Por Redacción
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La sonda solar Parker alcanzó un nuevo hito histórico el pasado martes al realizar un sobrevuelo récord que la acercó a solo 6,1 millones de kilómetros de la superficie del Sol, convirtiéndose en el mayor acercamiento de un objeto humano a una estrella.
El éxito del sobrevuelo fue confirmado este viernes por la mañana por el equipo de operaciones de la misión en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, en Maryland, tras recibir una señal de la sonda cerca de la medianoche del jueves.
Durante el paso más cercano, la sonda no pudo comunicarse debido a las extremas condiciones de proximidad al Sol. Ahora, el equipo espera recibir datos detallados sobre el estado de la nave el próximo 1 de enero.
Velocidad récord y avances científicos
La nave, que no está tripulada, alcanzó una velocidad de 692.000 kilómetros por hora, suficiente para viajar de Tokio a Washington en menos de un minuto, según la NASA. Este récord convierte a la sonda Parker en el objeto más rápido jamás fabricado por el ser humano.
Desde su lanzamiento el 12 de agosto de 2018, la misión ha sido clave para explorar los misterios del Sol. Nombrada en honor al Dr. Eugene Parker, pionero en heliofísica, la sonda lleva el nombre del primer científico vivo en recibir este honor. Parker, quien falleció en 2022, presenció los inicios de esta misión que busca resolver incógnitas sobre el Sol más de seis décadas después de ser concebida.
En diciembre de 2021, la Parker Solar Probe se convirtió en la primera nave en “tocar” el Sol al atravesar la corona solar y recolectar datos cruciales sobre partículas y campos magnéticos. Durante su misión, la sonda ha proporcionado información invaluable para comprender el viento solar, las eyecciones de masa coronal y la sorprendente temperatura de la corona, que es significativamente más alta que la superficie solar.
Exploración en un entorno extremo
El sobrevuelo reciente marcó el inicio de los tres últimos acercamientos cercanos de la sonda, programados también para el 22 de marzo y el 19 de junio. En estos eventos, la nave estará tan cerca que, si se comparara con un campo de fútbol americano, estaría a solo cuatro metros de la zona de anotación.
Diseñada para soportar las extremas condiciones solares, la sonda cuenta con un escudo térmico de carbono de 11,4 centímetros de grosor capaz de soportar temperaturas de hasta 1.400 grados Celsius. Sin embargo, durante el sobrevuelo de Nochebuena, el escudo alcanzó aproximadamente 980 grados Celsius, mientras que los instrumentos internos permanecieron a una temperatura ambiente gracias a un sistema de enfriamiento avanzado.
Aunque la sonda opera de forma autónoma durante los sobrevuelos, envía señales de “tono de baliza” para confirmar su estado. Los datos e imágenes más detallados estarán disponibles semanas después, cuando la nave complete su órbita.
Un momento crucial para la investigación solar
El Sol, actualmente en su máximo solar dentro de su ciclo de 11 años, está brindando a los científicos una oportunidad única para estudiar sus transiciones entre períodos de alta y baja actividad. Este aumento de actividad se ha reflejado en impresionantes auroras observadas en la Tierra, incluso en latitudes inusuales.
Los datos de Parker podrían permitir predecir tormentas solares, que tienen el potencial de afectar satélites y sistemas de comunicación en la Tierra. Según el Dr. C. Alex Young, estos avances no solo ayudan a comprender nuestro Sol, sino también a estudiar otras estrellas y su interacción con exoplanetas en el universo.
Con los últimos sobrevuelos por delante, los científicos esperan obtener información crítica y resolver los enigmas restantes sobre nuestra estrella.
“El Sol es un laboratorio natural para entender el cosmos”, destacó Young. Por su parte, Nour Rawafi, científico del proyecto, expresó su optimismo: “Sol, danos lo mejor que tienes. La sonda Parker está lista para enfrentarlo”.