Por Agencias
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En una pequeña localidad cercana a las Cascadas de Agua Azul, en el estado de Chiapas, Jorge salió de su casa con su mochila de campamento y su sleeping bag, subió a su automóvil y paso a recoger a tres amigos.
Después de pasar por la tienda de comestibles y la licorería, los cuatro amigos se declararon listos para pasar el fin de semana acampando en la rivera del Río Xanil.
Pasado el mediodía los jóvenes estaban pasándola bien, nadando en las cristalinas aguas del lugar, saliendo de vez en cuando para refrescar su garganta con tragos de cerveza, desafortunadamente la diversión pronto terminaría.
Después de comer, Juan sintió el llamado de la naturaleza, tomo un rollo de papel sanitario y se adentró un poco en la arboleda, en busca de privacidad.
Cuando regresaba al campamento, escuchó un tenue pero melodioso canto, intrigado dirigió sus pasos río arriba, cual sería su sorpresa que una linda chica morena, de grandes ojos y hermosa cabellera larga, vestida solamente con una traslúcida bata blanca, era quien endulzaba el viento con su voz.
Inmediatamente corrió hasta donde estaban sus amigos para contarles sobre su descubrimiento, llenos de lujuria los cuatro amigos, sigilosamente encontraron un lugar perfecto para espiar a la bella jovencita; la cual ajena a que era espiada, con delicada parsimonia se desprendió de su bata, rebelando que era poseedora de un escultural cuerpo, subió a una roca y con un espectacular clavado se zambulló en el agua.
Después de deliberar durante breves minutos, los chicos decidieron salir de su escondite para ver si aquel día era su día de suerte.
Su plan parecía marchar a la perfección, pues después de cruzar algunas palabras, la jovencita los alentó para que entraran a nadar junto con ella.
Ni tardos, ni perezosos los cuatro saltaron al agua, y empezaron una competencia para ver cual lograba conquistar a la chica, la cual parecía disfrutar las insinuaciones de los jóvenes, dándose tiempo para coquetear con todos ellos.
Al atardecer la joven lanzó un reto, el que lograra nadar hasta la cascada y regresar primero, se haría acreedor a un beso, excitados y emocionados, a la cuenta de 3 iniciaron la improvisada carrera de natación.
“Chema” fue el ganador y de inmediato reclamó su premio, la joven le pidió que la siguiera para poder premiarlo con calma, bajo la mirada llena de envidia de sus 3 amigos, “Chema” y la joven nadaron para ocultarse tras una enorme roca.
A los pocos minutos un desgarrador grito, provocó que todas las aves del lugar salieran huyendo, Jorge y sus amigos nadaron enseguida para averiguar porque “Chema” había gritado, con terror se encontraron con una grotesca postal: la hermosa chica se había trasformado, ahora su cuerpo estaba cubierto de gruesas y verdes escamas, y con su hocico de cocodrilo, le había destrozado el cuello a su pretendiente.
La chica lagarto al sentirse descubierta se hundió dirigiendo su nado en dirección de “Fernando”, quien no alcanzó a reaccionar y fue arrastrado a las profundidades por los escamosos brazos de la ahora criatura, hasta morir ahogado.
El siguiente nombre en la lista de la muerte, fue el de “Juan”, que a mitad del río, con la sangre de su estómago tiño de rojo las aguas.
Afortunada o desafortunadamente, “Jorge” fue el único que logró salir de aquel río con vida, pero sin un brazo, sus gritos de dolor consiguieron hacer que unos campistas acudieran en su ayuda.
Perder un brazo no fue lo peor para Jorge, a partir de ese día no volvió a pronunciar palabra alguna y jamás logró conciliar el sueño, pues apenas cerraba los ojos, las pesadillas lo hacían despertar, en pocos meses se convirtió en la cuarta víctima de aquella demoníaca criatura.
