Se acerca la temporada de primeras comuniones y graduaciones, este año será muy especial ya que las celebraciones se llevarán a cabo en persona y no en virtuales, en Zoom, como en los últimos dos años por la pandemia.
En mi caso, tendré tres eventos muy importantes. Estoy super emocionada por la primera comunión de mi hija pequeña, la graduación del colegio de mi hijo mayor y los quince años de mi otra hija. Todo el mismo mes.
Le recomiendo que antes de planear una fiesta grande, se siente con sus hij@s y pregunte qué prefieren.
Tome en cuenta su opinión, sus ideas. ¿Quién quiere la fiesta, su hij@ o usted?
Conozco una familia que planeo una quinceañera y la hija ni quería.
La mamá insistió porque ella nunca tuvo una fiesta de XV años ya que sus padres eran muy pobres, el vestido, las decoraciones, todo fue a gusto de la mamá, la pobre hasta hija lloró porque no usó el vestido que ella quería.
Con mucho sacrificio, los padres realizaron la fiesta de quinceañera pero tristemente no era lo que la jovencita deseaba, porque siendo tímida, ella solo quería una pequeña celebración con sus amigas.
La mamá realizó su sueño personal y no el de su hija.
Entiendo perfectamente que los padres se sienten orgullosos de sus hij@s, también sé que las tradiciones son importantes en nuestra cultura, pero le sugiero que hable con sus hij@s, conversen y conozcan qué tipo de celebración quieren.
Mi hija, por ejemplo, no quiere fiesta de XV años, prefiere viajar a Europa.
Respetamos y apoyamos su decisión, con gusto la llevaremos a ese viaje que ella sueña.
¿Que si me hubiera gustado hacerle su fiesta de quinceañera? Claro que sí, hubiera sido muy emocionante verla con su vestido largo hermoso bailando el vals con su papá, pero no es lo que ella tiene en mente.
Me gusta preguntarles a mis hij@s su opinión, los festejados son ellos, no yo.
Mi hija menor eligió su vestido de primera comunión y el velo, aunque yo tenía mi favorito, ella eligió cuál usar en su día especial.
Hay padres autoritarios que dirán “Se va a poner lo que yo le compre y punto”. Entonces, ¿Qué caso tiene celebrarles si ellos no están felices?
Es importante que los niñ@s se sientan escuchados, amados, que son miembros importantes de la familia, y sobre todo que su opinión es importante.
Tristemente cuando hay fiestas grandes todos se estresan, gritan, se enojan. Olvidan el verdadero motivo por el cual están celebrando.
El festejado es lo más importante, no los invitados, las bebidas, la comida.
No trate de realizar sus sueños a través de sus hij@s, forzarlos a ser maestros cuando ellos quieren ser enfermeros.
Los hij@s no vinieron a este mundo a cumplir los sueños frustrados de los padres, y no es justo que les llenemos la mochila con nuestros sueños.
Permita que ell@s la llenen con sueños propios y camine a su lado para cumplirlos.