Por Redacción
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Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) dijeron el viernes que están aplicando una fuerza “apropiada” y procedimientos acordes con la ley mientras llevan a cabo una masiva operación de detenciones en el área metropolitana de Chicago, en la que hasta ahora se han registrado casi 550 arrestos desde su inicio el 8 de septiembre.
Eran las 3:30 de la mañana cuando un pequeño grupo de agentes se reunió en un estacionamiento suburbano para una sesión informativa antes de un operativo. Repasaron descripciones, verificaron canales de radio y discutieron la ubicación del hospital más cercano “en caso de que algo saliera mal”, dijeron agentes que participaron en la operación. Minutos después partieron en varias camionetas oficiales para ejecutar lo planeado.
La campaña, identificada por ICE como “Operación Midway Blitz”, forma parte de un esfuerzo más amplio del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para intensificar la búsqueda y detención de migrantes con antecedentes penales o con órdenes finales de expulsión en ciudades y estados que han limitado la cooperación local con autoridades federales.
Arrestos y críticas a las tácticas de ICE
Marcos Charles, jefe interino de Operaciones de Ejecución y Remoción de ICE, calificó la operación como “exitosa” y afirmó que los arrestos se realizaron sin incidentes relevantes de seguridad por parte de sus oficiales. Dijo que entre 50% y 60% de las detenciones corresponden a objetivos específicos —personas a las que la agencia buscaba— y el resto han sido arrestos colaterales de individuos encontrados en el lugar.
No obstante, líderes locales, defensores de inmigrantes y algunos legisladores han cuestionado el despliegue. Señalan videos y testimonios que, según ellos, muestran a agentes rompiendo ventanas, portando máscaras, no identificándose en escenas y, en ciertos casos, actuando sin cámaras corporales, prácticas que contrastan con la política del Departamento de Policía de Chicago.
El concejal Andre Vasquez, presidente del comité de derechos de inmigrantes y refugiados del Ayuntamiento de Chicago, dijo que el objetivo parece ser crear confrontación para justificar una mayor militarización de la respuesta federal. “El ICE no pertenece aquí”, declaró, al tiempo que acusó a la agencia de provocar a activistas para obtener una reacción que permita justificar el uso de más fuerza.
Además del despliegue, defensores de inmigrantes denunciaron el caso de un ciudadano estadounidense detenido por error en Des Plaines, quien habría recibido descargas eléctricas en tres ocasiones, de acuerdo con su abogado. Para los críticos, esos hechos ilustran los riesgos de operativos masivos realizados con escasa supervisión local.
ICE rechazó acusaciones de arrestos indiscriminados y dijo que sus agentes no “salen a estacionamientos de tiendas” para detener a cualquiera. Charles añadió que la agencia ha reasignado más de 200 oficiales de distintos lugares del país para esta operación y que continuarán hasta completar los objetivos establecidos.
Tiroteo, tensiones diplomáticas e investigación pendiente
Las tensiones aumentaron tras el tiroteo fatal del 12 de septiembre en Franklin Park, donde un agente del ICE abatió a Silverio Villegas González, inmigrante mexicano. Según el DHS, el hombre habría intentado evadir la detención y arrastrado a un oficial con su vehículo, lo que motivó el disparo.
La ausencia de cámaras corporales en los agentes encendió reclamos de transparencia por parte del gobernador de Illinois, JB Pritzker, así como de organizaciones comunitarias y del gobierno de México. La presidenta Claudia Sheinbaum exigió una investigación exhaustiva, mientras que la representante estatal Norma Hernandez denunció que “estas tácticas han llevado a la pérdida de vida de un miembro de nuestra comunidad”.
ICE aseguró que la fuerza empleada fue la apropiada y recordó que la investigación sigue abierta. El resultado de esas pesquisas, así como la reacción política local y bilateral, podrían definir cómo se desarrollarán futuras operaciones migratorias en jurisdicciones que han intentado limitar la cooperación con Washington.
