Por Agencias
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Una compañía petrolera con sede en Houston y dos subsidiarias fueron acusadas el miércoles de ser las responsables de un derrame de crudo que contaminó aguas y playas del sur de California en octubre pasado, incidente que, según fiscales, se debió en parte a una respuesta inadecuada de las imputadas después de que fueron alertados en repetidas ocasiones sobre una rotura en un oleoducto.
Un jurado investigador imputó a Amplify Energy Corp. y sus dos compañías que operan varias plataformas petroleras y un oleoducto en aguas frente a Long Beach un solo cargo por el delito menor de descarga ilegal de petróleo.
Los investigadores creen que el oleoducto se debilitó cuando el ancla de un buque de carga lo enganchó en enero, meses antes de la rotura del 1 de octubre que provocó el derrame de 94.600 litros (25.000 galones) de crudo al océano.
Los fiscales federales dijeron que las compañías incurrieron en negligencia en seis formas, entre ellas no responder a las ocho alarmas que emitió el sistema de detección de fugas en un período de 13 horas que debió alertarlos del derrame, lo que habría minimizado daños.
En su lugar, se apagó y reinició el oleoducto cada vez que sonó lo alarma, lo que vertía más crudo hacia el océano.
Amplify responsabilizó a una compañía naviera no identificada de haber desplazado al oleoducto de su lugar y señaló que los trabajadores en tierra y mar atendieron lo que consideraron falsas alarmas porque el sistema no estaba funcionando adecuadamente.
El sistema avisaba de una posible fuga en la plataforma donde no estaba ocurriendo, señaló la compañía.
La fuga, de hecho, fue en un tramo submarino del oleoducto a 6,4 kilómetros (4 millas) de distancia, agregó.
“Si los equipos hubieran sabido que en realidad había un derrame en el agua, habrían cerrado el oleoducto de inmediato”, según la compañía.
En su momento, la compañía se negó a explicar lo que eso significaba.
En octubre, informó sobre las dudas que suscitó la inacción de la compañía para atender la alarma.
La primera alarma sonó a las 4:10 de la tarde del 1 de octubre, pero la fuga no fue descubierta sino hasta algunas horas después de la mañana siguiente, y fue reportada alrededor de las 9 de la mañana.
Los ciudadanos en la playa llamaron al número de emergencias 911 para informar de un fuerte olor a crudo esa primera tarde, y un buque de carga anclado reportó una mancha de gran tamaño en el agua antes de la puesta del sol.
La autoridades que fueron a buscar la fuga el 1 de octubre no la encontraron.
La Guardia Costera señaló que para cuando recibió el aviso ya estaba demasiado oscuro para salir y ubicar el derrame.
Las autoridades partieron después de la salida del sol y encontraron el vertido más o menos a la misma hora que la compañía avisaba del incidente.