La Escuelita Para Padres

Carlos Hernández es el editor de El Latino y un periodista con una amplia experiencia en periodismo. Ha sido corresponsal internacional en Atlanta, Nueva York y California de agencias de noticias como EFE de España y la Associated Press./EL LATINO

Mientras escribo este artículo, sale la noticia de la balacera en una escuela en Texas. Tristeza, coraje, frustración, miedo e impotencia son cosas que pasan por mi mente. 

El corazón se me parte al pensar en las familias afectadas, la escuela, la comunidad. Cosas así no deben suceder en ningún lado, menos en las escuelas. 

Hasta el momento, 18 niñ@s inocentes perdieron la vida, así como una maestra. 

Me imagino que estaban felices de que terminaba el año escolar. 

Pronto estarían de vacaciones pero sus planes se terminaron, los detalles están surgiendo mientras pasan las horas pero los temas principales son la salud mental y las armas. 

¿Qué pasó por la mente del asesino? ¿Qué problemas tenía? ¿Pudo ser prevenido? ¿Hubo lo que llaman “banderas rojas” que indicaban que algo andaba mal en la vida de la persona responsable de la masacre?

Lo cierto es que hay mil preguntas y pocas respuestas. 

Lo que sí sabemos es que la salud mental es un problema grande, ya que el estado emocional, psicológico y social de las personas causan que actúen de cierta manera, Por lo tanto, es muy importante estar pendientes de esas banderas rojas, son señales que indican que algo está mal. 

Por lo general, cuando sucede una tragedia, analizan la vida de la persona que causó el daño y pueden ver que sufría de depresión, usaba drogas, tenía trastorno mental u otro problema. 

Desafortunadamente, se dan cuenta demasiado tarde.

Otro problema son las armas, las cuales lamentablemente son sorprendentemente fácil de adquirir en este país. 

En muchas ocasiones, los asesinos obtienen las armas en casa, ya en muchas ocasiones ha pasado que el arma pertenecía al padre.  

¿Qué podemos hacer? Tener mucha comunicación con los hij@s, especialmente adolescentes. 

Claro que necesitan su privacidad y están en la edad en que prefieren estar en su cuarto y hablar con los amigos por teléfono, pero también es cierto que deben pasar tiempo de calidad con la familia. 

Tengo 2 hij@s adolescentes y respeto que quieran su espacio, pero también es importante estar en familia. 

El conversar diariamente, platicar de lo que hicieron durante el día, cómo les fue, cómo se sienten, ayuda no sólo a conocerlos mejor, sino también a crear un vínculo de confianza entre padres e hij@s.

Tristemente, los hij@s pasan más tiempo con el teléfono que conversando con los demás. 

Aparte, juegan videojuegos violentos que muchos de estos consisten en disparar a los demás y matar.

Busque ayuda si nota a su hij@ deprimid@, triste, furioso o actuando raramente. 

La depresión y problemas mentales no respetan edad ni raza y puede afectar a cualquiera. 

Abrace a su hij@s y dígales cuanto los ama. 

Es posible que se sientan sol@s, que nadie los comprende, que no hay salida. 

Espero que cuando tengan problemas, vayan con sus padres en lugar de los amigos, pero para que eso ocurra, es necesario pasar mucho tiempo con ell@s, escucharl@s, ser sus amig@s. 

Se puede ser amig@ y padre o madre a la vez, no se preocupe. 

Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias afectadas en la escuela en Texas, y como mamá y maestra me parte el alma este tipo de acontecimientos.