento de Salud reducirá su plantilla a 62,000 empleados, eliminando 10,000 puestos mediante despidos y otros 10,000 a través de jubilaciones anticipadas y acuerdos de separación voluntaria.
El Wall Street Journal fue el primero en informar sobre los despidos, lo que generó una ola de críticas de expertos en salud pública, legisladores demócratas y trabajadores del departamento.
“Estos recortes de personal ponen en peligro la salud pública y la seguridad alimentaria”, afirmó Brian Ronholm, director de política alimentaria en Consumer Reports. “Plantean serias preocupaciones de que la promesa de la administración de hacer que los estadounidenses sean saludables nuevamente podría convertirse en una promesa vacía”.
Pese a las críticas, Kennedy justificó la reestructuración argumentando que el presupuesto anual de $1.7 billones del departamento no ha logrado mejorar la esperanza de vida de los estadounidenses ni reducir las tasas de enfermedades crónicas y cáncer.
Sin embargo, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, las tasas de mortalidad por esta enfermedad han disminuido un 34% en las últimas dos décadas, en gran parte debido a mejores tratamientos financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la detección temprana y la reducción del tabaquismo.
Incertidumbre y temor entre trabajadores
Los recortes han generado un clima de incertidumbre en las principales agencias de salud, como los NIH, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“Es increíblemente difícil, frustrante y molesto no saber realmente dónde estamos mientras intentamos seguir haciendo nuestro trabajo”, expresó un empleado de la FDA bajo condición de anonimato. “Nos están vilipendiando y tenemos esta guillotina colgando sobre nuestros cuellos”.
El Departamento de Salud detalló la distribución de los recortes:
• FDA: 3,500 empleos eliminados.
• CDC: 2,400 empleos eliminados.
• NIH: 1,200 empleos eliminados.
• Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS): 300 empleos eliminados.
Se espera que la reducción de personal genere un ahorro anual de $1,800 millones, aunque el departamento no ha proporcionado un desglose detallado de los cálculos.
Cierre de agencias y consolidación de servicios
Más allá de los despidos, la reestructuración incluye el cierre de agencias creadas por el Congreso hace décadas, las cuales serán absorbidas por una nueva entidad denominada Administración para una América Saludable.
Entre las agencias afectadas se encuentran:
• Administración de Recursos y Servicios de Salud: supervisa el financiamiento de cientos de centros de salud comunitarios.
• Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA): financia clínicas y la línea de ayuda 988 para crisis de salud mental.
El cierre de la SAMHSA, creada en 1992, ha generado críticas por su posible ilegalidad. Keith Humphreys, investigador de adicciones de la Universidad de Stanford, advirtió que “enterrar la agencia en una masa administrativa sin un propósito claro no es la manera de resaltar el problema o coordinar una respuesta efectiva”.
La reestructuración también afecta la Administración para la Preparación y Respuesta Estratégica (ASPR), encargada de gestionar la reserva nacional de suministros médicos. Esta agencia será trasladada al CDC, generando preocupaciones sobre la capacidad del gobierno para responder a futuras emergencias sanitarias.
Preocupación por el futuro de la salud pública
Líderes sindicales informaron que la mayoría de los despidos en los CDC afectarán áreas administrativas como recursos humanos y tecnología de la información. En CMS, los recortes impactarán la atención al cliente de Medicare y Medicaid, lo que podría resultar en tiempos de espera más largos para resolver problemas de los beneficiarios.
“Los estándares de servicio al cliente serán los más bajos en la historia del programa”, estimó Jeffrey Grant, exsubdirector de CMS.
A pesar de las justificaciones de Kennedy, la reducción masiva de personal y el cierre de agencias críticas han generado alarma en la comunidad médica y en el Congreso. Para muchos, la reestructuración podría afectar negativamente el acceso a la atención médica y la respuesta del gobierno a futuras crisis de salud.