Por Agencias
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El delantero portugués toma las riendas de un Barcelona repleto de jugadores poco habituales y mantiene a los blaugrana en la lucha ante su semana decisiva.
El Barcelona sigue sin tirar la toalla en la lucha por presionar al Real Madrid gracias a la luz de João Félix, el mejor jugador de un Barcelona de circunstancias que ganó al Cádiz por 0-1 gracias a un golazo de chilena del jugador portugués, que ya supera sus registros goleadores respecto a los firmados con el Atlético de Madrid. El equipo blaugrana está a ocho puntos del Real Madrid y ya le saca cinco al Girona en la defensa de la segunda plaza. Pero si algo quedó claro, y no sólo en el Nuevo Mirandilla, es que lo mejor está por venir. En Cádiz, el Barcelona tuvo la virtud de hacer dos cosas a la vez. Pensar en lo que viene y solucionar lo inmediato.
Para Xavi, el partido iba más de futuro que de presente y por eso le dio un señor revolcón al equipo titular, pensando más en el martes cuando recibe al PSG que en el Cádiz y en LaLiga, más cuando se confirmó el triunfo del Real Madrid en Mallorca. Pero una cosa es sacar un equipo de gente poco habitual y otro sacar un equipo de circunstancias. Por poner un ejemplo, la delantera del Barcelona la formaban Ferran Torres (62 millones), Vitor Roque (30 más 31 en variables) y João Félix, que le costó más de 100 millones al Atlético.
Y fue precisamente este último jugador el que animó un partido que empezó a ritmo de partido por el tercer y cuarto puesto del Carranza en plenas Hogueras. Su gol de chilena en la primera parte despertó a una grada que asistía a dos despliegues interesantes. Uno el de un señor con un megáfono que era la banda sonora del partido y que mereció el MVP del partido y otro de Cubarsí. El joven central del Barcelona no es perfecto, pero que a los 17 años ya se haya erigido en el jefe de la defensa del Barcelona es algo inaudito.
Otro jugador que merece mención especial en una primera parte narcótica fue Iza. Premio a una actuación chusca en el gol de João Félix tirándose al suelo con las manos en la cara como si le hubiera tirado una taza de café ardiendo a la cara cuando estaba a un metro de cualquier contacto. Una actuación tan lamentable como digna de penica. A veces, los árbitros se equivocan, pero pantomimas como la perpetrada por Iza dan a entender que su trabajo es muy difícil porque viven rodeados de pillos que les intentan engañar en cada jugada.
Volviendo al partido, si sacamos de la ecuación las dotes artísticas de Iza, el remate de João Félix que acabó en gol y el dominio de Cubarsí, a la primera parte le quedaba poco más que la movilidad de Fermín y los intentos, más bien frustrados, de Vitor Roque y Ferran por hacer algo decente. Se llegó a la media parte sin sobresaltos y sin cargar jugadores de parte blaugrana, pero con la sensación de que el Cádiz podía dar más ante este Barça de circunstancias.
Gol anulado al Cádiz
Una lesión de Chris Ramos permitió que al inicio de la segunda parte entrara en el campo Maxi Gómez, jugador que acostumbra a jugar bien contra los catalanes y que despertó algo a su equipo. Ante el amago de reacción de los locales, a los que les anularon un gol por claro fuera de juego, Óscar Hernández, que dirigía al equipo por la sanción de Xavi, sacó al campo a Lamine, Pedri y Koundé para evitar que la situación se descontrolara, porque el Cádiz empezaba a reaccionar.
La solución funcionó, porque Pedri guardó el balón y Lamine dio profundidad para acompañar a in João Félix que seguía siendo la luz de un Barcelona que vivía tranquilo en las sensaciones, pero apretado en el marcador. Que el peligro rondaba el área del Barça quedó claro a los 79′ cuando Ter Stegen tuvo que hacer un paradón ante Ousou, que empaló desde fuera del área. Aviso serio. Una advertencia que no pasó de ahí porque el Barcelona supo controlar el tema y salir con una sonrisa de cara a la semana fantástica que se avecina con PSG y Madrid.