Por Redacción
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El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue puesto bajo arresto domiciliario este lunes, por orden del juez Alexandre de Moraes del Tribunal Supremo de Brasil, en el marco de una investigación por presunta conspiración para un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La decisión se tomó luego de que el magistrado determinara que Bolsonaro violó las condiciones impuestas previamente, entre ellas, no publicar en redes sociales. El juez había dispuesto anteriormente que el exmandatario debía portar una tobillera electrónica y permanecer en su domicilio durante las noches.
Según el fallo judicial, Bolsonaro elaboró contenido para redes sociales que infringía las restricciones, y lo acusó de continuar con una conducta destinada a obstruir la justicia y coaccionar al Supremo Tribunal Federal.
“La participación encubierta de Bolsonaro demostró claramente que continuó con la conducta ilícita de intentar coaccionar al Supremo Tribunal Federal y obstruir la justicia”, escribió Moraes.
La resolución también prohíbe a Bolsonaro recibir visitas, salvo las de sus abogados o personas autorizadas por el tribunal. Tampoco podrá utilizar teléfono móvil ni participar de manera directa o indirecta en manifestaciones o publicaciones virtuales. El juez advirtió que cualquier incumplimiento derivará en prisión preventiva.
El exmandatario ultraderechista está acusado de liderar un plan para mantenerse en el poder tras perder las elecciones de 2022. Según la investigación, el plan contemplaba acciones violentas, incluida la supuesta intención de asesinar a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al propio juez Moraes. El fallido intento culminó con el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado en enero de 2023.
Este caso ha generado tensión diplomática con Estados Unidos. El expresidente Donald Trump, aliado de Bolsonaro, calificó el proceso como una persecución política. En respuesta, su gobierno impuso aranceles del 50 % a productos brasileños, en un giro significativo dentro de su estrategia comercial. Paralelamente, la Casa Blanca retiró el visado a Moraes y le aplicó sanciones bajo la Ley Magnitsky, utilizada contra violadores de derechos humanos.
En Brasil, el gobierno de Lula ha capitalizado políticamente la disputa comercial. El mandatario respondió a las declaraciones de Trump con un llamado al diálogo, aunque una reunión aún no ha sido concretada.
“Siempre hemos estado abiertos al diálogo”, declaró Lula tras los comentarios del expresidente estadounidense.
No obstante, el arresto domiciliario de Bolsonaro podría complicar aún más las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
