Por Redacción
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La evidencia anecdótica sugiere que las personas con autismo tienden a disfrutar de los juegos de mesa más que la mayoría, y ahora dos nuevos estudios identifican algunas razones por las que esto podría ser así.
El equipo detrás de la investigación, de la Universidad de Plymouth y la Universidad Edge Hill en el Reino Unido, realizó cinco análisis separados para examinar cuán populares son los juegos de mesa en personas con trastorno del espectro autista (TEA), y el tipo de experiencia que ofrecen.
Los entusiastas de los juegos de mesa son más frecuentes en personas con TEA, encontraron: en una encuesta de 1,603 jugadores, el 7% eran autistas, aunque las personas autistas representan aproximadamente el 1% de la población en general.
En entrevistas posteriores con personas con TEA, los investigadores encontraron que estos juegos ayudan a aliviar la ansiedad social, que se experimenta en tasas más altas en aquell@s que tienen autismo que en la población general.
Hay una estructura rígida para los procedimientos, con menos necesidad de hacer una pequeña charla.
«Sabemos que los juegos de mesa son un pasatiempo seguro y valioso para muchas personas con autismo. Esta investigación ha demostrado por qué es así, y realmente queremos utilizar los resultados para realizar trabajos futuros», explicó el psicólogo Gray Atherton, de la Universidad de Plymouth.
Los juegos que se han jugado incluyen Codenames (un juego en equipo que implica palabras y dar pistas), Dixit (un juego de dar pistas que implica imágenes) y juegos de engaño social como One Night Ultimate Werewolf y Spyfall (en el que la idea es intentar ocultar la identidad de los demás jugadores).
Las reglas y la estructura implicadas son «tanto estimulantes como reconfortantes» para los jugadores, informan los autores, basándose en entrevistas con aficionad@s a los juegos de mesa con diagnóstico de autismo.
Los investigadores además sugieren que es una prueba más de cómo las personas autistas se sumergen en intereses que proporcionan una sensación de logro y previsibilidad.
“Los juegos de mesa pueden representar un área de desafío y fortaleza para las personas autistas”, escriben los autores en un artículo publicado.
Los investigadores también observaron a pequeños grupos de personas autistas mientras jugaban a juegos de mesa en sesiones individuales o con años jugando, descubriendo beneficios en términos de desarrollo de la independencia y la confianza entre los jugadores, así como ayudando a forjar relaciones sociales, algo que puede ser difícil para las personas con TEA.
“Cada persona con autismo es única y queremos asegurarnos de que cualquier intervención pueda adaptarse según sea necesario, para aquell@s que podrían beneficiarse”, dice Atherton.
En el futuro, a los investigadores les gustaría investigar con más detalle el aumento del bienestar que los juegos de mesa pueden proporcionar a las personas con autismo: son estructurados y predecibles, y ayudan a fortalecer los vínculos sociales a través de marcos bien definidos.
“También estamos utilizando nuestra investigación para respaldar la adaptación de juegos existentes para personas con autismo para que su juego sea aún más accesible y agradable. Es un pasatiempo popular y nos complace haber podido arrojar más luz sobre su importancia para tanta gente”, dice el primer autor, el psicólogo Liam Cross de la Universidad de Plymouth.