Tras dejar atrás un año totalmente incierto, abrumador y casi horrible, el día de Navidad Disney hizo un regalo a sus casi 90 millones de subscritores de Disney+, poder ver la esperadísima “Soul” desde el sofá de casa.
Y aunque nunca será lo mismo que ir al cine, Disney nos trae el cine a casa.
Pete Docter, miembro crucial en Pixar Animation Studios, es responsable de éxitos de público y crítica como “Monstruos, SA”, “Up” o la más reciente “Inside Out”.
Ahora, Docter vuelve a su faceta más filosófica al abordar el complejísimo tema del alma.
Pero Docter es buen merecedor de nuestra confianza, no solo lleva en Pixar desde “Toy Story”, su primer largometraje, sino que también hizo llorar el mundo entero con los primeros minutos de “Up” y salió victorioso de la ambiciosa “Inside Out”, film en el que se atrevió a dar cuerpo a las emociones humanas más básicas.
Ambas películas, que él había escrito y dirigido, ganaron el Oscar a la mejor película de animación.
Ahora separa el cuerpo del alma y lo materializa creando un fascinante universo lleno de colores, formas y personajes en diferentes dimensiones con sus propias reglas, dejando al margen las connotaciones religiosas para profundizar en lo emocional y poder ser al gusto de todos.
‘Joe Gardner’, Jamie Fox, es un profesor de música de secundaria que vive en Nueva York pero que se siente atrapado e insatisfecho con su vida y trabajo, ya que su sueño es llegar algún día a ser un músico de jazz de renombre.
Un día ‘Joe’ descubre que la banda de ‘Dorothea Williams’ (Angela Bassett) una leyenda viva del Jazz, está buscando pianista.
‘Joe’ se presenta a la prueba y al darlo todo consigue impresionar a la veterana música, quien decide darle el trabajo.
Lo que parece ser un sueño hecho realidad acaba convirtiéndose en una pesadilla cuando, al salir a la transitada calle, eufórico por lo que ha logrado, ‘Joe’ cae por el agujero de una alcantarilla y sufre un terrible accidente que lo deja entre la vida y la muerte.
Sin él saber exactamente qué ha ocurrido y de una manera que no habíamos visto antes, esa escalera infinita en mitad del espacio es una imagen imposible de olvidar, ‘Joe’ se embarca en un psicodélico aunque precioso viaje al más allá.
Este recorrido lo hace al ritmo de las conmovedoras notas minimalistas de Trent Reznor y Atticus Ross, responsables también este año de la banda sonora de “Mank”, poniéndonos la piel de gallina al presenciar como ‘Joe’ ha pasado ahora a ser un alma que se dirige inevitablemente al “gran más allá”.
Dispuesto a todo por no morir, ‘Joe’ intenta escapar y accidentalmente acaba en el “gran antes”, un espacio etéreo sin limites lleno de vida y donde conocerá a los consejeros de las almas, fascinantes seres bidimensionales que todos se llaman ‘Jerry’, hechos con un único trazo en un tributo “picassiano”, y que ayudan a las almas aun por nacer, como si estuvieran en una especie de guardería que les prepara para la vida en la Tierra.
‘Joe’ decide hacerse pasar por instructor para así entrenar almas y se le asigna la ‘22’ (Tina Fey), un alma que lleva miles de años en el “gran antes” y a quien nadie ha conseguido motivar para que encuentre sentido de vivir en la Tierra. Pero con ‘Joe’ hará un apasionante viaje a la Tierra, el problema es que ‘22’ se despierta en el cuerpo de ‘Joe’ y ‘Joe’ en el cuerpo de un entrañable gato que le hace compañía en el hospital.
A través de la vida de ‘Joe’, yendo a la peluquería, viendo a su madre, paseando por Nueva York, ‘22’ descubrirá los placeres de la vida; la amistad, el amor de la familia, la belleza de la naturaleza y la deliciosa comida.
Todo esto culmina en una epifanía que hará que ‘22’ encuentre por fin su propósito en la Tierra.
Pero un ‘Terry’ les alcanza en la tierra y los hará volver “al gran antes”.
‘Joe’ paga su frustración con ‘22’ y le dice que si cree que su vida ahora tiene sentido es porque estaba viviendo la suya.
Esto entristece a ’22’ hasta el punto de que pierde la fe y se convierte en un alma perdida.
‘Joe’ tendrá que descubrir que es más importante ser bondadoso que vanidoso, y en un homenaje a las obras maestras “¡Qué bello es vivir” (Frank Capra, 1946) y “Atrapado en el Tiempo” (Harold Ramis, 1993), “Soul” culmina con un precioso clímax lleno de emoción y dejando claro un mensaje muy bonito y necesario…
Debemos disfrutar de cada momento de la vida tanto como podamos, ya que al fin y al cabo tenemos la gran suerte de estar vivos. Así que “Carpe diem”.
“Soul” es sin duda un film tremendamente original que Docter ha sacado a flote con nota, pero desafortunadamente, aunque a nivel artístico y técnico Pixar siempre son excelentes y van con cada film un paso más allá, a nivel emocional no llega a la expectativa de emocionar tanto como lo consiguió “Coco”.
Sea como sea, “Soul” es un regalo de película muy recomendable para empezar el año con buen pie, porque como diría John Lennon “La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes”.
Puntuación 4 de 5 estrellas.