Por Nathaniel Sillin
[email protected]
Este año, se espera que el verano sea muy caluroso, pero no confine sus medidas para ahorrar energía solo al termostato.
Los meses más cálidos pueden ser el mejor momento para enfocarse en recortar los costos energéticos de todo el año
Sin nieve, hielo y viento, es más fácil detectar problemas, hacer reparaciones y presupuestos de electrodomésticos que ahorren energía y realizar proyectos que puedan hacerle ahorrar mucho dinero en el futuro.
El primer paso debe ser hacer un seguimiento y análisis de la energía que está consumiendo.
Piense en realizar una auditoría energética.
Ya sea haciéndolo usted mismo o contratando los servicios de un profesional, el verano es el mejor momento para hacer una auditoría energética de sótano a techo.
Algunas compañías de servicios tienen auditorías energéticas del hogar en línea para que usted sepa a dónde va a parar su energía eléctrica.
Quienes estén por comprar una casa podrían incluir la auditoría energética en su proceso de selección de viviendas.
Según el Departamento de Energía en 2014, el 60% de los gastos energéticos del estadounidense promedio se atribuyeron a la calefacción de la casa y el agua.
Mientras otro 16 por ciento, a la luz, refrigeración del hogar y de los alimentos. El resto –casi un cuarto del consumo energético total de la casa—se atribuye a los diferentes usos energéticos del hogar.
Enfóquese en el termostato
En verano, utilice el aire acondicionado sólo en las noches más calurosas y, el resto del tiempo, trate de subir un poquito el termostato. Por ejemplo, el Departamento de Energía dice que colocando el termostato en 78 grados en lugar de 72 puede ahorrar entre un 6 y un 18% en su factura de refrigeración del verano.
Antes de gastar dinero en un termostato programable o de pasar su facturación de electricidad en tiempo real a un plan fijo, investigue un poco.
Primero, vea cuánto puede ahorrar cerrando las ventilaciones, puertas y cortinas de las habitaciones y espacios que no utiliza.
Si no tiene mascotas, podría subir el termostato a más de 78 grados antes de irse a trabajar.
Apague las luces
A todos nos han enseñado que debemos apagar las luces al salir de una habitación, pero hay otras cosas que podemos hacer para detectar el consumo de energía azaroso o “vampiro”.
Los censores, atenuadores y temporizadores pueden reducir el consumo eléctrico y la instalación de tomas múltiples puede evitar que las computadoras, microondas, conversores de TV, DVRs y televisores consuman energía incluso estando apagados.
Desenchufarlos cuando no se usan también ayuda. Además, cambiando las lámparas incandescentes convencionales por lámparas fluorescentes compactas (CFL), se ahorrará dinero ya que estas últimas duran más y no tendrá que reemplazarlas con tanta frecuencia.
Averigüe por créditos fiscales y rebajas
Llame a su asesor fiscal, consulte el sitio web del Servicio de Renta Interna (IRS), para ver las novedades sobre los créditos energéticos residenciales por cambio de electrodomésticos y mejoras hogareñas para ahorrar energía. Recuerde que el Congreso espera hasta fin de año para renovar los créditos viejos o aprobar los nuevos.
Diseñe su jardín con inteligencia. Recuerde que los árboles y arbustos estratégicamente colocados pueden proteger su casa del sol y otros elementos todo el año y pueden permitirle obtener hasta un 25 por ciento de ahorro en sus costos energéticos anuales.
Automóviles, combustible y transporte público
Si conduce, aproveche los viajes para hacer más de una diligencia, llene el tanque cuando sea más barato y descárguese aplicaciones en su teléfono para encontrar precios de combustibles más económicos para los viajes y vacaciones.
Si no utiliza regularmente el transporte público, comience a probarlo durante el verano.
Las caminatas adicionales que se suelen hacer al tomar transporte público también serán buenas para su salud.
En resumen: Este verano, no sólo intente estar fresco, sino también horre dinero cambiando su conducta energética de todo el año.