Por Redacción
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El gobierno de Estados Unidos cree que obtuvo garantías por parte de Israel de que no atacará sitios nucleares o petrolíferos de Irán mientras evalúa cómo responderá a la avalancha de misiles iraníes de hace unas semanas, según dijeron el martes dos funcionarios estadounidenses.
El gobierno estadounidense también cree que el envío de una batería del Sistema de Defensa de Área contra Misiles en Fase Terminal a Gran Altitud (THAAD por sus iniciales en inglés) a Israel y cerca de 100 soldados para operarla ha aliviado algunas inquietudes de Israel sobre posibles represalias iraníes y cuestiones generales de seguridad.
El Pentágono anunció el domingo el despliegue del THAAD para ayudar a reforzar las defensas aéreas de Israel tras los ataques con misiles balísticos de Irán contra Israel en abril y octubre, diciendo que fue autorizado por orden del presidente Joe Biden.
Sin embargo, los funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir discusiones diplomáticas privadas, advirtieron que la garantía no es férrea y que las circunstancias podrían cambiar. Los funcionarios también señalaron que el historial de Israel en el cumplimiento de las garantías en el pasado es desigual y a menudo ha reflejado la política interna israelí que ha alterado las expectativas de Washington.
El ejemplo más reciente de ello se produjo el mes pasado, cuando funcionarios israelíes comunicaron a los funcionarios estadounidenses que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acogería favorablemente una iniciativa de cese del fuego temporal para Líbano encabezada por Estados Unidos y Francia, sólo para ver cómo Israel lanzaba un ataque aéreo masivo que acabó con la vida del jefe del grupo político-paramilitar Hezbollah, Hassan Nasrallah, dos días más tarde.
La oficina de Netanyahu dijo en un comunicado “escuchamos las opiniones de Estados Unidos, pero tomaremos nuestras decisiones finales basándonos en nuestros intereses nacionales”.
Oriente Medio se ha estado preparando para una esperada respuesta de Israel después de que Irán lanzara unos 180 misiles balísticos el 1 de octubre, que Estados Unidos ayudó a rechazar. Los ataques de respuesta mutua y la incertidumbre sobre si Israel podría atacar instalaciones energéticas y nucleares de importancia estratégica en Irán han hecho temer una escalada hacia una guerra regional total.
La ofensiva israelí contra los milicianos de Hamás apoyados por Irán en Gaza se ha ampliado a una invasión terrestre de Líbano dirigida contra Hezbollah, otro apoderado iraní que lleva disparando contra Israel desde que comenzó el conflicto en la Franja de Gaza hace un año en solidaridad con Hamás.
Biden ha dicho que no apoyaría un ataque israelí de represalia contra instalaciones relacionadas con el programa nuclear de Teherán y ha instado a Israel a considerar alternativas al ataque contra el sector petrolero iraní. Un ataque de este tipo podría afectar al mercado mundial del petróleo y disparar los precios justo antes de las elecciones presidenciales estadounidenses.