JUGUETES DEL INFIERNO

Tan sólo 15 días antes de Navidad, el matrimonio de Refugio y Karina decidieron llevar a sus hij@s al mercado San Juan de Dios, para que vieran los juguetes y eligieran cuales le pedirían al Niño Dios.

A la pequeña Alma lo que más le llamo la atención fue una muñeca de vestido rojo, que parecía tener vida propia, sus ojos se movían y a pesar de no ser de baterías daba pasos.

Una santera que desde su puesto se percató, de que a la niña le había gustado la muñeca, se acercó a la mamá para decirle: 

“Escuche bien lo que le digo, ni se le ocurra comprarle esa muñeca”, en ese momento Karina no supo que responder y solamente se alejó del lugar.

De regreso en casa los pequeños se apuraron a hacer su lista de regalos, Carlitos se fue a lo grande: un GameBoy, carro a control remoto, juego de magia y un set de super héroes, fue lo que pidió; en cambio la carta de la pequeña Alma era breve, solamente pidió la muñeca del vestido rojo.

Karina le dijo a su hija que pidiera más cosas, pero la pequeña se negó, diciéndole que esa muñeca era lo único que ella deseaba tener.

En la mañana de Navidad l@s niño@ corrieron a mirar debajo del árbol, Carlitos recibió todo lo que pidió y Alma además de su muñeca también recibió un juego de té y una máquina para hacer raspados, pero ella ignoró los demás regalos y sólo sacó del empaque la muñeca, la cual inmediatamente se convertiría en su inseparable compañía.

Todo parecía estar de maravilla en la casa, hasta que con el paso del tiempo llego de nuevo la Navidad, entonces Alma decidió pedir de regalo la nueva Barbie y decidió que era momento de que la muñeca del vestido rojo fuera a parar al closet, a hacerle compañía a los juguetes que habían pasado de moda.

La mañana del 26 de diciembre el llanto de la pequeña Alma inundo la casa, cuando al levantarse encontró a su nueva muñeca literalmente destrozada.

Sin prueba alguna la culpa recayó sobre firulais la mascota de la familia, el pobrecito cachorro recibió una fuerte dosis de periodicazos, sin que el pequeño cachorro comprendiera el por qué.

Para tratar de aliviar el dolor de su pequeña Refugio corrió al supermercado y regreso con otra Barbie.

Cual sería la sorpresa que en la mañana del 27, la nueva muñeca amaneció trasquilada y un par de tijeras a su lado, lo que dejaba en claro que el malhechor no era firulais.

Ahora la culpa recayó sobre Carlitos, el cual fue duramente reprendido y sus explicaciones encontraron oídos sordos. 

Los molestos padres nuevamente fueron a comprar otra Barbie.

Por la noche un ruido despertó a los padres, al bajar las escaleras encontraron que quien estaba dañando a las Barbies era la muñeca del vestido rojo.

Asustada Karina quiso quitar, pero la muñeca tomo las tijeras y se las clavó en el corazón arrebatándole la vida, Refugio trató de detenerla, pero con fuerza sobre humana la muñeca lo lanzó contra la pared, antes de convertirse también en victima Refugio alcanzó a rociar la muñeca con agua vendita, de un recipiente de forma de Virgen que tenían en una repisa.

Mientras la muñeca se retorcía, Refugio corrió a la cocina y regresó con la botella de aceite para prenderle fuego a la endemoniada criatura.

La pequeña Alma que presencio todo lo ocurrido no volvió a pronunciar palabra alguna y terminó internada en un manicomio, porque impulsivamente quería atacar a su padre reclamándole por qué había quemado su muñeca.

El dolor de perder a su esposa y el estado mental de su hija fue mucho peso para Refugio, que se acogió al alcohol y en menos de tres años la cirrosis le cobró mortal factura.

Elige con cuidado los regalos para tus hij@s, no siempre es recomendable darles lo que quieren.