Estancamiento laboral en EE.UU.: el desempleo sube al nivel más alto en cuatro años

Por Redacción
Redaccion@latinocc.com

Según el informe publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), la economía sumó apenas 22.000 puestos de trabajo en agosto. A la vez, la tasa de desempleo subió a 4,3 %, frente al 4,2 % del mes anterior. Se trata de la cifra más elevada desde finales de 2021, un signo de debilitamiento tras años de crecimiento.

El reporte también revisó a la baja las cifras de junio, revelando que ese mes se perdieron 13.000 empleos, lo que pone fin a uno de los periodos de expansión más largos en la historia laboral del país. “La gran máquina estadounidense de empleos se ha detenido”, escribió el economista Christopher Rupkey, de FwdBonds, en un análisis divulgado el viernes.

Los economistas habían previsto la creación de más de 76.000 empleos en agosto, lo que refleja que la desaceleración fue mucho más fuerte de lo esperado. El mercado reaccionó con optimismo moderado, ya que los datos abrieron la puerta a que la Reserva Federal recorte las tasas de interés en septiembre para estimular la economía. El Dow Jones avanzó 119 puntos en la jornada, mientras el S&P 500 y el Nasdaq registraron subas de 0,41 % y 0,63 %, respectivamente.

El débil desempeño del empleo en agosto se suma a meses de señales de enfriamiento. Hasta el octavo mes del año, las ganancias laborales promediaban 74.750 puestos al mes, la cifra más baja en 15 años si se excluye la pandemia.

Economistas advierten que las empresas están en pausa ante un escenario de altas tasas de interés y de incertidumbre política.

Las decisiones del presidente Donald Trump sobre aranceles, inmigración y gasto federal se han convertido en factores de duda para los empresarios. “No saben hacia dónde van las cosas. Ya sea por los aranceles u otras dinámicas, las tasas de interés aún no bajan, así que muchas compañías simplemente están diciendo: ‘por ahora no’”, explicó Ron Hetrick, economista laboral de Lightcast.

A pesar de la cautela, la fuerza laboral creció en 436.000 personas en agosto, tras tres meses consecutivos de contracción. El repunte ayudó a explicar la subida del desempleo, pues muchos de los nuevos solicitantes todavía no han conseguido empleo. La tasa de participación laboral pasó de 62,2 % a 62,3 %, un aumento leve pero significativo.

La búsqueda activa de empleo también se aceleró. El tiempo promedio de búsqueda cayó a un mínimo de tres meses, lo que, según expertos, representa un aspecto positivo en un reporte generalmente débil. Sin embargo, los analistas advierten que un mercado laboral con baja rotación expone a la economía a un mayor riesgo de choques externos.

Otro aspecto que preocupa es la dependencia de un solo sector para mantener el empleo en terreno positivo. En agosto, la industria de la salud generó 46.800 nuevos empleos, lo que representa prácticamente todo el crecimiento neto de puestos de trabajo. Aunque el sector es vital, constituye solo el 15 % del empleo total en el país.

Este desequilibrio aumenta la fragilidad del mercado laboral: cualquier crisis en el sector salud podría traducirse en una caída brusca de la generación de empleos.

Además, los salarios muestran un enfriamiento. El crecimiento anual del salario promedio por hora cayó a 3,7 % en agosto, frente al 3,9 % de julio, lo que refleja que la presión salarial se está moderando. Para muchos trabajadores, el menor ritmo de incrementos complica la situación, ya que el costo de vida se mantiene elevado en sectores como la vivienda y los alimentos.

El enfriamiento no es un fenómeno repentino. Desde mediados de año, las contrataciones privadas se han desacelerado, las solicitudes de subsidio por desempleo aumentaron y los despidos comenzaron a crecer. Por primera vez en cuatro años, el número de vacantes cayó por debajo del número de personas buscando trabajo, una señal clara de que la balanza se está inclinando.

Las tensiones también se trasladaron al terreno político. En julio, la decepción por los datos laborales llevó al presidente Trump a destituir a la comisionada del BLS, Erika McEntarfer, acusándola sin pruebas de manipular los informes. El hecho encendió críticas sobre la independencia de las instituciones encargadas de medir la economía.

El panorama laboral plantea un dilema para la Reserva Federal, que deberá decidir si recortar tasas para estimular la contratación o mantener la cautela para no avivar la inflación. Por ahora, lo único claro es que el motor laboral que sostuvo la recuperación de la última década está perdiendo fuerza.