Por Agencias
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Una petición en línea que hasta este martes había sido firmada por más de un millón de personas exige a la Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que dejen de fumigar a los detenidos en la cárcel para inmigrantes de Adelanto, California.
El uso de productos químicos ponen en peligro la vida de la población indocumentada en los centros de detención del ICE, señalaron grupos defensores de los inmigrantes en referencia al pesticida HDQ Neutral que están utilizando para desinfectar las instalaciones carcelarias.
El esfuerzo para recolectar apoyo del público es parte de una campaña lanzada para detener el uso de sustancias tóxicas para desinfectar las cárceles de inmigrantes en medio de la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Desde hace casi un mes las organizaciones Inland Coalition for Immigrant Justice y Freedom for Immigrants han documentados las quejas de los internos sobre cómo estos productos químicos están afectando la salud.
En una carta dirigida a las autoridades de inmigración en Los Ángeles, los activistas presentaron las denuncias de los detenidos y reportes sobre la aspersión de estas sustancias cada 30 minutos.
“El aerosol de desinfección que usa la instalación nos está haciendo daño. Todos en nuestras instalaciones han tenido narices ensangrentadas, ojos ardientes, dolores de cabeza”, indica el testimonio de un inmigrante, compartido a las autoridades federales.
Los inmigrantes identificaron como HDQ Neutral el producto que se está usando para realizar la desinfección.
Según ICIJ, los mismos detenidos advirtieron que el envase del químico advierte que este puede causar “lesiones oculares irreversibles y quemaduras en la piel”.
“Evita respirar. No poner en los ojos o en piel”, añade la advertencia.
“La instalación no está protegiéndonos de este aerosol. Nuestras camas están justo al lado de las manijas de las puertas, así que cuando lo rocían en las manijas de las puertas de entrada a nuestras habitaciones respiramos el producto”, advierte otro testimonio.
En su reporte los defensores de los inmigrantes advierten que el personal del Grupo GEO, la corporación privada que opera centros de detención de inmigrantes, no ha comunicado a los detenidos las precauciones con respecto a los químicos que están rociando.
Tampoco existe un sistema de ventilación para mitigar los efectos negativos de estos químicos; la sensación resultante ha sido descrita por múltiples individuos como “no poder respirar”.
El personal del Grupo GEO no ha abordado las necesidades médicas de las personas que han sido expuestas a los productos químicos, denuncian también los activistas.
En un audio entregado a los medios, el inmigrante José Tapete, que ha estado detenido durante dos años en el centro de detención de Adelanto, California, dijo que los oficiales están tomando represarías cuando los inmigrantes buscan tratamiento médico a causa de los químicos, poniéndolos en “cuarentena por 14 o 20 días”.
Según datos del ICE entregados, en el centro de detención de Adelanto hasta el pasado 28 de mayo había 1,048 detenidos de una capacidad de 1,940
El centro de detención de inmigrantes de Otay Mesa, donde murió el primer indocumentado contagiado por el COVID-19 bajo custodia del ICE, había hasta finales de mayo 474 inmigrantes detenidos, menos de la mitad de la capacidad de 1,142 detenidos.